Mostrando entradas con la etiqueta Diario de Viaje China. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Diario de Viaje China. Mostrar todas las entradas

China: Día 8 – Hong Kong: Chungking Mansions - Cutre es poco


Una vez visto Man Mo Temple, volví hacia Nathan Road para ver el edificio de las Chungking Mansions. Cuando planeé mi viaje tenía pensado alojarme aquí por ser bastante barato, pero investigando un poco me di cuenta de que era demasiado cutre hasta para mí.

Es un edificio que parece una colmena. Construido en los sesenta, su mala reputación data de los setenta, cuando fue un sitio de reunión para los hippies y los mochileros. Su fama creció durante los ochenta cuando su clientela se hizo cada vez más fea.


Nada más ver la entrada al edificio ya te asustas. Todo oscuro. Las tiendas y los restaurantes se suceden en las dos primeras plantas y luego… miseria y decenas de pisos convertidos en pensiones de mala muerte, donde los bichos parece que te van a devorar. No conozco a nadie que no haya visto bichos en Chungking Mansions. Si tú no, eres muy afortunados.

Hoy está lleno de inmigrantes africanos y asiáticos que, buscando una vida mejor, han acabado en la pobreza y en las mafias. Un dicho popular es que las Chungking Mansions están en Hong Kong, pero no son de Hong Kong.


Las redadas policiales son pura rutina. Mucha gente se siente atraída por el fuerte olor a rico curry que inunda la calle cuando pasas por el edifico, pero cuando ven la entrada… pues se echan para atrás.

En esta colmena viven actualmente más de 4000 personas. Son 17 plantas compuestas por cinco bloques, A, B, C, D y E. Hay dos ascensores en cada edificio, son tan seguros que se han visto obligados a poner cámaras de seguridad. No se sabe qué es mejor: si meterse en uno de ellos o usar las escaleras sucias y llenas de Dios sabe qué. Las pensiones y hostales son súperbaratos, pero minúsculos y sucios, con colchones finísimos. Es el edificio con más hostales de todo Hong Kong, con 1980 habitaciones, con distintos propietarios.

A todo esto, añado que por todos los habitantes de Hong Kong el edificio es conocido por ser una trampa para incendios. Condiciones insalubres, un sistema eléctrico antiquísimo y en malas condiciones, unas medidas de seguridad inexistentes y varios tramos de escalera bloqueados contribuyen a su fama.  Además, muchas de las habitaciones no tienen ventana, o dan a un minúsculo patio interior, también bloqueado y lleno de cables sueltos, añadiendo más emoción al asunto. Por todo esto, ha tenido bastantes incendios y explosiones a lo largo de su historia.

Debido a una gran explosión que hubo, en 1999 decidieron mejorar un poco su aspecto, pusieron cámaras de seguridad, contrataron seguratas y limpiadores. Hay más redadas policiales y más patrullas de inspección.

Aun así, mi impresión fue la de un edificio-isla en pleno centro de Hong Kong, en su zona más turística, donde imperan los ilegales, la prostitución, el tráfico de droga y de todo tipo de productos, falsificación de documentos, mafias… y restaurantes de curry. No quiero pensar cómo sería antes de las mejoras…

Otras entradas que te pueden interesar:

China: Día 8 – Hong Kong: Visitando el Man Mo Temple


De Lantau volví  a Hong Kong para ver Man Mo Temple. Es templo está dedicado al Dios de la Literatura (Man) y al de la Guerra (Mo), los dos dioses a los que rezaban los estudiantes para aprobar los exámenes oficiales para ser funcionarios de la China imperial.



  
Lo más curioso es que en él hay un horno donde los fieles van quemando figuritas de papel, según sean sus deseos. Hay figuritas de papel de todo en las tiendas de alrededor del templo: dinero, bebés, casas… Todo de papel muy historiado para que lo quemen.

No es muy grande, pero está curioso y es gratis. Además, en las cuestas de alrededor hay un montón de mercadillos típicos de las películas en las que sale Hong Kong.



