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China: Día 19 – Pingyao: Visita a la muralla y Summer Festival


Después de vivir el timo de los monjes, visité la Casa de Lei Lutai, perfectamente conservada.

También fui a otros templos, donde no me timaron. Ya, cada vez que veía a un monje, salía corriendo.




Y acabé recorriendo un poco de la muralla, para disfrutar de las vistas de los tejados tradicionales. Son tan bonitos que te trasladan a otra época. 





Para terminar, cuando anocheció pude disfrutar de un festival que estaban haciendo en la puerta de la muralla, fuera del casco histórico, en la zona nueva. Parecía un concurso de talentos y estaban retrasmitiéndolo por la tele. Lo más llamativo fue un concurso de baterías. El ejército lo estaba supervisando todo. Fue curioso.

 


Cuando me cansé de estar de pie entre tanto militar vigilante, volví a mi albergue mientras paseaba por Pingyao de noche, todo iluminado. Si es bonito de día, de noche es precioso.

China: Día 19 – Visitando Pingyao: donde se crearon los bancos chinos



Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997, Pingyao es una maravilla china. A unos 110 km de Taiyuán, Pingyao es un pueblo chino medieval inigualable. Sin duda, el sitio que más me gustó de todo el país. Con una población de 500.000 habitantes, lo más importante es su centro histórico, rodeado por una muralla de 6 km que data de la Dinastía Ming.

Durante las Dinastías Ming y Qing, este lugar fue un gran centro comercial. Aquí se crearon los primeros bancos de China, los Tongs.

Tras el auge como gran ciudad comercial, la pobreza inundó sus calles y los edificios se quedaron tal y como estaban por no tener dinero para mejorarlos. Ahora es una suerte, porque se puede disfrutar de la arquitectura tradicional china que no han derrumbado para hacer horribles rascacielos.


El casco histórico es un cuadrado  en cuyo centro se cruzan dos avenidas principales: Nan Dajie y Dong Dajie. Estas dos calles están llenas de puestos, tenderetes, recuerdos (bastante baratos), pubs y restaurantes. Es una delicia pasear por allí. Hasta me encontré una iglesia cristiana, y estaba llena:


Además, a ciertas horas hay gente con trajes tradicionales paseando, desfiles por las calles, acrobacias… Está muy original. La fiesta dura hasta el anochecer.





Los puestos de comida son bastante baratos. Normalmente venden dulces típicos hechos con jengibre y otras delicias como los wantuozi, los youmian kaolao y los yam.

Pingyao es una sucesión de edificios tradicionales, antiguas tiendas, mansiones de comerciantes y templos. Para verlos lo mejor es comprar un ticket para visitar la ciudad, cuesta 150 yuanes y puedes entrar en más de 20 edificios. Como consejo, empieza por los más famosos, porque si no,  pierden el encanto, ya que muchos te parecerán iguales. Los mejores son:

▪ Pingyao City Wall: la muralla de Pingyao tiene forma de tortuga, como símbolo de longevidad para que la ciudad estuviera segura. Tiene 6 puertas. Es maravilloso recorrerla y disfrutar de las vistas de los tejados de la ciudad.
▪ Rishengchang Exchange Shop:  日升昌旧  Para conocer uno de los primeras casas de finanzas. Se creó en el s.XVIII cuando un comerciante ideó un sistema de cheques para poder funcionar con sus representantes en otras ciudades. Le fue tan bien, que empezó a representar a otros comercios y, al final, llegó a tener más de 50 sucursales en todo el país.
▪ Rishengchang Draft Bank   日升昌票号 Cómo era un banco por dentro.
▪ Lei Lvtai’s Residence   雷履泰故居 La residencia de uno de los hombres más ricos e influyentes en Pingyao.
▪ Museum of Armed Escort 镖局博物馆 Con armas de la época.
▪ Martial Arts Museum 术博物馆
▪ Town God Temple 城隍 Al sur de la ciudad amurallada se puede visitar el mejor templo de la ciudad.
▪ El Museo del Periódico.
▪ Varias mansiones de comerciantes ricos.

El edificio que más me gustó fue el County Government Office 平遥县衙. Es un complejo enorme, construido en 1756, que parece un castillo. En la entrada puedes mirar los horarios de las actuaciones que se realizan allí cada día. Aquí vi un teatro que simulaba un juicio a un ladrón. Estuvo muy curioso.



