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Uruguay: 10 lugares imprescindibles que ver en Colonia del Sacramento


A 50 km en línea recta de Buenos Aires, Colonia del Sacramento es un lugar ideal para hacer una pequeña excursión y disfrutar de este Patrimonio de la Humanidad uruguayo.

En pugna continua entre Portugal y España, reinos a los que fue perteneciendo sucesivamente a lo largo de los años, las calles empedradas del casco antiguo y sus edificios muestran la fusión de los estilos portugués, español y poscolonial.


Los turistas suelen coger el primer barco de la mañana en Buenos Aires y volver en el último de la tarde. La parte vieja de la ciudad se recorre a pie en poco tiempo, aunque siempre puedes alquilar un carrito de golf para darte una vuelta por allí. Hay algunas empresas en el centro, visítalas y compara precios. 

La parte más alejada para visitar es el Real de San Carlos, que se encuentra a un poco más de una hora andando desde la Plaza Mayor. 

Qué ver en Colonia del Sacramento

1. Muralla y Puerta de la Ciudadela: es la entrada al Barrio Histórico. Lo que se ve ahora es una reconstrucción realizada en 1968 cuando se quiso poner en valor el casco histórico. Durante el trabajo se utilizaron algunas piedras originales.
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2. Basílica del Santísimo Sacramento: la iglesia actual data del siglo XIX, pero se construyó sobre las ruinas de la iglesia más antigua de Uruguay.


3. Muelle Viejo: a la orilla del Río de la Plata y como acceso fluvial al Barrio Histórico, este pequeño muelle ofrece increíbles puestas de sol desde su coqueto paseo entablado.


4. Faro: se encuentra en la Punta de San Pedro y desde él se llega a ver la desembocadura del Río de la Plata. Se construyó en 1857 y cuenta con 118 escalones hasta su mirador.


5. Convento de San Francisco: las ruinas más antiguas del país se encuentran a los pies del faro. Datan de 1696.

6. Bastión de San Pedro: excepcionales vistas desde donde se puede llegar a ver la isla de San Gabriel.

7. Calle de los Suspiros: nace en la Plaza Mayor y sigue en pendiente hasta el Río de la Plata. En ella las casas, construidas en la primera mitad del siglo XVIII, tienen paredes de piedra, techos de teja y suelos de cerámica. Está señalizada con un azulejo de estilo portugués. Dicen que su nombre se debe a los burdeles que había en ella. Hoy es el lugar más fotografiado de la ciudad.


8. Museos de la Plaza Mayor: aquí se encuentran el Museo Portugués, el Museo Municipal y la Casa de Nacarello. En el Museo Municipal se puede adquirir una entrada conjunta que te permite visitar ocho museos de Colonia por poco precio.  

9. Cartel de Colonia de Sacramento: al final de la rambla se encuentra el cartel con el que quieren hacerse una foto todos los turistas. Para llegar a él tienes que dejar atrás el casco antiguo y continuar por un paseo en el que no encontrarás ningún negocio, por lo que aprovecha para comer antes de empezarlo. Desde la Plaza Mayor, tardarás una hora en llegar andando, pero el paseo no merece mucho la pena. En Google Maps aparece como Letrero Colonia. 


10. Real de San Carlos: su nombre se debe a Carlos III de España, cuyas tropas sitiaron este lugar portugués en 1761. Hoy es una zona residencial a las afueras de Colonia y cuenta con una pequeña capilla dedicada a San Benito de Palermo, el primer santo negro de la Iglesia católica. Además, encontrará un el Frontón Euskano, el más grande de América y que acogió el Mundial de Pelota Vasca en 1974.


Argentina: Día 19 - Visita a Colonia del Sacramento desde Buenos Aires



Desde Buenos Aires me fui a la Terminal de Puerto Madero para coger el barco hasta Colonia del Sacramento. La Terminal es bastante grande y tiene cafeterías y un restaurante, pero a precio mucho más alto que fuera. Tenlo en cuenta si quieres comer allí.

Reservé mi billete por internet con dos meses de antelación. Aunque era temporada baja, la demanda es altísima y hay que hacerlo con tiempo. Mi reserva la hice con Seacat Colonia, la mejor opción que vi para viajar barato y rápido al país vecino. 

Pasé el control de pasaportes y el barco me llevó en una hora al puerto de Colonia. Esta terminal es mucho más pequeña, pero tiene un wifi gratis súper rápido.

