Una rareza natural que, con sólo 250 hectáreas,
tiene un valor ecológico incalculable. Su rareza se debe a la Fagus sylvatica,
una especie de haya poco frecuente en España (tan sólo en el norte se encuentran ejemplos de ella). Este haya necesita unas condiciones muy concretas para
sobrevivir, como un ambiente muy húmedo y suelos frescos, profundos y ricos.
Excepcionalmente, todas estas condiciones se
cumplen en esta umbría de la Sierra del Rincón, junto al río Jarama, muy cerca
de su nacimiento. Al otro lado de la rivera tienes ya la provincia de
Guadalajara, unos montes y un paisaje completamente distinto, aunque esté tan cerca.
Lo curioso es que, aunque la protagonista de este
enclave sea el Haya, este árbol representa un porcentaje menor con respecto a
otras especies de la zona, como los robles. De hecho, hayas puedes ver, pero
pocas en comparación. También es posible admirar un ejemplar de pino en medio del
parque.
Quizá el ejemplar más conocido de todo el lugar sea
el Haya de la Roca, situada cerca de la entrada, por la senda guiada a mano
izquierda. Tiene unos 200 años y el interior de su tronco está hueco. La encontrarás al inicio de este post.
Otras especies que acompañan la visita son los cerezos silvestres, avellanos, abedules, rebollos, acebos, brezos y servales. En cuanto a animales, hay mucha variedad: tejones, corzos, jabalíes (dicen que en gran cantidad), nutrias (aunque llevan mucho sin percibir su existencia), águilas, picapinos, trepadores… pero no se suelen dejar ver durante las visitas.
Otras visitas que puedes hacer cercanas, te llevarán a conocer los pueblos que se incluyen dentro en la Sierra del Rincón: La Hiruela (Pueblo perteneciente a la Ruta de los Pueblos Negros de Madrid),
Horcajuelo de la Sierra (con su antigua fragua), Prádena del Rincón (cerca de
la Laguna del Salmoral) y Puebla de la Sierra (Pueblo Negro que cuenta con la
curiosa senda “El Valle de los Sueños” y una enorme silla-mirador”).
¿Cómo se puede visitar el Hayedo de Montejo?
Pues… está complicado. En ese aspecto, su
organización me recuerda mucho a la de El Caminito del Rey, en Málaga. Para
poder visitarlo hay dos maneras:
▪ La organización reserva la mitad de las entradas
del día para los visitantes que se acerquen presencialmente al Centro de
Interpretación de Montejo de la Sierra. Los que primero lleguen, reservan su
entrada y su horario. Claro que aquí tienes el riesgo de presentarte y
quedarte sin nada. O de llegar a las 9’00 y no encontrar hueco hasta el último
turno de la tarde.
▪ La otra mitad de las entradas se pueden reservar
online. Esto es un caos. Te puedo asegurar que llevo dos años detrás de
obtenerlas y, al final, a principios de enero conseguí entrada para finales de
marzo. Miré la web a las 9 de la mañana y no la habían abierto para reservar. A
los pocos minutos volví a abrirla y ya sólo quedaban entradas para una de las
sendas y a una hora concreta. Todo lo demás ya estaba completo para los
siguientes tres meses. ¡Increíble!
Así que… paciencia. Consiste en estar pendiente día, tras día y tener suerte. Ya digo, me ha llevado dos años hacerme con una
entrada. Y si encima es para otoño, que es cuando más impresionante está el
hayedo… tarea difícil donde las haya.
Los vecinos del pueblo entran gratis. Van con una
acreditación especial y llevan a quien quieran… Si conoces a alguien de allí,
os basta con insistirle un poco. Además, ellos pueden pasear por cualquiera de
las sendas que hay.
La entrada es gratuita. Con ella impresa, te tienes que dirigir a Montejo de la Sierra. A la salida del pueblo se encuentra el
Centro de Información del Hayedo. Está muy bien señalizado y tiene parking. Es obligatorio
que entres y cambies tu entrada impresa por una oficial que luego hay
que entregar al guía.
¿Qué recorridos se pueden hacer?
Las sendas disponibles son tres. Deberás elegir
sólo una en el momento de hacer la reserva. La duración, e incluso la senda,
son relativas (tal y como aprendí al visitar el hayedo).
▪ La senda del río: es la más sencilla de todas y,
aunque todas tienen su encanto, a mí me parece que es la más bonita. Su dificultad
es baja y se sigue el curso del Jarama durante unos 75 minutos.
▪ La senda de la ladera: de dificultad media, empieza
paralela al río y luego sube la ladera. Dura unos 90 minutos. Es la que
reservé yo, pero duró muchííísimo menos y la guía cambió el
recorrido a medio camino (supongo que por eso duró menos).
▪ La senda del mirador: es la de más dificultad
debido a sus cuestas. Dura unos 90 minutos y se llega a un mirador desde donde
se ve el Hayedo y las montañas colindantes.
¿Por qué es necesario realizar la reserva?
Bueno… la culpa la tenemos nosotros, la gente en
general. En 1974 se declaró Sitio Natural de Interés Nacional, es uno de los
más estudiados de la península y, claro, la gente comenzó a interesarse por él
y las visitas descontroladas empezaron a hacer mella. Tanto es así, que casi
desapareció.
El recorrido se debe hacer por un sendero guiada
del que en ningún momento te puedes salir. Y es que no sabes dónde te vas a encontrar un haya pequeñita o una de sus semillas. Las hayas tardan
muchísimos años en crecer y recuerda que esta no es su localización ideal. Nadie
sabe cómo han podido sobrevivir tantísimos años en un entorno tan hostil para
ellas. Mira esta foto de un haya que tiene dos años. Imagina lo que tardará
en crecer... y si te sales del sendero, es muy fácil que la pises y se haya
ido al traste el trabajo de dos años.
