Mostrando entradas con la etiqueta San Antonio de Areco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Antonio de Areco. Mostrar todas las entradas

Argentina: Día 20 - Visita San Antonio de Areco desde Buenos Aires



Mi penúltimo día en Argentina iba a ser bastante entretenido. Como no quedaba apenas tiempo en mi viaje, pero no quería irme sin visitar una ciudad gaucha, pensé en ir a San Antonio de Areco por la mañana y volver para pasar la tarde en Tigre, que tampoco me lo quería perder.

Reservé con mucha antelación un asiento de autobús con la empresa Chevallier. Hay que hacerlo pronto, porque ya había muchos asientos escogidos. Elegí el primer viaje de la mañana, el de las 6’00, para coger el de vuelta a las 12:40. Sabía que era poco tiempo, pero el centro histórico es pequeño y se ve muy pronto.

Me tuve que levantar tempranísimo para estar en la estación de autobuses de Retiro en Buenos Aires a tiempo. Al principio me equivoqué y me fui a la de trenes, que está al lado. Le pregunté a un guardia y me sacó de mi error.


El autobús era una gozada. Asientos cómodos, amplios y semicama. Se podían echar totalmente para atrás sin tener que molestar a nadie. Además, tenía café. Eché durmiendo todo el viaje.

A las 8’00 llegué a la estación de autobuses de San Antonio de Areco. Un local muy pequeñito que atiende un señor muy simpático. Éste se encarga de todo: vende billetes, atiende el mostrador de su minitienda y sirve café.


Desde la estación de la estación de autobuses ya parecía aquello que había viajado al pasado. Y el resto del pueblo me lo corroboró. Salí andando al lado de la carretera, por un camino que me llevó al pueblo.

San Antonio de Areco está considerado el Pueblo de la Tradición, es decir, uno de los lugares que mejor ha preservado el pasado gauchesco de la Pampa. Este hecho me había llevado a visitarlo. Se encuentra a 113 km de Buenos Aires y su origen se remonta a principios del siglo XVIII.

Como me imaginaba que a esa hora todo estaría sin vida, me fui directamente hacia la costanera, donde ya había algún que otro paseante. El bonito paseo por la costanera lleva al puente construido en 1857 para unir las dos partes en las que se divide el pueblo. Su nombre lo recibió tras levantarse el nuevo, que está un poco más adelante y que fue bautizado como Puente Gabino Tapia.




Al lado del río, los caballos me recordaban a su pasado gaucho. La figura del gaucho es lo que define a la Pampa, una especie de cowboy siempre a lomos de su animal, que más tarde acabaría cuidando del ganado en sus estancias.


Atravesando el puente, llegué al Museo Gauchesco (a esa hora cerrado), y a la Pulpería La Blanqueada, un restaurante con más de 150 años de vida. Poseía una reja a través de la cual se servía a los forasteros, mientras que los conocidos sí que podían acceder a su salón interior para tomarse algo.



En el parque también se rinde homenaje a un personaje muy querido en esta tierra: Ricardo Güiraldes, escritor nacido que reprodujo en sus obras escenas del pueblo que sus antepasados crearon. Su madre, Dolores Goñi, pertenecía a una de las ramas de la familia Ruiz de Arellano, fundadora de San Antonio de Areco.


Volví sobre mis pasos y recorrí las calles vacías mirando sus fachadas. Sin duda, conserva todos los atributos de un tradicional pueblo de la llanura pampeana. Había tesoros en los sitios más insospechados, como el lugar que habían elegido para montar este negocio:


Actualmente existen 6 lugares nombrados Monumentos Históricos Nacionales: el Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, el Puente Viejo, la Parroquia San Antonio de Padua, la Intendencia Municipal, la Estancia La Porteña y la Pulpería La Blanqueada.

Alrededor de la Plaza Ruiz de Arellano se pueden ver muchos edificios representativos, como la Municipalidad. Entré en un bar de la plaza que ya estaba abierto, El Tokio. Un lujo. Emanaba historia por todos lados. Precios baratísimos y asombro en los lugareños a ver extranjeros por allí tan temprano y en invierno.



Seguí mi camino por las calles del pueblo viendo cómo iban abriendo poco a poco boliches en casas antiquísimas, que por fuera parecía que se estaban cayendo.



Llegué al Prado Español. La Plaza Española fue creada en 1881 por los españoles que vivían en el pueblo para recordar su patria, fundando también la Sociedad Española de Socorros Mutuos.


No sólo españoles habitaban estas tierras. Otros muchos inmigrantes europeos también lo hicieron, como los irlandeses que construyeron su propia iglesia en honor a San Patricio, como no podía ser otro.


