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Rusia: 11 lugares que ver en Petropavlovsk – Kamchatka


Petropavlovsk-Kamchatsky es la capital de la Península de Kamchatka y la segunda gran ciudad del mundo a la que no se puede acceder por carretera. Por sí sola la ciudad no tiene mucho que ver. Es un ir y venir de colinas y cuestas serpenteantes, calles sin asfaltar, casas que parecen chabolas, tendederos improvisados en cualquier lado, autobuses y coches que contaminan por doquier… Pero es la entrada a una increíble tierra llena de volcanes y naturaleza en estado puro.

Normalmente los turistas llegan al aeropuerto de Yelizovo y toman Petropavlovsk como centro de operaciones para hacer excursiones por la península. Muchas de estas excursiones se realizan durante varios días, o incluso semanas, y en campamentos base cerca de los volcanes.

Las excursiones de un día, llegan a Patropavlovsk por la tarde, hora perfecta para coger un autobús (los tickets son baratísimos) y lanzarse a visitar el centro. La zona más bonita es la que rodea a Lenin Square. Allí llevan la mayoría de los autobuses que bajan por las colinas. Cerca de la estatua de Lenin hay un trocito de playa, un lago, varias esculturas, un banco y un centro comercial / supermercado donde podéis sacar dinero en el cajero de la entrada. Todo ello rodeado de increíbles vistas de volcanes.

Qué ver en Petropavlovsk – Kamchatka



1. Lenin Square: constituye el centro de la ciudad, frente a la playa y con unas vistas impresionantes a los volcanes que rodean Petropavlovsk. Al lado de la estatua de Lenin, se encuentra la de Jean Francois de la Perouse, quien lideró una expedición alrededor del mundo en 1787 y cuyo barco acabó encallado aquí.


2. Iglesia de la Santísima Trinidad: es la iglesia principal de Petropavlovsk. Su cúpula dorada se puede ver desde casi todas partes de la ciudad. Aunque parezca antigua, tan sólo tiene unos cuantos años. Su construcción no está completada aún y siguen recaudando fondos para ello.


3. Iglesia de San Nicolás: junto a la Iglesia de la Santísima Trinidad se alza ésta otra, mucho más pequeña.

sobory.ru

4. Museo de Estudios Regionales: en él podrás obtener información sobre los nativos de la península de Kamchatka, la historia de los rusos allí y la flora y fauna autóctona. Se encuentra en un bonito edificio con vistas a la bahía. Precio: 120 rublos. Horario: de miércoles a domingo, de 10’30 a 18’00.


5. Museo de los Volcanes: tiene una amplia colección de minerales y rocas provenientes de volcanes de todo el mundo.

vulcanarium.com

6. Museo de Bellas Artes: es un museo relativamente joven, pero alberga una bonita colección de artistas nativos.

7. Capilla de Alexander Nevsky: data de 1857, cuando se levantó para conmemorar la victoria sobre los ingleses y los franceses en la Batalla de Petropavlovsk. La capilla original quedó destruida en 1937 durante las campañas antirreligiosas estalinistas. Sin embargo, se volvió a poner en pie en el 2007.

8. Playa: delante de Lenin Square hay una playita desde la que puedes ver los volcanes a la vez que te estás dando un baño.


9. Nikolskaya Hill: sobre esta colina se alza el Monumento a la Gloria, erigido en 1882 en honor a la defensa de la ciudad durante la Guerra de Crimera. Es un lugar estupendo para dar un paseo entre los árboles disfrutando de las vistas de la Bahía de Avacha.

kamchatkaland.com

10. Monumento a Bering: constituye el monumento más antiguo del Lejando Oriente ruso. Se construyó en 1823 en honor al fundador de la ciudad: Vitus Bering.

Wikipedia


11. Monumentos de la Guerra de Crimea: la pequeña capilla y sus monumentos recuerdan las pérdidas durante este fatídico conflicto.


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Rusia: Cómo moverse y cuánto cuesta el transporte en Petropavlovsk


La mejor manera de moverse por la ciudad es usando su red de autobuses.

