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Opinión del Restaurante Etíope Nuria: Probando nuevos sabores


Nunca había probado la comida etíope y cuando me lo propusieron dije: ¿Por qué no? Me habían contado maravillas sobre este restaurante. Y no me falló. Eso sí, tuve que reservar con dos semanas de antelación porque los fines de semana se llena.

Al principio pensé que el nombre no le pegaba mucho: Nuria. Luego me dijeron que ese nombre también existe en Etiopía y que significa “Mi sol”.

El local está en la calle de Manuela Malasaña, en pleno Distrito Centro de Madrid. Muy cerca del metro. De todos modos, no hay pérdida. Su fachada destaca mucho en toda la calle por la decoración tan colorida que tiene.


El restaurante se encuentra en la planta de arriba. La decoración me llamó la atención nada más llegar. Todo lleno de motivos africanos, incluida la música. Al subir las escaleras, me atendió el dueño: Alí. Alí se ha hecho famoso porque ha salido en varios reportajes que le han hecho para la tele y para algunas revistas. Al parecer su historia es bastante asombrosa. La puedes leer en el Blog de El País

Alí trajo la carta y me recomendó el menú degustación. Me dijo que era la mejor manera de familiarizarme con la comida etíope si nunca la había probado. Es un restaurante familiar: Alí hace de maître, sus hijos de camareros y su mujer se encarga de la cocina. Todos ellos con una sonrisa enorme. El dueño hace todo lo que puede porque todo esté al gusto de los clientes, habla con todos, recomienda, pregunta si les gusta… Se nota que disfruta con su trabajo y se desvive por él.

El menú degustación

Cuando lo pedí no tenía ni idea de cómo iba a ser y me sorprendió mucho la presentación.

Primero sirvieron de entrante un plato de sambussas (algo parecido a nuestras empanadillas) rellenas de carne, verduras y lentejas. En el centro del plato había una salsa roja que picaba bastante.


Después vino el plato fuerte. Los platos principales se presentan en un mesob. Es parecido a una bandeja de mimbre muy colorida y con una tapadera que parece un sombrero.


La comida se sirve encima de la injera, el tipo de pan que se come en Etiopía. De aspecto parece una crêpe, pero el sabor es mucho más intenso. La injera sirve, además, de cubiertos. Aquí se come con las manos (aunque si no quieres, siempre puedes utilizar el tenedor…).

Encima de la injera estaban dispuestos los distintos platos que conforman el menú, bien separados y con muchas especias.


●  Doro Wot: un pollo estofado con salsa de pimiento rojo.
●  Ternera estofada con distintas especias.
●  Cordero estofado con distintas especias.
●  Vegetariana: una ensalada
●  Al Mandi: cordero asado con arroz, ternera y salsa.
●  Patatas y huevos cocidos.

El dueño presentó todos los platos y enseñó cómo se comían: se coge un poco de injera y se utiliza como si fuera una cuchara. Al principio, si no tienes cuidado, te acabas pringando. Bueno… y al final. Pero es bastante divertido.

No fui capaces de acabar todo el plato. Ya iba a reventar.

La verdad es que, si no te gustan las comidas fuertes, éste no es tu menú. De todos modos, hay disponible un menú infantil que se adapta más a los gustos occidentales. Un niño quizás no aguante esta mezcla de sabores. Alí se lo advierte así a todas las familias que van a comer con niños. Y hace bien.

Para beber, al final me atreví a probar un vino de miel excelente.

De postre me invitaron a baklaba, unos dulces con miel muy parecidos a los árabes.

Y, para acabar, no podía irme sin probar la estrella de Etiopía: su café. Muy rico e intenso. Me encantaría acudir a la ceremonia que realizan a veces en la que se puede ver cómo lo hacen tradicionalmente. Todo un ritual. En su web se puede ver cómo la hicieron en el Museo Nacional de Antropología.


Limpio, curioso y rico. Se lo recomiendo a todos los que quieran probar otros sabores. Tan sólo por la comida, ya me ha entrado a mí el gusanillo de ponerme mi mochila a cuestas y visitar este país…

💶 Precio: El menú degustación para 2 vale 40€ y cada café etíope 3€.