Gracias a la concienciación medioambiental, se
decidió en 1989 comenzar a organizar las visitas para que no se extinguiera tal
particular enclave. En el 2005 se declaró Reserva de la Biosfera a la Sierra
del Rincón y en el 2009 se inauguró el sistema de reservas online que hay hoy.
Mi experiencia: cómo una guía te puede
arruinar la visita
Como ya he dicho, me ha costado dos años hacerme
con dos entradas para visitar el hayedo. Lo conseguí para el Domingo de
Resurrección y, a lo mejor fue por la fecha que era, pero la experiencia no fue
muy buena.
Salí desde Madrid por la mañana temprano para
aprovechar el tiempo y detenerme en algunos de los pueblos que hay de camino a
Montejo de la Sierra.
Uno de los problemas es que tienes que estar en
Montejo una hora antes de tu visita al hayedo y canjear la entrada. Si no,
estás fuera y tu entrada se la dan a otro. Así que tienes que estar dando
vueltas por Montejo y alrededores, sí o sí. Recuerda que Montejo de la Sierra
es un pueblo de menos de 400 habitantes… Después de darme una vuelta y
tomarme un café, decidí esperar en el propio hayedo, por hacer algo.
En frente justo del hayedo, se deja el coche. No
hay un lugar habilitado, se deja en la carretera, cerca de la curva o en la
propia curva. Bajando hay un lugar muy bonito junto al Jarama, con asientos y
mesas de picnic, y una caseta de bar que estaba cerrada. Parecía que estaban
haciendo obras en el área recreativa. Aun así, se puede acceder y pasear junto
al río.
Cuando llegó la hora de la visita, nos concentramos
en la puerta los 20 que estábamos. Allí hay una cabaña, a la que no se accede. Y
un cartel que avisa de que los baños que allí hay no son públicos. Creo que
deberían habilitar unos para los turistas y así no tener que meternos en el
bosque, no vaya a ser que pisemos una semilla o algo…
Hasta ahí todo bien. Después, empezó la visita
guiada. Y he de decir que no mereció la pena para nada. Dos años esperando para
esto. Explicaciones escasas, prohibiciones todas, como si fuéramos niños
pequeños. Vacilándonos todo el rato, regañándonos por no conocer cosas del
hayedo… Pues no, señora, no conocemos cosas del hayedo y por eso venimos, para
aprender. No hace falta que nos trate de bobos a la gente que con toda su buena
intención hace lo imposible por ir a visitarlo. Y más teniendo en cuenta que
ninguno de los allí presentes éramos ni siquiera de la Comunidad de Madrid.
Cada dos por tres nos paraba para decirnos que a lo
mejor no hacíamos la senda reservada, que ya veríamos, que depende de cómo le
diera… ¡Qué profesionalidad!
Y así fue. Tras recorrer una de las cuestas, dijo
que no íbamos a dar el rodeo por la ladera. Que lo mejor era ir al mirador, que
las vistas eran muy bonitas y ya, desde allí, bajar. Los visitantes no dijimos
nada. Tan sólo uno le contestó: “Bueno, usted es la que sabe mejor la zona. Lo
que usted vea”. A lo que la guía contestó: “Por supuesto que la conozco. ¡Cómo
no!”
La verdad es que al principio sí que hubo algún
viajero interesado que hizo unas cuantas preguntas, pero tras obtener
respuestas tan “bonitas”, la mayoría ni habló.
Desde el mirador bajamos por una cuesta hasta la
entrada y… ala, a vuestra casa. Media hora duró el recorrido. No se cumplió la
senda, no se cumplió la duración (estimada de 90 minutos), con unas condiciones
climáticas excelentes.
Mi impresión fue la de ver a alguien que no tenía
muchas ganas de estar allí en Semana Santa, que estaba harta de subir cuestas,
y que quería irse a su casa cuanto antes. Una pena, con la ilusión que fuimos.
Por supuesto, esto es una opinión personal y tan
sólo he contado mi experiencia. No quiere decir que todos los guías del
Hayedo sean así, ni que esta señora no sea una profesional. La pillaría en
un mal día (digo yo).
Lo que sí que es una pena es llevarnos una
impresión tan mala de un lugar tan extraordinario. A ver si tú consigues tener más suerte.
¿Cómo llegar al Hayedo de Montejo?
▪ Desde Madrid, llegas a Buitrago de Lozoya.
Continúa por la M-127.
▪ Atraviesa Gandullas y Prádena del Rincón hasta
Montejo de la Sierra.
▪ Allí está el Centro de Información y reservas. Aquí
hay que cambiar tu entrada impresa por la oficial.
▪ Sal del pueblo y sigue hasta el km 8 de la
carretera que va a El Cardoso.
▪ Justo antes de cruzar el Jarama, en una curva, a
mano izquierda está el Hayedo.
Si quieres ver más fotos de Madrid, puedes encontrarlas en mi tablero de Pinterest.
Si quieres ver más fotos de Madrid, puedes encontrarlas en mi tablero de Pinterest.
CENTRO DE RECURSOS E INFORMACIÓN
DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA SIERRA DEL RINCÓN
C/ Real, 64 - Montejo de la Sierra
Teléfono: 918 697 058
info.reservabiosfera@sierradelrincon.org
http://sierradelrincon.org/reservas_online.html