Salvador
Bachiller empezó vendiendo botones con su padre y, más tarde, maletas. Ahora es
uno de los diseñadores de complementos más importante de España y cuenta con
tiendas repartidas por todo el país.
En Madrid algunas
de sus tiendas esconden unos locales de ensueño para disfrutar de una buena
velada. Una de ellas se encuentra en plena Gran Vía. La primera planta está
dedicada a la tienda. Al fondo están las escaleras para bajar al restaurante. Este
espacio, antiguamente dedicado a la sección de calzado del comercio, fue
reformado completamente para albergar uno de los locales más solicitados de
Madrid. Un jardín cubierto, lleno de plantas naturales, que cuenta con una
pequeña zona de barra y un salón dividido en dos partes: una con forma de
galería abierta y otra más íntima, con luz más tenue.
Los fines de
semana y festivos, sobre todo, es normal que veas toda la escalera llena de
gente. Sí, están esperando para entrar. A mí me costó tres intentos para poder
ir por primera vez a la hora del café.
Justo después
de comer hay más gente, porque tienen disponible un menú de merienda a precio más
asequible. Si no pides este menú, recuerda que el consumo mínimo para entrar es
de 9€. Al cual llegas de inmediato en cuanto veas los precios de la carta.
A mí lo que
más me gustó fue la decoración. No es muy grande, pero gracias a los espejos y
al uso del espacio que han hecho, parece mucho más amplio. El lugar es acogedor,
todo lleno de plantas y con una iluminación que invita al descanso.
De los platos
no puedo hablar, porque siempre he ido después de comer. Para merendar tienen una
carta de cocktails y otra con cafés, batidos y dulces. Si llegas antes de las
18:00, tienen aún un menú, que sale más rentable.
Estos son los
platos de pastas y de petit fours. Ambos están muy buenos, pero mi favorito es
el último porque es más variado.
Cualquier tipo
de bebida que pidas viene acompañado de algún platillo dulce para compartir, y
las tazas traen una bolsita con un bombón y un mensaje motivador.
Otros puntos a
su favor son sus servilletas de papel reciclado, sus pajitas de cartón, sus
plantas naturales y su original vajilla vintage. Además, si te gusta algo de la
decoración, basta con subir a la tienda y comprarlo.
En cuanto al
personal… Bueno, he leído y escuchado quejas de todo tipo. Yo he tenido
experiencias buenas y algunas no tan buenas. Lo cierto es que deberían estar un
poco mejor formados en atención al público para estar en un local de
estas características, en el que su punto fuerte es el estilo. En fin, es una opinión personal.
EL INVERNADERO
DE SALVADOR BACHILLER
Gran Vía, 65. Madrid
Teléfono: 915 40 17 29
www.gastrobaressb.com/#invernadero