Si quieres ver más fotos de Madrid, puedes encontrarlas en mi tablero de Pinterest. 


   RESTAURANTE ETIOPE NURIA   
c/ Manuela Malasaña, 6. Madrid
Teléfoo: 915 916 327

Opinión: Restaurante Ojalá – Un chiringuito de playa en pleno Madrid


Aunque lleva ya varios años en Madrid, sigue llamando la atención un bar/restaurante que no es muy conocido por su nombre. La mayoría de la gente lo sigue llamando el restaurante de la playa. Y es que ese es su mayor encanto. 

El local

El restaurante Ojalá está situado en el barrio de Malasaña  y cuenta con una terraza en la plaza que hay frente a su puerta, cruzando la calle. 

La primera planta es una zona con aspecto surfero, hay mesas bajas y otras altas con taburetes. 

Pero lo mejor está en su sótano, convertido un chiringuito de playa. Cuando bajas las escaleras, la iluminación es distinta, mucho más íntima y de chill out. Y todo el suelo está cubierto de arena de playa, lo mejor es ir en chanclas o quitarse los zapatos si no quieres rallarlos. 


Para dar ese ambiente íntimo playero, las mesas de madera son muy pequeñas y muy bajas, y lo mismo pasa con los taburetes. Está bien como decoración, pero llega a ser muy incómodo si quieres cenar algo en esta postura, sobre todo si eres alto.

La comida

La carta es de picoteo: nachos, sandwiches, tacos... aunque algunos platos son algo más elaborados. La idea no es hincharte a comer, sino disfrutar de un entorno agradable mientras picas algo. Aun así, si has pedido demasiado y ya no puedes más, el propio personal se acerca y se ofrece para envolverlo para llevar.


Lo más llamativo que tienen son las bebidas. Servidas con mucho estilo y con unas mezclas muy originales, como su sangría blanca (piña, uvas, cointreau y hierbabuena) o el zumo de manzana con limón y espinacas.  Últimamente se están especializando mucho con el servicio de brunch

El local siempre está lleno, sobre todo en verano. A través de su página web puedes reservar para comer directamente en la playa (sólo por la noche). Ir sin reserva es una lotería y lo más probable es que no haya nada libre. La parte de abajo se abre por turnos. Mientras tanto, hay que esperar en la planta de arriba hasta que salga el turno anterior y entre el tuyo. 

Teóricamente se puede reservar para comer en la zona de la playa al mediodía, pero el sistema online no lo permite. Ahora hay que ponerse en contacto con el restaurante para ver la disponibilidad (yo nunca lo he hecho). Antes ni siquiera estaba esta opción. La zona no se abría hasta la noche. 

También tiene menú de lunes a viernes al mediodía. Cada día tienen uno distinto y se puede ver en su web. Con bebida, suele salir por unos 13€ (en adelante, depende de la bebida que elijas).

Las raciones son grandes. Los precios, algo caros. Pagas por la decoración, eso está claro. Un sitio muy cool, lleno de hipsters, pero también gente de todo tipo. Y eso hay que pagarlo. Si quieres impresionar a alguien y llevarlo a un sitio original, estás en el lugar adecuado. 

Aquí puedes ver su carta, con precios incluidos:


Precio medio
▪  Desayunos: 5€
▪  Cena: 15€
▪  Cocktails: 7€

Cómo llegar
▪  Metro: Estaciones de Noviciado y Tribunal.
▪  Coche: no se puede aparcar en las inmediaciones. 



   RESTAURANTE OJALA    
Calle de San Andrés, 1
Barrio Malasaña - Madrid
Teléfono: 915 232 747

Opinión del Restaurante Casa Lafu y su famoso Huo Guo


Mi paso por Sichuan hace unos años fue bastante breve y no pude casi disfrutar de ninguna de sus especialidades culinarias. También tenía la curiosidad de probar un hot pot, shabu shabu, caldero mongol… o su versión china: el huo guo.

