Almuñécar es uno de los pueblos más bonitos de la Costa Tropical. Tiene 19 km de costa con 26 playas y una temperatura agradable todo el año.
Fui por la mañana
temprano y aparqué a la entrada para ir caminando hasta el Parque del Majuelo
y desde allí subir al castillo. Este parque es famoso por conservar los restos
de una factoría de salazón fenicia que se puede ver libremente mientras se
pasea por él. Está a las faldas del castillo.
A éste se puede subir
andando desde allí. Hay una cuesta muy empinada pero no se tarda mucho. Se han
encontrado restos fenicios de vasijas. La fortaleza fue romana, árabe, luego
pasó a los Reyes Católicos y, durante la Guerra de la Independencia, estuvo en
manos de los franceses y fue bombardeada por los ingleses. Quedando en ruinas,
pasó a ser el cementerio de la ciudad. El precio es de 2’35€ y viene incluida
la entrada al Museo Arqueológico.
Bajando del castillo,
paseé por las callejuelas preciosas que llevan al centro. Me perdí y tuve que andar preguntando dónde estaba el museo, porque llegó un momento en
el que las señales desaparecieron.
El museo se encuentra en la
Cueva de Siete Palacios. La cueva es bonita, pequeñita, y su pieza más
importante es un
vaso cinerario egipcio, realizado en mármol, perteneciente al faraón Apofis I, como indica el sello grabado en escritura jeroglífica en la parte superior,
que pudo llegar a la ciudad con los fenicios.
🕑 Horario: Martes a sábado
10:30-13:30 y 17-19:30 Domingo de 10:30
a 14:00.
Después de comer y ver los
múltiples chiringuitos y bares que tiene este sitio, con sus tapas y roscas
enormes, visité el Museo del Bonsai, una iniciativa admirable. De su
mantenimiento se encarga una asociación, que lo tiene muy bien decorado, lleno
de fuentes, estatuas e imágenes que nos recuerdan a Japón. Es el más importante
de Andalucía y uno de los mejores de España, con casi 200 ejemplares. El precio
es de 2€
🕑 Horario: Lunes a Sábado
10’30-14/15-20’30 Domingo de 10’30 a
14’00
Mi siguiente parada
fue Loro Sexi. Muy cerca del paseo marítimo, tiene 1500 aves de más de 100
especies. Estaban reformándolo y, la verdad es que le hacía falta. Daba pena
cómo estaban algunas instalaciones. Las jaulas las estaban poniendo más grandes, porque algunas parecían claustrofóbicas para albergar tantos pájaros. La visita
acaba en un largo jardín de cactus. La entrada me costó 5€, pero si vais, aseguraos de
que está abierto. Corrían rumores de que lo iban a cerrar para
remodelarlo.
Para terminar, me di un
paseo junto a la playa y subí al Peñón del Santo, hasta llegar a la cruz,
levantada en 1900. Un día muy bien aprovechado.
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