La mejor manera de disfrutar del Puente de Sydneyes subiéndose a él. Para obtener una buena foto del puente, la puedes hacer
desde el puerto, desde un barco en la bahía o desde el Pylon Lookout. Si lo
atraviesas andando, en coche o en tren, no verás nada. Y lo del Lookout
tampoco te lo aconsejo, muy caro para lo que es. Yo me decidí a
contratar el Bridge Climb Sydney. Una experiencia genial.
Vista del puente desde la Ópera
Para hacerme con una buena fecha y un buen
horario, reservé dos meses antes (y ya había fechas enteras cogidas). Al puente
llegué con media hora de adelanto, andando desde la estación de tren. Una vez en él, hice
el check in y estuve esperando mirando su tienda de recuerdos hasta que me llamaran.
Puntuales, nos llamaron a todos los que íbamos en
la misma visita. Un grupo muy reducido. Nos llevaron a unos vestuarios y nos
dieron el uniforme: gorra o gorro de lana (porque hacía frío), un mono de
obrero, arneses, pañuelos, incluso gomas para recogernos el pelo. Y es que no
se permite llevar nada suelto (pendientes, pulseras, pinzas del pelo…), tan
sólo las gafas y sujetas con una cinta a la gorra. También nos hicieron una
prueba de alcoholemia, por si acaso 👀
Después de ponernos nuestro uniforme, nos dieron
una clase práctica sobre cómo se usaban los arneses y tuvimos que hacer un
pequeño recorrido subiendo y bajando unas escaleras de prueba. Luego, nos
dieron unas radios por las que íbamos a poder comunicarnos con el guía.
Una vez terminada la clase práctica empezamos a
subir al puente en fila india. El guía iba dando explicaciones puntuales y se
fue parando en muchos puntos para hacernos fotos. Las cámaras de fotos no están
permitidas. El guía va haciéndolas y, si quieres alguna, las pagas aparte. En el
precio de la entrada tan sólo entra una de regalo en la que sale todo el grupo
con el que has subido. En total se recorren 1.332 escalones. Pero se va a un
ritmo lento, es muy accesible.
Hay dos recorridos distintos en función del vértigo
que tengas. El más sencillo se hace por el arco de en medio y el más largo se
hace por el arco exterior. Te recomiendo éste porque no se siente nada de
vértigo, ya que los arneses y las barandillas dan mucha seguridad. Lo mejor:
cuando pasan los trenes por debajo y… ¡tiembla todo!
Cuando nos bajamos nos regalaron la gorra que
llevábamos puesta y nos llevaron a la sala de fotos a que nos dieran nuestro
recuerdo junto con un certificado por haberlo conseguido. Una tontería, pero
que hace ilusión.
🕑 Duración total de la actividad: 2’30 h – 3 horas.
💶 Precio del ascenso al puente por el arco exterior:
288$ por persona (aunque puede variar en función del día). www.bridgeclimb.com
💶 El precio incluye: subida guiada al puente, entrada
al Pylon Lookout, una gorra, una foto de grupo, un diploma.
📷 Fotos: no se pueden subir cámaras. El guía va haciendo
las fotos y se compran al bajar. Te aconsejo que las compres de antemano en su
página web porque te van a salir mucho más baratas que una vez allí. En su web
venden:
● 2 fotos por 35$.
● 10 fotos en un USB o impresas por 59’95$
● 1 foto con marco por 34’95$
● 1 póster por 89’95$.
Cómo es la subida al Pylon Lookout (Sydney)
Después del puente fui a ver este mirador para
poder hacer fotos desde allí. Te aviso: porque venía incluida en la entrada del
puente. Si no, no merece la pena pagar 13$ por subir una torre de 200
escalones.
Vista del puente desde el Pylon Lookout
A lo largo de sus tres pisos hay algunas
exposiciones:
▪ Piso 1: aquí está la taquilla y una exhibición de
objetos relacionados con la construcción del puente, como la cámara de fotos
que se usó para plasmar todo el proceso.
▪ Piso 2: en este piso hay una maqueta que representa
el día en el que las dos piezas del arco se unieron y la tienda de souvenirs. También
hay dos balcones desde los que empezar a hacer fotos.
▪ Piso 3: la tercera planta la ocupa el mirador.
El resto del día lo pasé visitando la ciudad,
con frío y lloviznando. Y acabé (cómo no) por la noche en Chinatown.
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