Desde hace poco, Casa Lafu (La Casa del Picante) está de moda precisamente por este plato. Antes era un chino elegante, pero que pasaba casi inadvertido para los occidentales. Su especialidad eran los dim sum y el local se llenaba de chinos.

El lugar está muy bien situado, en una de las transversales de la Gran Vía. Y es bastante grande. No obstante, recomiendo reservar antes porque, como digo, está muy de moda y se llena.

Tiene dos plantas: la de abajo es para tomar platos normales y la de arriba está especialmente diseñada para el huo guo. Las mesas están equipadas con una cocina de inducción debajo del mantel para poder poner encima la olla y que se vaya haciendo.


La decoración oriental es elegante y está muy cuidada. Raíces, lámparas que recuerdan a los farolillos chinos, biombos… incluso los cuadros tienen su historia. Y es que están realizados por estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de Shanghai.



Tienen un montón de personal chino muy atento, que se entretiene en explicarte cómo se hace el huo guo y te recomienda las mejores mezclas por si te lías y te sale algo demasiado picante. Además, también hay personal español para que no haya ningún problema con el idioma.

Qué es el Huo Guo

Curiosamente, aunque se dice que su origen es mongol, parece que hoy en día los mongoles no conocen este plato.

Se puede pedir una olla con varios caldos. Cuantas más personas vayan a comer, mejor. Así podrás disfrutar más con la mezcla de salsas e ingredientes.

En la carta del hot pot, primero se eligen los caldos que va a llevar la olla. Yo elegí dos: uno muy picante, con guindillas; otro más suave, con setas. Puede ser simple, con dos caldos, o con 9 distintos.


En el precio del plato va incluido una salsa para cada comensal. Las salsas las ponen en unos cuencos aparte para que, una vez cocinados los ingredientes, se les vayan añadiendo ya en vuestros platos. Te recomiendo la salsa de cacahutes (para el caldo suave) y la de ajo (para el picante). Buenísimas.

Por último, hay que elegir los ingredientes que quieres cocinar en la olla. La carta es enorme. Yo elejí un surtido de salchichas sichuanesas (que parecían salchichón), patatas, ternera y rollitos de arroz (que estaban exquisitos).  


Los ingredientes los van poniendo en un carrito anexo a la mesa y ya lo único que tienes que hacer es irlos sumergiendo en los caldos con los cazos que te dan y los palillos. La carne, al ser tan finita, tarda tan sólo unos segundos en estar lista. Otros ingredientes, como las patatas o los rollitos, hay que echarlos y esperar un ratito hasta que se hagan.

Una vez hechos, se echan en el plato y se aliñan con las salsas. Es muy divertido y te mantiene entretenido todo el rato.

Para beber hay una carta de vinos, cervezas y bebidas chinas. Y de postre hay una gran selección de platos curiosos. Desde su adaptación del típico helado frito, hasta una especie de mochis calientes rellenos de sésamo.



En general es un sitio acogedor, que se sale de los típicos restaurantes chinos a los que estamos acostumbrados, y donde disfrutar de una comida muy original y amena. El precio también es muy asequible.

Horario:

Todos los días:
  • Tardes: de 13’30 a 16’30
  • Noches: de 19’30 a 01’30


   RESTAURANTE CASA LAFU   

c/ Flor Baja, 1. Esquina Gran Vía 61
28013 Madrid
Reservas: 915487096


Opinión del Auténtico ramen de Madrid: Ramen Kagura


Como su otro restaurante en Madrid, el Hanakura, este es también un gran acierto. Un local pequeñito, bien decorado y donde se puede comer un ramen muy parecido al que puedes encontrar en Japón. De hecho, me lo recomendó mi profe de japonés 😋

La carta es bastante corta, pero luego, en el los carteles del local se amplía con otras especialidades de temporada y otras sugerencias que hay escritas en una pizarra, como el ramen de verano.


El ramen es totalmente casero, ya que han traído unas máquinas de Japón para realizarlo en su cocina. Y también el caldo, que tardan unas 5 horas en dejarlo listo. Hay tres caldos distintos: miso, soja y original (de mayor a menor intensidad de sabor).