La avenida central de Petropavlovsk comienza cerca de la estación de autobuses llamada "10 km", en Pobedy, y cambia de nombre once veces mientras continúa sinuosamente entre las colinas. Muchos autobuses (R25) y marshrutky (R40) hacen este trayecto. Su frecuencia es bastante alta y el precio del billete es de 20-30 rublos.

Hay autobuses municipales verdes y también otros de muchos colores que son privados. Los privados realizan las mismas rutas que los municipales. La mayoría de los autobuses son coreanos, como lo indican sus pegatinas y carteles, vendidos a bajo coste a los rusos. Dentro, es curioso que todos tienen una especie de cortinillas como ésta: 




El sistema de transporte más popular entre los locales es el mykreek, unos minibuses locales. Éstos también se encargan de hacer las mismas rutas, sólo que el billete puede saliros un poquito más barato.   

Rusia: Día 16 – Visitando Vladivostok en un día


La verdad es que no tenía en mente pasar por Vladivostok en mi viaje. Sin embargo, no había otra combinación de vuelos que me viniera bien desde Irkutsk a Petropavlovsk. Como no conocía la ciudad, y me hacía ilusión también ver dónde terminaba el Transiberiano, allí que acabé.

Mi hotel, el Aurora Park, estaba bastante retirado del centro (18 km). Por la mañana, muy temprano, cogí un autobús que supuestamente me llevaba a la mítica estación de tren. No fue así. El conductor entendería otra cosa, porque acabé lejísimos. Cogí otro autobús… y pasó lo mismo. A la tercera va la vencida. El último me llevó a Central Square. Un acierto.

Al poco que pises Vladivostok te darás cuenta de que es una ciudad muy militarizada. Hasta 1992 no podía entrar ningún extranjero en la ciudad y hoy la presencia de guardias y militares queda patente en muchas calles. Hasta los cochecitos para que alquilen los niños… ¡son tanques!



En la Plaza de la Revolución me encontré muchos autobuses llenos de chinos, que bajaban para hacer fotos a uno de los monumentos más famosos de Vladivostok: las estatuas en memoria de los que lucharon para que el remoto Lejano Oriente cayera en manos bolcheviques. A pesar de toda la vigilancia que había, abundaban los borrachos y malas pintas por allí.



Muy cerca de allí se encuentra la Estación de Tren y la Terminal de Ferries. Merece la pena echarle un vistazo a la estación, el edificio es muy bonito y aún se pueden ver en los andenes algunos trenes viejos.




Volviendo sobre mis pasos llegué a la calle peatonal Admirala Fokina, una calle llena de gente y en la que hay un montón de tiendas y restaurantes. Esta calle contrastaba con todo lo que había visto antes de la ciudad.


Justo cuando acaba la calle, hay una gran fuente y empieza un largo paseo marítimo en el que vi un montón de chiringuitos originales, puestos de comida y restaurantes en contenedores de barcos restaurados. Uno de los que más me gustó fue éste, en el que los asientos son columpios.




Dejé el paseo marítimo atrás y continué por la Plaza de las ciudades hermanadas, en la que descansé un poco aprovechando que había wifi gratis. En ella hay bancos, sombras y un arco por cada ciudad que esté hermanada con Vladivostok.


Un poco más adelante, me dirigí hacia el Museo de la Fortaleza. No lo vi por dentro, pero se puede ver el exterior sin tener que pagar entrada. Fuera hay una gran exposición de armamento.


Después de comer algo, volví hacia Central Square para continuar calle abajo y ver el famoso Submarino S-56, el mejor submarino ruso de la Segunda Guerra Mundial y el primero en dar la vuelta al mundo. Se suponía que se podía ver por dentro, pero estaba cerrado.


La zona del submarino estaba especialmente vigilada por militares. Justo en frente, atravesando la carretera, se encontrada desplegada la Flota Naval Rusa en el Pacífico. Me habían advertido de que tenía que tener cuidado con las fotos, porque era normal que los militares se sintieran amenazados y que te impusieran una multa.



Al lado del submarino vi otros dos monumentos: el Arco del Triunfo y la Capilla de San Andrés.