Eran poco más de las 9’00 y me dispuse a recorrer el centro de la ciudad. Tenía poco tiempo, porque mi barco de regreso salía a las 17’00 y debía estar en el puerto antes para pasar el control de pasaportes de nuevo. En esas horas, sí que da tiempo a llevarte más o menos una impresión del pueblo.

Mi plan era alquilar un carrito de golf o un buggy para moverme por allí. Me lo recomendaron en el hotel y me hizo gracia. Pero, como llovía a raudales, ese día ya no me pareció tan buena idea. En el centro histórico había varias empresas dedicadas a este negocio, pero hoy no tenían clientela.


Colonia del Sacramento fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1995. Uno de los mayores atractivos turísticos que tiene es su centro histórico, en el que se encuentran las construcciones más antiguas, galerías de arte y artesanos.

En pugna continua entre Portugal y España, reinos a los que fue perteneciendo sucesivamente a lo largo de los años, las calles empedradas del casco antiguo y sus edificios muestran la fusión de los estilos portugués, español y poscolonial.




Su centro ocupa una pequeña península sobre el Río de la Plata y, aunque no hay grandes monumentos en él, lo más interesante es pasear por sus tranquilas calles.





Para entrar en él fui a la calle de Manuel Lobo, fundador de Colonia, y atravesé el Portón de Campo. Esta era la antigua Puerta de la Ciudadela, aunque lo que se ve ahora es una reconstrucción realizada en 1968 cuando se quiso poner en valor el casco histórico. Durante el trabajo se utilizaron algunas piedras originales.


Al sur de la muralla está el Bastión de San Miguel y al norte el Bastión del Carmen, hoy convertido en teatro.

Atravesando el Portón, a la izquierda, me encontré con la calle más fotografiada de la ciudad: la Calle de los Suspiros. En ella las casas, construidas en la primera mitad del siglo XVIII, tienen paredes de piedra, techos de teja y suelos de cerámica, y está señalizada con un azulejo de estilo portugués. Dicen que su nombre se debe a los burdeles que había en ella.


Al fondo, llegando ya a la Plaza Mayor, se ve el Faro de 1857, a cuyos pies están los restos del Convento de San Francisco. Aquí se encuentran las ruinas más antiguas de Uruguay, que datan de 1696. Su interior es bastante austero.


El otro edificio alto que se observa es el de la Basílica del Santísimo Sacramento. La iglesia actual es del siglo XIX, pero se construyó sobre las ruinas de la iglesia más antigua de Uruguay.




La otra plaza importante del centro histórico es la de Manuel Lobo, en la que hay retos arqueológicos de los siglos XVII y XVIII. El edificio más famoso de la zona fue la lujosa Casa del Gobernador. Desgraciadamente, el primer virrey español del Río de la Plata, Cevallos, se encargó de su expolio.


Paseando entre tiendas de souvenirs y talleres artesanos, bajé por una calle hasta el Muelle Viejo, el acceso fluvial al barrio histórico. Un coqueto paseo entablado me ofreció unas vistas preciosas del Río de la Plata.

  

Como era temprano y estaba lloviendo menos, dejé atrás la parte antigua y me dirigí hacia la rambla. Mi idea era dar un paseo de una horilla hasta el cartel de Colonia de Sacramento y comer por allí.



Muy mala idea. Las vistas del paseo no merecen mucho la pena. Hay veces que es sólo un camino junto a la carretera desde el que no se ve nada. Tampoco había negocios. Absolutamente nada para comer. Llegué al cartel, me di media vuelta y empezó a diluviar como si no hubiera mañana.

Intenté coger un autobús que pasaba por allí. Pero iba lleno y encima no tenía pesos argentinos, porque la tarjeta me la habían aceptado en todos lados.


Eché otra hora de camino en volver a la ciudad. Con esa lluvia se me quitaron las ganas de ir al Real de San Carlos. No se podía ni abrir el paraguas del temporal que hacía.

Llegué a la Avenida del General Flores y entré a comer en el Restaurante El Mercosur porque me gustó su aviso en pro de las plantas.


En la tele estaban hablando del temporal y la camarera me avisó de que era probable que mi barco no saliera en hora por el viento.

La comida estuvo deliciosa (un famoso chivito uruguayo) y me salió mucho más barato que una calle más adelante, en el barrio histórico (donde los precios me parecieron bastante caros). La camarera fue muy amable y me tuvo allí refugiada hasta que paró un poco el viento y me fui al puerto.



En el puerto me dijeron que como el barco salía en una hora, tenían buenas previsiones para entonces y salió cuando estaba previsto. Llegué a Buenos Aires a las 18’30.

