El domingo pasado me di una vuelta por este área recreativa
de la que me habían hablado muy bien. Salí de Madrid muy temprano, pero aun
así, cuando llegué a la salida de la autovía había una cola impresionante. Como
2 kilómetros de retención. Y eso que el recinto abre a las 11’00. Me tocó
esperar allí durante más de media hora para poder moverme. Con un calor de la
hostia.
Los coches empezaron a moverse lentamente a menos cuarto (se
ve que el parking lo abren antes), y allí ya empezó el caos. Coches saltándose
las medianas, adelantando por el arcén… incluso había listos que se metían por
el desvío hacia Burgos para luego volver a nuestro carril… Una vergüenza, la
verdad.
Y es que, en cuanto el parking se llena, se cierra y te
quedas sin entrar. Tanto para eso.
Yo tuve suerte y llegué bien, al final. Pero
dentro ya fue… eso parecía Benidorm, primera línea de playa. La gente corriendo
con todos los cachivaches a cuestas para coger sitio. Y luego, pa ná. Porque a
la que te descuidabas ya estabas rodeado con toallas por todas partes, incluso
encima, toallas sobre toallas (como en mi caso que, cuando salí de bañarme, me
había colocado una en lo alto de la mía). Vamos, que cuando la sombra cambiaba,
te comías todo el sol, sí o sí, porque no había posibilidad de moverte. El aforo
es de 2000 personas, así que imagínate.
Como es lógico, con tanta gente, la cola de los baños (sucios),
ni te cuento ya…Y a la hora de comer, la cola del bar… tres cuartas de lo
mismo. Además, por una extraña razón, la mitad de la piscina estaba cerrada y
no la abrieron hasta más tarde, con lo cual hasta el agua estaba abarrotada. No
quiero pensar que fuera por la falta de otro socorrista que llegó después…
Las piscinas de Buitrago
Después de contarte mi experiencia allí (que fue corta
porque después de comer me fui de lo agobiada que estaba ya) te voy a hablar un
poco de la zona.
Las piscinas se encuentran en área recreativa creada por el
Canal de Isabel II en 1993. Están a 74 km de Madrid, en el término municipal de
Buitrago de Lozoya, y se asienta en la orilla del embalse de Riosequillo.
El complejo cuenta con dos piscinas: una grande, de 4500 m2,
y otra más pequeña para los niños. Realmente, si no es por el paisaje del
embalse, es igual que cualquier piscina municipal, con su fondo azul, su cloro y
ya está. Me esperaba algo más salvaje por aquello de “naturales”.
Además, hay instalaciones deportivas para jugar al fútbol,
al baloncesto, aparatos de gimnasia, mesas de picnic, zonas infantiles, incluso
una colchoneta inflable para que los niños se diviertan. Los animales no están
permitidos.
Lo mejor: las vistas al embalse.
Lo peor: el abarrotamiento de gente.
Cómo llegar a las Piscinas Naturales de Riosequillo
- Carretera Madrid-Irún, km 74. Buitrago de Lozoya (Muy bien señalizado)
- Teléfono: 912 932 047 (De lunes a viernes, de 9’00 a 19’00)
- En autobús:
- Desde Madrid, cogiendo el autobús 191 con salida desde Plaza de Castilla. Este autobús os lleva a Buitrago de Lozoya. Desde allí hay que andar unos 3 km.
Horario
- Abierto todos los días excepto lunes no festivos y martes siguientes a lunes festivos.
- Piscina: del 27 de junio al 30 de agosto de 2015
- Entre semana: de 11’30 a 20’30
- Sábados, domingos y festivos: de 11’00 a 21’00 (Hay que llegar a las 10’00 para poder coger sitio).
- El área está abierta SIN PISCINA: los dos primeros fines de semana de septiembre.
Precio
- Discapacitados: gratis.
- Laborales:
- Adultos: 3€. Niños hasta 14 años y mayores de 65: 2€
- Sábados, domingos y festivos: Adultos: 3’5€. Niños y mayores de 65 años: 2€
- Bono de diez pases:
- Adultos: 26€. Niños y mayores de 65 años: 13€
- Bono familiar de temporada (con libro de familia): 126€
En fin, creo que tendré que probar algún sitio más “natural” y algo más tranquilo para refrescarme este verano.