Subí unas escaleras para continuar hasta el funicular de Vladivostok. Cuanto más me alejaba del centro, más profunda se volvía la cosa. Aún no puedo entender cómo esta ciudad estaba en el ranking de las mejores ciudades portuarias del mundo: el aire estaba fuertemente contaminado y se hacía imposible respirar en algunos tramos, las calles estaban sucias y rotas, los atascos eran increíbles y cada uno conducía como le daba la gana, no se respetaban las señales, ni los carriles… Un caos.




Muchas cuestas para arriba después (Vladivostok es llamada la San Francisco de Rusia), llegué al funicular. Lo vi en un estado tan lamentable que no me quise ni montar y recorrí el trayecto que éste hace subiendo a pie más cuestas.


Al final de todo, hay que atravesar una rotonda y subir unas cuantas escaleras más para llegar a un observatorio desde el que se obtienen unas vistas inmejorables de la ciudad y de su famoso puente.





Entre tanta cuesta, el tiempo había cambiado repentinamente. De estar en manga corta, a necesitar chubasquero. El paraguas era inservible, por el fuerte viento. Mi deseo de ir a ver el faro no pudo cumplirse. Cuando el tiempo está así, no se puede atravesar el camino.

Así que cogí un autobús para llegar al hotel. El autobús me dejó en mitad de una autovía. Sin saber qué hacer, cogí otro autobús. El tráfico, con la lluvia, había empeorado aún más y tardé muchísimo tiempo en llegar a la parada del parque Aurora. Lo hice en una marshrutka. Yo no encontraba mi cinturón y resultó que estaba cerrando la puerta de atrás. Muy limpio y seguro todo...


Allí cogí mi equipaje de la consigna y esperé otro autobús que me llevara al aeropuerto. Fue inútil. No encontré ninguno. De repente, una señora apareció en la parada en la que estaba (en mitad de la nada). Me escuchó hablar español y se acercó para preguntarme “¿Astorga?” Me extrañó mucho. Le dije que era española, pero no de Astorga. Siguió insistiendo la mujer. Buscó Astorga en su móvil y me enseñó la Wikipedia. No había duda, la mujer estaba muy interesada en esa ciudad. Sería por el cocido maragato… Imposible comunicarse con ella. 😕

Después de esperar lo impensable allí mientras iban y venían personas cada vez más raras venidas de la nada (no olvides que la parada estaba en medio de una autovía, delante de un gran parque y en una zona aislada), me cansé. Volví al hotel y le pedí a la recepcionista que me consiguiera un taxi. Se rio y me mandó a su novio. Seguro. Apareció un cani ruso, con la gorra pequeña, que me llevó en su coche hasta el aeropuerto acompañada del chunda-chunda de discoteca a toda voz y conduciendo con una sola mano un coche japonés. En la otra tenía una pelota antiestrés que no paraba de apretar para que le saliera músculo. A veces dejaba de coger el volante y se tocaba su bíceps para comprobar que estaba mazao.

El resto de la tarde-noche la pasé en el aeropuerto. Cené en una pizzería y me hinché a comprar cosas de una máquina de productos japoneses que había allí. No tengo remedio. Friki… 

Rusia: 12 lugares imprescindibles que ver en Vladivostok en un día


Situada a más de 9.000 kilómetros al este de Moscú y separada de ella por 7 franjas horarias, Vladivostok es la primera ciudad de Rusia en recibir el año nuevo.

Está rodeada por el Golfo de Amursky al oeste, el Golfo de Ussuriysky al este y la Golden Horn Bay al sur, es el hogar de la Flota del Pacífico de la Armada Rusa. Desde su fundación en 1860 como puesto militar, la ciudad es un punto referencia para el comercio marítimo. Durante 35 años, en la época soviética, la entrada a Vladivostok quedó prohibida para extranjeros hasta 1992. Afortunadamente, hoy ya no es así y es común encontrarse con muchos turistas haciendo fotos por el centro (chinos y coreanos, sobre todo).