Cómo llegar a Man Mo Temple:

🚍 Autobús 26: se coge en la entrada de Pacific Place en Admiralty y atravesar Hollywood Road. Allí, caminar un poquito.

🚇 Metro: Central Station Salida D2 y dirigirse hacia la derecha, hacia el Theatre Lane. Caminar por Queen’s Road Central hacia The Center y coger las Central-Mid Escalator hacia Hollywood Road.

🚇 Metro: Sheung Wan Station Salida A2 y caminar por Hillier Street hacia Queen’s Road Central. Continuar por Ladder Street (al lado de Lok Ku Road) hacia Hollywood Road. 

China: Día 8 – Hong Kong: Visitando Lantau, Po Lin Monastery y Buda de Tian Tan


Cómo llegar a Lantau

La manera más bonita de llegar a la isla de Lantau para ver el Buda Gigante de Tian Tan, es usando el teleférico Ngong Ping 360   昂坪360 .  Para ello hay que coger el metro hasta la estación de Tung Chung.


En media hora o así, cubre más de 5,7km, atraviesa todo el mar, adentrándose en las montañas y en las nubes. Y encima a mí me pilló un día de niebla y tormentas… Recomiendo que pagues un poco más por la cabina con el suelo de cristal porque las vistas son impresionantes.





Se llama 360 porque el pasajero tiene una vista de 360º de todo Lantau. Tarda más o menos media hora en llegar, así que se ahorra mucho tiempo si lo comparas con lo que tarda el autobús Línea 23, que tiene que atravesar carreteras de montaña.


Al bajarte del teleférico verás Ngong Ping Village, una especie de parque temático cultural. Aquí hay algunas atracciones como:

● Walking with Buddah: donde ponen una película de dibujos sobre Buda y das un paseo por algunas decoraciones budistas donde puedes poner tu deseo en una hoja para que el Buda se lo quede y se cumpla.
● Ngong Ping Tea House: con una tetera en la puerta, es una casa de té bastante cara.
● Monkey’s tale: donde marionetas de monos os contarán una historia.



También hay ciertos espectáculos. Yo tuve la suerte de ver una exhibición de kung fu.



Por todas partes hay tiendas de recuerdos y aseos. Y una exposición con estatuas de los teleféricos más largos del mundo, no sabía yo que había uno español.


🕑 Horario: 9’00 – 18’00

💴 Tickets:

●  Sólo ida: en cabina normal 94 y en cristal 149 yuanes.
●  Ida y vuelta: en cabina normal 135 y en cristal 213 yuanes.
●  Jouney of Enlightenment Package: incluye el teleférico ida y vuelta y la entrada a Walking with Buddah y a Moneky’s Tale Theater.
●  Hay entradas de pago también para estos espectáculos, pero merece más la pena pagar por el paquete completo
A tan sólo unos metros se encuentra el Monasterio de Po Lin 宝莲禅寺 , un complejo budista construido en 1920. Aquí hay restaurantes y cafeterías con precios baratos, eso sí, todo vegetariano. 




Allí comienza la ascensión al Buda Tian Tan  天壇大佛 , con 34 metros de altura. Es el Buda sentado más grande del mundo y está formado por 202 piezas de bronce.  La estatua está sentada en una gran hoja de loto y la rodean varias estatuas de dioses que representan la inmortalidad. Es precioso, así que… ¡no te desanimes por los 268 escalones que tendrás que subir!






China: Día 7 – Qué ver en Macao. Día de casinos.


Lo primero que aprendes de Macao es que no se parece en nada a China, ni siquiera su nombre, que en chino es Aomén 
澳門. En su centro parece que estás en cualquier pueblecito mediterráneo, con sus casitas y sus monumentos de estilo colonial. Macao me gustó mucho, pero me cayó una tormenta tropical de aúpa. Nunca había visto yo llover tanto.

Moneda de Macao: Su moneda es la pataca, que vale tan sólo un poquito menos que el dólar de Hong Kong, por lo que no merece la pena cambiar y que te cobren comisión. Además, allí todo el mundo utilizada dólares. Me fue muy difícil que me dieran patacas de cambio en las tiendas. Al final, en una de ellas lo pedí expresamente y, aunque el dependiente se extrañó, me dio de cambio algunas monedas. 

