Ruta de Senderismo – Cómo llegar al Faedo de Ciñera

Ciñera de Gordón, con menos de 800 habitantes, es un pequeño pueblo leonés perteneciente al municipio de La Pola de Gordón. Situado sobre el río Bernesga, es famoso por albergar uno de los bosques más bonitos de España, llegando incluso a ser galardonado con el Premio al Bosque mejor cuidado en 2007 por el Ministerio de Medio Ambiente y la ONG Bosques sin fronteras.

👉 Inicio de ruta: Nada más llegar al pueblo verás las decenas de carteles que indican que no se puede aparcar cerca de la senda que conduce al Faedo, por lo que tendrás que dejar el coche a la entrada del pueblo. Desde allí, dirígete a la plaza, en la que se encuentra la iglesia parroquial y un monumento que homenajea a los fallecidos en las minas de Ciñera. Atravesado el pueblo, continúa hacia el cementerio por el Paseo del Faedo y sigue por el carretera que aparece frente a ti. Hay indicaciones por todo el pueblo.

Esta carretera da paso a un camino de tierra por el que el acceso para coches es prácticamente imposible. Aun así, y a pesar de los carteles que lo prohibían, vi bastantes que llegaban hasta aquí y se tenían que dar la vuelta.

Siguiendo la senda pronto llegarás a la entrada a una mina, que aparecerá a tu derecha. La cueva es la entrada a una antigua mina de carbón ya en desuso, que se ha decorado con instrumentos propios de los mineros que trabajaban en ella, así como un altar en honor a Santa Bárbara.

De vuelta al sendero principal, aparecerá una casa abandonada que debes dejar a tu derecha. Todo este tramo no tiene ni una sombra y en verano se puede hacer tedioso, a pesar de no tener apenas desnivel.

La pista se vuelve más amplia y vuelve a haber indicaciones hacia el Faedo. Al girar una gran curva y descender un poco hacia la izquierda, surge un puente de piedra sobre el Arroyo Villar (cuando yo fui estaba prácticamente seco).

Tienes que cruzar el puente y seguir por las pasarelas que llevan a un área recreativa con mesas y bancos en los que descansar un rato bajo la merecida sombra de los árboles.

Una vez descansado, sal otra vez al solano encontrándote con la indicación de Punto de interés ornitológico. El sol dura poco, pues en poco tiempo habrás llegado al cartel de entrada al Faedo de Ciñera.

Todo se cubre de sombras tupidas y habrás entrado en uno de los rinconcitos más bonitos y acogedores de toda la Península. Este precioso enclave del valle del Bernesga está plagado de hayas centenarias, entre las que destaca el famoso Fagus: considerado uno los cien árboles singulares de España y que tiene más de 500 años.

Aquí vivía la bruja Haeda, una bruja buena que utilizó sus poderes para que las montañas de los alrededores se llenaran de piedras que dieran calor al prenderlas y dando origen al pueblo minero de Ciñera.

El bosque es muy pequeño, se recorre en nada a través de unas pasarelas de las que no debes bajarte para mantener seguro el entono. Pero merece la pena caminar en este hermoso lugar que parece salido de un cuento.

Como el camino se me hizo corto, decidí continuar la ruta hasta atravesar las Hoces de Villar y adentrarme en la garganta que forma el Arroyo Villar a su paso por esta zona. Para ello, basta con continuar recto por la senda que sale de frente una vez acabado el Faedo.

Atravesé un puente y empecé a seguir el camino que bordeaba la garganta a pleno solitrón hasta llegar a un punto en el que no pude continuar. Mi cabreo fue enorme. Después de haber llegado hasta allí con todo el calor de un mes de agosto tórrido, me encontraba delante de un puente medio roto y cerrado al público.

Con tantos carteles que había en el pueblo diciéndote lo del aparcamiento y tantas indicaciones por todo el camino para llegar al Faedo... ¿tan difícil hubiera sido poner un aviso para contarte que el acceso a las hoces estaba cerrado?