No olvides que Vladivostok está fuertemente militarizada. ¡Ten cuidado con las fotos! En Golden Horn Bay está dispuesta su Flota del Pacífico. Las fotos desde lejos no llamarán mucho la atención, pero los militares pueden ponerte una multa (aunque oficialmente puede que ni exista en realidad) por hacerles fotos de cerca, o a algún sitio que no les guste.

Lo más relevante de la ciudad se puede visitar a pie sin problemas (aunque hay  muchas cuestas). El Cabo Egersheld te pillará algo más retirado.

Qué ver en Vladivostok en un día


1. Estación de tren de Vladivostok: incluso si tu viaje no incluye trenes, la preciosa estación de Vladivostok merece una visita. Los últimos motores de vapor que se usaron allí, todavía permanecen en las plataformas. Su fama está mundialmente reconocida desde que se inauguró en 1904 la ruta del Transiberiano, por ser ésta la última parada. Prueba de ello es la señal que marca 9.288 km, la distancia exacta del trayecto.


2. Central Square (Ploschad Bortsov Revolutsy): una gran plaza por la que podrás encontrar a un montón de militares desfilando. Allí están las estatuas en memoria de los Luchadores por el poder soviético en el Lejano Oriente, en honor a aquéllos que pusieron este remoto lugar bajo el mando bolchevique.


3. Admirala Fokina: una bonita calle peatonal llena de restaurantes, bares, tiendas y gente paseando tranquilamente.


4. Plaza de las ciudades hermanas (Площадь побратимов): en ella hay once arcos con el nombre de las ciudades que están hermanadas con Vladivostok. Es un buen lugar para sentarse a descansar un poco en un banco y disfrutar de la zona de wifi gratis.


5. Museo de la Fortaleza de Vladivostok: esta fortaleza se construyó hace un siglo para defenderse de una posible invasión por parte de Japón. Hoy, a su alrededor hay antiguas bombas, ametralladoras, vehículos militares…, que se pueden ver gratuitamente. Para pasar al interior hay que pagar una entrada bastante barata. Con ella podrás ver una exposición sobre la historia de la presencia rusa en esta región. http://www.vladfort.ru/


6. Paseo Marítimo por Sportivnaya Harbor: cerca de Central Square encontrarás un bonito paseo marítimo lleno de restaurantes y chiringuitos de playa. Hay buen ambiente, los precios no son caros y las vistas son bonitas.


7. Submarino S-56: este submarino de la Segunda Guerra Mundial está anclado al lado del Memorial Naval. Se puso allí en 1975 para conmemorar el 30º aniversario de la Gran Victoria. Durante la guerra, el S-56 llegó a ser el submarino más efectivo de todos los que poseía el ejército ruso y el primero en dar la vuelta al mundo.


8. Capilla de San Andrés: al lado del Arco del Triunfo, esta pequeña capilla fue consagrada en el 2005. Es pequeña, de una sola cúpula y puede albergar a 40-50 personas. Fue diseñada en estilo ruso-bizantino tardío por un grupo de arquitectos de la Far East State Technical University. En el interior hay iconos ortodoxos relacionados con temas militares y eclesiásticos.


9. Arco del Triunfo: muy cerca del submarino, este arco se construyó en honor a la visita del zar Nicolás II. Se destruyó durante la revolución y se volvió a construir en el 2003.


10. Funicular («владивостокский фуникулёр»): es el único funicular en el Lejano Oriente de Rusia. La construcción del funicular comenzó en 1959 por iniciativa del entonces presidente soviético Nikita Jrushchov y empezó a funcionar en mayo de 1962. Una vez arriba, puedes cruzar la glorieta y subir unas escaleras que te llevarán a un gran mirador desde el que  obtener unas impresionantes vistas del Golden Horne Bridge.


11. Golden Horne Bridge: este enorme puente mide 2’1 km de largo y se abrió en 2012 con motivo de la Convención de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que tuvo lugar en Vladivostok en ese año.


12. Faro del Cabo Egersheld (Маяк на Эгершельде): construido en 1910, hoy es otro de los símbolos famosos de la ciudad. No siempre se puede visitar. Cuando yo fui, había un temporal de viento que no me permitió llegar hasta allí.