Cómo es el transporte en Macao

Cómo ir de Hong Kong a Macao: Para llegar a Macao puedes coger los ferries en Central o en Tsim Sha Tsui. Hay barcos desde las 7’00 hasta las 00’00 y el trayecto dura una hora. Ten cuidado, porque en la ventanilla hay distintas empresas y debes ver cuál es la más barata. También hay gente que te quiere vender billetes mientras estás en la cola… pero a saber si esta revenda es falsa o no.


El billete me costó unos 25 euros ida y vuelta con Turbojet. La vuelta se puede dejar abierta para coger cualquier barco hasta las 21’00.

Una vez en Macao, me bajé del ferry y en la estación cogí un montón de folletos y mapas gratuitos. En la puerta había un montón de autobuses propiedad de los casinos. Son gratis, así que puedes aprovecharlos para moverte de casino en casino. Para la vuelta, también hacen el trayecto hasta el ferry y el aeropuerto, e incluso te guardan el equipaje. Todo sea para que los clientes se tiren el máximo tiempo posible jugando y se olviden de las prisas.

Los casinos de Macao

Como quería ir al centro, cogí el autobús del Casino Grand Lisboa. Los casinos son la principal fuente de ingresos de la zona, teniendo en cuenta que en el resto de China el juego está prohibido.  Macao es una Región Administrativa Especial y tiene estos privilegios que aportan al Gobierno chino millones y millones de dólares. Recaudan mucho más que Las Vegas y es que hay más de 3000 millones de personas que viven a menos de cinco horas en avión, y a esa distancia de Las Vegas sólo viven 400. Stanley Ho poseía el monopolio de los casinos en Macao, con su Casino Lisboa. Hoy hay más de 300, incluyendo las posesiones de Sheldon Adelson. 


Aunque aquí también contrastan los edificios de lujo con la pobreza y la cochambre:


La mayoría de los casinos están en la península, pero por falta de espacio, también están haciendo ya en Cotai, un terreno artificial que une las islas de Taipa y Coloane. Allí están el Galaxy, The Venetian, o el City of Dreams. Con menos de un euro que metí en las tragaperras, al final me gané quince eurazos: cena solucionada.



El idioma de Macao

Todos los carteles están en portugués, aunque casi nadie lo habla. Macao fue devuelta a China por los portugueses en 1999. Sólo un 5% de la población de Macao es portuguesa, aunque sus tradiciones siguen estando vigentes, sobre todo en la gastronomía.

El inglés tampoco es muy hablado. Así que: o chino, o gestos y dibujitos, porque chino…

La Gastronomía

Abundan las recetas portuguesas por todos lados, sobre todo, a base de bacao.

El postre más famoso es el pastel de Belén (pastéis de Belém). Son tartaletas de crema hechas con una receta secreta que no se ha desvelado en casi 200 años. Supuestamente, sólo hay tres personas en el mundo que la conozca, aunque las puedes encontrar en un montón de tiendas en Macao. Se elabora en la oficina del secreto (oficina do segredo) durante dos días. La pasta es de hojaldre y la crema es de yema de huevo, leche y azúcar. Están buenísimas.





Qué ver en Macao

La Torre de Macao:
a orillas de la Bahía grande. Mide 338 metros de altura. Desde aquí se pueden hacer actividades como puenting, o escalada por sus paredes exteriores. Mmmm, ni de coña…

Largo del Senado: este es el centro histórico, podríamos estar en cualquier ciudad portuguesa. El paisaje se transforma y tenemos monumentos como:

  Edificio de Correos.
●  Santa Casa de la Misericordia.
●  Leal Senado: Actual Ayuntamiento, el edificio es del s.XIX




Iglesia de Santo Domingo: del s.XVII, tiene una bella fachada colonial y está situada junto al edificio del Leal Senado. Detrás hay un museo religioso gratuito, que no está mal. Nosotros nos tuvimos que refugiar aquí de la tormenta tropical que nos estaba cayendo.