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Uruguay: 9 lugares imprescindibles que ver en Montevideo


La capital más austral de América descansa sobre la costa del Río de la Plata. Una metrópolis de casi dos millones de habitantes que tuvo su origen en una fortaleza española y que se acabaría convirtiendo en una importante ciudad portuaria y en una de las capitales más prósperas de Sudamérica.

Llena de espacios verdes y de preciosas playas, sólo la separan de Buenos Aires las aguas del río más ancho del mundo. Aunque puede convertirse en una buena excursión de un día si estás alojado en la ciudad porteña, ya que tienes barcos que conectan ambas capitales en pocas horas. 

Si llegas a Montevideo en barco, atracarás en plena Ciudad Vieja, el mayor atractivo de la capital. Si llegas en autobús a la estación de las Tres Cruces, basta con bajar andando por la céntrica e interesante Avenida 18 de Julio para llegar a ella.

Qué ver en Montevideo en un día 

A) Avenida 18 de julio:

1. Plaza de los Treinta y Tres Orientales: su nombre honra al batallón que logró recuperar la independencia del territorio que hoy es Uruguay. Delante de la plaza hay una reproducción del cuadro pintado por Juan Manuel Blanes dedicado a los treinta y tres orientales. 


2. Intendencia de Montevideo: sede el órgano ejecutivo del Gobierno de Montevideo, su construcción comenzó en 1935. Hoy además acoge el Museo de Historia del Arte y el Archivo Fotográfico. En sus salas se exponen obra representativas de diferentes regiones del mundo, incluyendo reproducciones de arte egipcio, romano y griego, y la pieza original de una momia de la sacerdotisa egipcia. 


3. Palacio Salvo: en la esquina de la Avenida 18 de Julio con la Plaza Independencia se alza el edificio más emblemático de Montevideo, obra del arquitecto Mario Palanti, el mismo que diseñó el Palacio Barolo de Buenos Aires. Con sus 100 metros y 27 plantas, fue la torre más alta de Latinoamérica junto con su gemelo porteño. De estilo art decó ecléctico se construyó para albergar un hotel, con un ala dedicada a oficinas. Actualmente cuenta con comercios en la planta baja y con oficinas y viviendas en las plantas superiores. 


4. Plaza Independencia: la plaza más importante de Montevideo se encuentra justo antes de entrar a la Ciudad Vieja. Se construyó sobre el lugar donde estaba antiguamente la Ciudadela. En su centro puedes ver el Monumento y Mausoleo de Artigas, una gran estatua ecuestre de José Gervasio Artigas, militar y estadista que actuó durante la Guerra de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y que destacó por ser el heraldo del federalismo en lo que hoy son Argentina y Uruguay 


B) Ciudad Vieja

5. Puerta de la Ciudadela: en la Plaza Independencia quedan los restos de la puerta que daba acceso a una gran fortaleza militar española que defendió este territorio durante el siglo XVIII. En 1877, cuando Montevideo empieza a crecer, se tiraron abajo las murallas y la puerta se trasladó a la Escuela de Artes y Oficios hasta 1959, fecha en la que la coloraron en su lugar original como vestigio de la historia de Uruguay. Hoy marca la entrada a la Ciudad Vieja.


6. Teatro Solís: inaugurado en 1856, es el teatro más importante del país. Su entrada principal es por la calle Buenos Aires y su fachada tiene muchas similitudes con la del Teatro Carlo Felice de Génova. El edificio ofrece visitas guiadas a sus instalaciones. 


7. Peatonal Sarandí: es el lugar más visitado por los turistas. Comienza en la Puerta de la Ciudadela, continúa por la Plaza Constitución o Plaza Matriz y termina en la Rambla. Es una calle muy pintoresca, llena de galerías de arte, tiendas y edificios importantes, como el Cabildo, la Catedral o el Plaza Fuerte Hotel. 


8. Catedral: frente a la Plaza Constitución, está considerada Monumento Histórico Nacional. Sus orígenes están en la construcción de una pequeña iglesia de ladrillos en 1740. Está consagrada a los patrones de Montevideo, San Felipe y San Santiago y en su interior descansan los restos de varias personalidades importantes, como los antiguos Presidentes de la República Fructuoso Rivera y Joaquín Suarez. 


9. La Rambla y Plaza del Mercado del Puerto: al final de la Ciudad Vieja se llega a un gran paseo de 24 km de largo que bordea la costa del Río de la Plata. Cerca del centro histórico puedes ver el Mercado del Puerto, inaugurado en 1868. Hoy ya no funciona como mercado, sino como lugar gastronómico y en él se han ubicado numerosos restaurantes y puestos de comida.