La torre (City Tower) que está situada en medio de la ciudad, no entra en el precio del ticket de entrada conjunta. Cuesta 10 yuanes subir, y se paga justo en las escaleras de la torre. No merece mucho la pena.


Lo mejor es que te compres un plano por 10 yuanes en cualquier puesto y que visites todos los edificios que tengan un punto rojo o un punto azul, hasta que te canses.

💴 Tickets: 150 yuanes, 75 para estudiantes. El ticket sirve para visitar más de 20 edificios durante tres días consecutivos.


Si tienes problemas, imprime esto y enséñaselo a algún lugareño:

   ¿Dónde puedo comprar un ticket conjunto?
   Zài nǎ kěyǐ mǎi tōngpiào 在哪可以通票


China: Día 19 – Pingyao y el timo de los monjes confuncianos


Este día lo dediqué entero a ver todos los monumentos de Pingyao. Uno de los últimos templos al que fui fue el Templo de Confucio, a las afueras de la zona amurallada, donde ya sí está permitido el tráfico.

El templo es precioso y estaba lleno de mochileros españoles. Cuando estuve frente al altar mayor se me acercó un monje que estaba cantando en una esquina. El monje me dio tres varitas de incienso para que las quemara y rezara con él. Me enseñó la ceremonia y las reverencias y me sentó en una mesita.


Allí me hizo abrir un librito al azar, me enseñó con ejemplos que podían tocar cosas buenas y cosas malas. Estaba perfectamente escrito en inglés. Lo abrí y me tocó el símbolo de talento. Hasta ahí bien, todos contentos.

Pero, de repente, saca un libro de cuentas y me pide dinero. No me dejaba irme. Decía que me había leído el futuro y que debía pagar para que se cumpliera. Le dio todo lo que había en la cartera (unos 50 yuanes, porque lo demás estaba escondido para que no me lo robaran). Enfadado, me volvió a enseñar el libro de cuentas: había una columna donde ponías tu nombre y otra donde ponías la cantidad y afirmó que lo mínimo eran 100 yuanes.


Le volví a enseñar la cartera: estaba vacía. No hay más. Con mala cara, me dio un boli. Lo apunté. Pero… no me dejaba levantarme. 


Por fin me dejó ir… pero el monje me vino a decir:

“No pagas, no talento”


A ver… que los dioses me amparen. Jajaja

China: Día 18 – Pingyao: Opinión del Zhengjia International Youth Hostel


Después de pasar toda la noche en el tren, llegué a Pingyao por la mañana temprano. La estación de trenes es muy pequeña, tan sólo tiene unas sala y si quieres ir a la zona turística, basta con salir de la estación y seguir la calle de la izquierda hasta que veas la muralla. Se tardan unos nos quince minutos o así. Es bastante fácil, si lo sabes. Yo iba a ciegas y acabé dando vueltas y pasando por calles rurales, rurales. Me llevé una primera impresión patética: casas viejísimas a medio derruir, corrales, perros callejeros por todos lados… Pensaba: “¿Dónde me he metido?”.

Hay que tener en cuenta que era muy temprano y aún no había movimiento por la calle. Todo estaba vacío y… deprimente. Tras comprar un mapa y encontrar el hotel, me dormí hasta la tarde porque llevaba ya mucho tiempo sin descansar.

Zhengjia International Youth Hostel

Este albergue está genial. Está construido en un edificio que tiene más de 200 años de historia y grandes personalidades banqueras y financieras de la época se han hospedado aquí.

En realidad son dos edificios: digamos que uno de ellos es más chino (en el que estuve yo) y el que hay justo al lado, que es donde está el pub, es el que está lleno de occidentales.


Ambos están construidos alrededor de un patio y todas las habitaciones cuentan con la tradicional cama kang: unas plataformas de dos metros o más hechas de ladrillo. Dentro tienen un colchón muy cómodo y antiguamente se usaban para dormir por la noche y trabajar sentados por el día.


Lo más llamativo de este rústico alojamiento es su método de cierre: un candado enorme.

Preparan comida china y occidental, a precio de Pingyao (que al haberse convertido recientemente en turística está subiendo los precios de modo acelerado).


Hay wifi en el hall y en algunas habitaciones. La habitación me salió por 216 yuanes las dos noches, con baño privado con booking.es. El baño es como en muchos hostales, la alcachofa de la ducha en la pared, con un agujero en medio del suelo del baño. 

