Mi breve encuentro con un viajero (no turista)
Este año tuve la oportunidad de conocer en la Feria
del Libro a uno los escritores cuyas obras no pueden faltar en la estantería de
un amante de los viajes: Javier Reverte.
Llevo leyendo sus libros desde bien pequeña y
siempre que escucho su nombre, lo relaciono con África pero, en esta ocasión,
lo que me empujó a la Feria era poder conocerle y comprarle su último libro,
que va de otro continente: Un verano chino.
Viajero incansable, se ha dedicado toda la vida a
viajar, ser corresponsal de prensa y escribir sobre sus vivencias. Con casi
setenta años, decidió volver a China (país al que ya ha ido en varias
ocasiones) para recorrer el río Yangtzé en compañía de su amigo Pere y de su
intérprete Xiao.
La narración es magnífica, como siempre. Sus
experiencias en los trenes, sus sueños con los paisajes idealizados que tenemos
de China y sus decepciones cuando se encuentra con la realidad masificada y
contaminada, sus anécdotas, ironías y los chistes de Xiao… todo ello mezclado
con notas históricas que hacen que se aprenda mucho de la historia del país
(sobre todo, de la época de Mao).
Si sus libros son cercanos, al conocerle me di
cuenta de que él en persona también lo es. Y, aunque tan sólo cruzamos unas
cuantas palabras, quedé maravillada con el encuentro. Ahora, con el libro
acabado y releído, lo recomiendo de corazón. Es cierto que no comparte mi
pasión por este país, eso lo podemos ver desde las primeras páginas, pero servirá para comprender sus rarezas un poquito más.
Viajero de los de antes, que odia los resorts y
escapa de los aparatos electrónicos, (sin wifi no hay paraíso, piensa más de
uno que yo conozco 😔), y que ama los trenes porque son el medio más bonito para
mezclarse entre la gente, relacionarse y aprender. Porque, al fin y al cabo,
viajar es la manera más bonita que tenemos de seguir siempre aprendiendo.
Itinerario