En caso de que no te haga mucha gracia la especialidad que tiene caldo, también está la opción de pedirlo sin él (mazesoba).  Además, puedes pedirte unas tapas de acompañamiento: pollo frito (karaage), gyozas (realmente crujientes), un sabroso plato de arroz blanco con carne de cerdo (chashu-don), o un plato de arroz blanco. El chasu es carne de panceta de cerdo que se marina y se hace estofada, pero en este restaurante ya no la hacen así. Parece ser que los primeros clientes se empezaron a quejar de tanta grasa y que tuvieron que adaptarse a los gustos españoles, al menos eso es lo que explican en Trypadvisor, que ahora usan aguja y no lomo. En cualquier caso, a mí me gustó.



Para beber recomiendo la cerveza Kirin de barril o los refrescos japoneses que sirven. Yo siempre pido el famoso Ramune veraniego, con su forma rara de abrirse. Y de postre un helado de sésamo.


Entre semana el menú merece mucho la pena.


Ah, otra cosa. Me encantó el logotipo, Butachan. Esta mascota hace referencia al tonkotsu, el caldo que usan para el ramen, que obtienen de cocinar los huesos de cerdo a fuego lento. Las camisetas con el famoso cerdito las venden en el bar a 20€. Y se han hecho famosas porque uno de los dueños del Kagura ha salido en un anuncio de Coca-Cola llevándola puesta. Aunque sale fugazmente (minuto 1:05).



   RAMEN KAGURA   
C/ de las Fuentes, 1 – Madrid
Metro: Estaciones de Metro y Sol. 


Opinión de El Chino subterráneo - El mejor restaurante chino de Madrid

CERRADO PERMANENTEMENTE

Aprovechando que esta semana se celebraba el Año Nuevo Chino, decidí probar un restaurante mítico en Madrid: el famoso chino subterráneo. Aunque su verdadero nombre sea Restaurante Zhou Yulong. La gente lo llama así porque se encuentra justo en el Parking de la Plaza de España. A unos metros de los coches. Para llegar basta con bajar las escaleras del Parking y allí ya empieza a oler rico, rico.

Aunque a simple vista, arriba no haya ni publicidad, ni nada que indique su existencia, este restaurante es bien conocido por los madrileños y las colas suelen llegar hasta las escaleras en hora punta.


alertadigital.com

Cuando bajamos las escaleras del parking lo primero que vemos es una agencia de viajes especializada en Asia. Buen acierto, porque quien va al restaurante es porque es una amante de este lugar. Y es que es el único sitio de todos los que he estado que más se asemeja a un restaurante chino, chino. Aquí no encontraréis arroz tres delicias, como en la mayoría de China. Lo que encontraréis serán platos que de verdad podéis encontrar cuando visitéis este país.



A simple vista es un sitio cutre de narices. Y su ubicación tampoco es que sea la mejor del mundo: cerca de los coches. Es muy, muy pequeño. Y comes apegotonado. Aun así, quedé encantada y no descarto volver cuando me entre morriña de China.

Mientras estás haciendo cola, ya te dan la carta para que vayas pensando y todo sea más rápido. La cola no se hace pesada porque la mayoría de la gente pide para llevar y comérselo en el parque, arriba, fuera de la insalubridad del parking. Pero, oye, que el sitio tiene su encanto, con sus programas chinos en la tele y sus clientes chinos.

Cuando abrió tan sólo era frecuentado por chinos, era un sitio donde refugiarse porque les recordaba a casa. Era muy raro ver españoles y, los pocos que iban, se sentían de más. Pero la voz fue corriendo y ahora está lleno de occidentales y su limpieza ha mejorado muchísimo.

Razones para visitarlo:
  • Los platos son muy, muy abundantes.
  • No es la típica comida que encuentras en un restaurante chino “europeizado” adaptado a los gustos occidentales.
  • Es baratísimo.
  • Recuerda a los auténticos sabores de este país.
  • Es el mejor chino de Madrid, sin duda.


   RESTAURANTE ZHOU YULONG   
EL CHINO SUBTERRÁNEO DE MADRID
Bajos del Parking de Plaza de España
Teléfono: 951 482 103