Además, lo mejor es su localización. Está en el pleno centro de la ciudad amurallada. Justo en frente del edificio más famoso y más visitado de todo Pingyao: el County Government Office 平遥县衙

La única pega es su personal. No se enteran de nada. El dueño, Bob, es un primor y habla perfectamente inglés, pero está rodeado de jovencitas chinas que no tienen ni idea de nada. Están más interesadas en pintarse las uñas que en atender la recepción. Tardé más de 20 minutos en hacer el check-in. No entienden inglés (sólo: “Hello, can I help you?”) y parece que una de ellas, la peor, no entiende ni siquiera chino, pues en la zona se habla un dialecto local.

Lo peor vino al hacer el check-out. Fui a la recepción y estaba ella sola. Le di la copia del recibo de haber pagado la habitación por internet (que lo había comprobado ya al hacer el check in) y haber entregado la fianza para que me la devolviera. Pues nada, no me dejaba irme. Yo le decía que tenía que ir a la estación de tren, que lo iba a perder y la tía llamaba por teléfono y me ponía a hablar con otra que lo único que sabía de inglés era el “May I help you?” Desesperante.

Llamó por teléfono tres veces para que hablara con ella. Pero si tenía la copia del recibo y ya me había devuelto la fianza… ¿por qué no me podía ir? La tía ponía unos ojos de… “y yo que sé, pero que no te vas.”

Al final, desesperada, cogí la maleta y le dije en español de todo. Y me fui. Aún no entiendo lo que pasaba por la cabeza de la china, ni lo que pretendía reteniéndome allí. Tan sólo sé que la noche anterior la vi contando botellas en voz alta, y que tuvo que empezar la cuenta 4 veces porque se perdía… con eso lo digo tó. 😞

Cómo llegar al Zhengjia International Youth Hostel de Pingyao

👉 Sal de la estación y continúa por la calle de la izquierda hasta la muralla. Atraviesa la West Gate en West Street. A continuación, ve por West Street y tuerce a la derecha en Shaxiang Street Entrance. Sigue por por Shaxiang Street y tuerce a la izquierda en Xihujing Street Entrance. Continúa un poco hasta Yamen Street y verás el cartel.

👉 Si te extravías, pregunta por el County Government Office 平遥县衙. Está en frente.

👉 Dirección: No.68 Yamen Street, PingYao








China: Día 17 – Visitando el Barrio Musulmán de Xian


Después de ver Los Guerreros de Terracota, volví a Xian para pasar la tarde paseando por el barrio musulmán: uno de los grandes atractivos de la ciudad.

Situado al norte de West Street, está lleno de casitas donde viven más de 20.000 musulmanes y donde hay diez mezquitas.


Lo más llamativo de este barrio son sus tiendas de souvenirs, de artesanía y de comida. Tan sólo hay que continuar andando atravesando la Torre del Tambor y seguir por la calle donde más gente y tiendas hay. Aquí la vida se desarrolla como antaño- Es curioso, sobre todo, ver a los carniceros trabajando y dejando la carne y las vísceras por cualquier parte de su puesto (hasta en el suelo). Puestos de kebabs, de hornos de pan, de galletas caseras, dulces musulmanes… todo huele bien, aunque a veces hay una humareda molesta. Incluso podéis encontrar vendedores que, cuando ven que eres español, dicen riéndose: "Bueno, Bonito, Barato, España".


Además del ambiente de estas callejuelas, es muy recomendable visitar la Gran Mezquita, nada que ver con las mezquitas que estamos acostumbrados a ver. Es una mezcla de estilos chinos y musulmanes bastante curiosa.




Está al noroeste de Gu Lou. Fue construida en el 742 para atender a la colonia musulmana que cada vez era más importante y grande en Xian.


💴  Tickets:
25 yuanes

🕑  Horario: de 8’00 a 19’30

Para terminar mi día vi un espectáculo en la plaza de la Torre de la Campana sobre el Día de San Valentín Chino, que se celebra cada año durante el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario chino. Estaban de preparativos.


Además, me tomé mi último descubrimiento: Coca-Cola con nata, que resulta que está buenísima. 

Y, una vez más, no me atreví a entrar en Dicos (por las recomendaciones del Ministerio de no comer pollo), que es la imitación china del KFC.


Por la noche, de vuelta al albergue para recoger las mochilas de la consigna y coger el tren nocturno a Pingyao. Otra noche más en asiento duro  😒