Ruinas de Sao Paulo:
antigua catedral del s.XVII, construida por refugiados cristianos japoneses a las órdenes de un jesuita italiano. A mediados del s.XIX hubo un incendio y hoy sólo queda la fachada, de estilo barroco portugués.

Fortaleza de Monte: donde está el Museo de Macao. El edificio data de 1617.  La entrada es gratuita y el horario es de martes a domingo, de 10’00 a 18’00




Un poco más alejada, también conviene visitar la Pousada Sao Tiago, una cueva-hospedería, cuya cafetería es muy bonita. Pero sus precios son bastante caros. http://www.saotiago.com.mo/

Para volver al ferry fui de nuevo al Casino Grand Lisboa y allí me dieron un pase para que el autobús me llevara gratis. Al llevar un ticket con la vuelta abierta, sin hora predeterminada, tuve que esperar en la cola hasta que hubiera hueco. Primero iban los que tenían el billete con ese horario y luego los “sin horario”. Ten en cuenta por si tienes prisa.

Otras entradas que te pueden interesar:

China: Día 6 – Hong Kong: Visitando The Peak, Avenue of Stars y The Symphony of Lights


Desde el hotel, me subí al autobús que me llevaría a la parada del centro comercial Pacific Place. Desde allí es sólo subir la cuesta que está en esa calle dejando el parque a la izquierda. Lo verás en la acera de en frente.

Desde ese lugar se coge el Peak Tram, un  tranvía que lleva funcionando desde 1888, sin accidentes. El precio del viaje es de 20HK$ y el de ida y vuelta es de 30HK$.


El tranvía sube hasta Peak Tower, un gran centro comercial, que parece una sartén wok. Allí también hay un Madame Tussaud. Si quieres subir al mirador tendrás que ir al Sky Terrace 428, una terraza panorámica. Su precio es de 25HK$.

Desgraciadamente, después de llevar haciendo cola durante una hora, al llegar a la ventanilla me dijeron que había habido un problema y que por hoy no se vendían más billetes. Así que… me ahorré el viaje y di una vuelta por la zona. 

Lippo Towers

Bank of China (lloviendo) rompiendo con las leyes del Feng Shui

Para no perder más el tiempo, corrí hacia las Central Mid-Level Escalator, por curiosidad. La escalera mecánica más larga del mundo, con 800 metros. Sirve de medio de transporte para la gente que vive en Mid-Levels y tiene que bajar a Central a trabajar. De 6'00 a 10'00 baja y de 10'00 a 00'00 sube. No subí, lógicamente. 


Desde Central cogí el MTR hacia Tsim Sha Tsui, Exit J, para pasear por la Avenida de las estrellas 星光大. Una copia de la de Los Ángeles, pero con actores chinos. La foto por excelencia es la que todo el mundo se hace con la estatua de Bruce Lee, y es que a los demás… como que no los conocemos.



En Tsim Sha Tsui están las mejores vistas para disfrutar cada noche la Symphony of Lights. Todos los edificios de la bahía realizan un espectáculo de luces lásers a las 20:00. Es muy parecida a la de Shanghai, pero participan más edificios. Aunque me llovió un poco, las vistas fueron maravillosas.




Ya que estaba cerca, decidí pasear por la famosa Nathan Road y cenar por allí. Esta calle es la Milla de Oro de Hong Kong. Los neones deslumbran por todos lados en intento de ver quién pone el cartel más grande y con más luces. Hay muchísimo movimiento, muchos tiendas que cierran tarde… Hay un ambiente muy bueno.


Para volver, me perdí, para no variar. Pregunté a una mujer que estaba en una parada de autobús. Como no lo sabía, llamó por teléfono a mi hotel para que se lo indicara y me apuntó las indicaciones en chino y en inglés. Todo un detalle: volver a Central, caminar hasta Queen Victoria Street, Connaught Road Central y coger el bus 91 en dirección a Ap Lei Chau (22 paradas y 31 minutos).

Rendida, en el hotel aproveché para disfrutar del mini bar gratuito, hacer la colada y ver videos en la tele 3D, que para eso era la novedad.