Después de comer algo, volví a la estación de autobuses. Charlé un poco con el señor que la atiende y me subí en el autobús de vuelta a Buenos Aires.






Argentina: 11 lugares que ver en San Antonio de Areco



A 113 km de Buenos Aires, San Antonio de Areco es considerada la Capital Nacional de la Tradición. La ciudad no llega a los 25.000 habitantes, pero se llena durante la Fiesta de la Tradición, la celebración criolla más antigua del país y que se realiza en noviembre.

Dentro de sus atractivos, el sector comprendido por la Zona de Preservación Patrimonial, popularmente conocido como Casco Histórico con su arquitectura “italianizante-criolla” (1870-1930) es uno de los puntos fuertes, así como los viejos bares, boliches y almacenes detenidos en el tiempo.

Qué ver en San Antonio de Areco

1. Parroquia San Antonio de Padua: la actual iglesia es una obra de 1869, pero sus orígenes se remontan a 1720, con la construcción de la primera capilla en honor a San Antonio como ruego de los pioneros para que no los invadieran los indios.


2. Antigua Municipalidad: hoy alberga el Concejo Deliberante y la Escuela de Bella Artes.


3. Boliche de Bessonart: en una esquina se levanta esta casona que parece que se está cayendo a cachos. Hoy sigue siendo un lugar donde sirven comidas.

4. Almacén Los Principios: otro boliche con historia. Su interior es una auténtica tienda de la época, con su peso antiguo y todo.

5. Cine y teatro Vieytes: Secretario de la Junta Grande de Gobierno, autora del Pronunciamiento del 25 de Mayo de 1810, su pueblo lo recuerda como el dueño de la jabonería. En su honor se bautizó este teatro y se puso una placa en el solar donde se levantara su casa natal en 1757.


6. Prado Español: la Plaza Española fue fundada en 1881 por los españoles que vivían en el pueblo para recordar su patria, fundando también la Sociedad Española de Socorros Mutuos.


7. Parroquia San Patricio: su historia está vinculada a los inmigrantes irlandeses que llegaron a la región en 1806 y que un siglo más tarde construyeron una iglesia para seguir con sus tradiciones.


8. Antigua Estación de Tren: a San Antonio de Areco llegó el ferrocarril en 1878. Cuando se cerró, se remodeló como escuela, pero ahora está abandonada.

9. Ribera de Areco y Puente Viejo: el bonito paseo por la costanera lleva al puente construido en 1857 para unir las dos partes en las que se divide el pueblo. Su nombre lo recibió tras levantarse el nuevo, que está un poco más adelante y que fue bautizado como Puente Gabino Tapia.


10. Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes: cruzando el puente se accede a este lugar fundado en 1936. La casona reproduce una hacienda del siglo XVIII y ofrece exposiciones vinculadas al pasado gaucho.


11. Pulpería La Blanqueada: restaurante con más de 150 años de vida. Poseía una reja a través de la cual se servía a los forasteros, mientras que los conocidos sí que podían acceder a su salón interior para tomarse algo.
















Argentina: Cómo llegar a San Antonio de Areco desde Buenos Aires en autobús



Para llevarte una impresión de la pampa y acercarte a la cultura gaucha, te recomiendo que dediques un día a visitar la ciudad argentina de San Antonio de Areco, situada a 113 km de Buenos Aires.

Si te alojas en una estancia de allí, puedes ponerte en contacto con el hotel para que te recojan en Buenos Aires. Si quieres ahorrar, la mejor manera es ir en transporte público.

Para eso tienes que dirigirte a la Estación Terminal de Ómnibus de Retiro. Allí, en la segunda planta, está el mostrador de la empresa Nueva Chevallier, la que se encarga principalmente de esta línea. Hay varios autobuses que salen cada día, por la mañana y por la tarde. Los puedes comprar allí o reservarlos por internet. En este último caso, no hace falta que vayas al mostrador. Con tu billete impreso, miras las pantallas para ver dónde se encuentra tu autobús y subes directamente.


En mi caso lo hice por internet. Reservé un autobús semicama, muy cómodo y que tenía servicio de café gratis. Los asientos se echaban para atrás totalmente y no te molestaba nadie.



El autobús te deja en la estación de autobuses de San Antonio de Areco, a las afueras del pueblo. Allí hay un señor muy simpático que se encarga de atender la ventanilla, vender productos en una tiendecilla y servirte un café de máquina. Desde la estación, tendrás que andar unos diez minutos hasta llegar al centro.


Empresa Nueva Chavallier: Tel. (011) 4000-5255
Duración del trayecto: alrededor de 2 horas.