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Laos: Día 6 - Cómo es la visita a Lao-Lao Village y a las Cuevas Pak Ou


Por la mañana temprano, después de haber visto la Procesión de las Ánimas y de haber tenido el incidente con el desayuno del hotel, me fui a la agencia en la que había comprado la excursión a las Pak Ou Caves.

De salir a las 8’00, al final acabé saliendo más de media hora después. Allí me sentaron en unas sillas y no me hicieron ni caso hasta que apareció un tuk tuk destartalado que me llevó al embarcadero… De haberlo sabido, no hubiera reservado nada con la agencia, porque mi hotel estaba cerquísima del embarcadero ése y había hecho el camino en vano. Además, me habría salido más barato si hubiera comprado el billete en el propio embarcadero.

Allí me dieron un ticket con un número (que luego no se respetó para nada) y estuve esperando otra media hora a que organizaran los barcos. Finalmente, conseguí montarme en uno. Toda una experiencia. Es más bonito que las cuevas en sí mismas. Un barco muy estrecho, algo difícil para montarse en él, subiendo por tablas, barro… todo destartalado, pero con el aire encantador que inunda Laos.



Daba un poco de miedo cuando venía la corriente fuerte pero, al rato, te olvidabas y disfrutabas del paisaje salvaje, viendo a los niños y a los perros jugando en el agua, gallinas salvajes, gente viviendo en el río… todo tranquilísimo.



A medio camino paramos para echar gasolina. Nunca había visto una gasolinera en mitad de un río. Curioso.



Una parada en Whiskey Village - Ban Xang Hai 

Un poco más adelante hicimos una parada en este poblado. El pueblo está construido en la ribera del Mekong, a 20 km de Luang Prabang si vas por carretera.

Nada más bajarnos, vienen a saludarnos algunos habitantes. Uno de ellos, mayor, sabía hablar un inglés bastante aceptable para estar dónde estábamos. Allí nos enseñó las instalaciones donde hacían el famoso lao lao. Un licor que es consumido a todas horas en este país. Nos dio a probar tres mezclas distintas, en función de su graduación. La última sabía a aguardiente del fuerte.


Las botellas de lao-Lao normalmente contienen pezuñas de oso, huesos de tigre o cualquier otro trozo de algún animal, porque creen que esto incrementa la virilidad masculina. Y también porque quieren dar morbo a los turistas. No compres estas botellas ya que perpetúa el serio problema que hay en el país de furtivos y caza ilegal de animales amenazados. Exige que no lleven nada de esto dentro. Es una pena.


Después de beber todo eso con el estómago casi vacío, hacía un calor y un mareo… nos adentramos un poco en el pueblo, donde todo el mundo estaba aletargado. No hacían ningún ademán por vender, parecía no importarles nuestra presencia allí. Raro, y más cuando es un pueblo orientado principalmente al turismo. Su única calle polvorienta está llena de talleres y tenderetes donde venden telas, bufandas, gorros… hay mujeres tejiendo in situ, pero muchos de los artículos están hechos en fábricas de China o de Vietnam.




Al principio de la calle hay un templo muy bonito al que merece la pena echar un vistazo después de haberles comprado algo a esta pobre gente.



Todas las visitas que van a las cuevas hacen la parada de rigor en Whiskey Village (Lao Lao Village), aunque también se puede ir por carretera o alquilando un viaje privado en alguna embarcación. Sin embargo, ir exclusivamente a este lugar no merece mucho la pena, tan sólo sirve de excusa para estirar la piernas antes de continuar el camino a las cuevas.

Visitando las Cuevas de Pak Ou

A 25 km de Luang Prabang, río arriba, se encuentran estas cuevas que llevan siendo lugar de culto desde hace más de mil años. Cuando los peregrinos lograban llegar a ellas, era tradición dejar atrás una estatuilla de Buda. Con el tiempo las cuevas se fueron llenando de estas estatuillas, y ahora hay miles de ídolos de todos los tamaños y estilos.



Las cuevas consisten en dos oquedades realizadas en un acantilado de 15 metros de altura sobre el río. La primera que te encuentras es Tham Ting. Allí sí que hay luz natural y un montón de velas, por lo que se puede ver sin problemas. Es más un abrigo, que una caverna. Hay algunos carteles que nos enseñan el significado de las estatuas y de los altares que la llenan. Seguridad no hay ninguna. Hay que mirar muy bien donde se pisa.





La primera pintura que se conoce de esta cueva se le atribuye a Francis Garnier, que describe su viaje explorando el Mekong desde 1865 a 1867.


Una vez vista, seguimos el camino donde hay algún que otro vendedor de champiñones, ofrendas… y una niña de unos 4 años que vendía muñequitas. Al final del camino aparecen unos escalones que hay que subir para llegar a la cueva de Tham Theung, unos diez minutos subiendo. Hay descansar de vez en cuando para no ahogarse y disfrutar del paisaje.



Arriba hay una cueva sin luz. En la entrada alquilan linternas o puedes usar el flash de las cámaras o del móvil. Dentro hay un montón de imágenes de Buda de un modo mucho más tranquilo, pues no está tan llena de turistas como la de abajo. Muchos no quieren subir tanto escalón.




Abajo hay un servicio con una pinta sospechosa. No me atreví a entrar en ellos. Parecía mejor la jungla, la verdad. Una señora tumbada (literalmente) en el suelo, cobraba 5000 kip por entrar en él mientras se le abría la boca. Muy estresada no parecía.

Las cuevas no son muy espectaculares, todo hay que decirlo. Lo que es encantador es el viaje en sí mismo, disfrutando del paisaje del Mekong y de la visión de tanto ídolo en su interior, y a oscuras. Aun así, merece mucho la pena dedicarle media mañana.


Cómo llegar a las Cuevas de Pak Ou 

🚢 En Barco: comprando el ticket en el embarcadero. No hace falta ir a ninguna agencia, así te saldrá más barato. Está en frente del Saffron Café. Se tardan 2 horas en llegar a las cuevas, con una pequeña parada en Whiskey Village. De vuelta, como sólo hay que seguir la corriente, se tarda una hora y media. 

🚘  Por carretera: cualquier tuk tuk del centro te puede llevar por un camino sin asfaltar que sale de la carretera 13, cerca del km 405. Se tarda una hora y hay que cruzar el río en un barco desde el pueblo más cercano (Ban Pak Ou).


PRECIO:
- Entrada a la cueva: 20.000 kip
- Barco ida y vuelta: 60.000




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➤ Día 6 – Visitando Luang Prabang


Laos: Día 6 – Luang Prabang: madrugando para ver el Tak Bat, la procesión de las ánimas


El Tak Bat - La Procesión de las ánimas 

Me levanté muy temprano para acudir a ver lo más representativo de Luang Prabang, lo que sale en todas las fotos y en todos los documentales: la Procesión de las Ánimas.

Todos los días, entre las 5’30 y las 6’00 de la mañana, cientos de monjes budistas salen en procesión para pedir comida que la gente da en forma de ofrendas. Todos van descalzos, rapados, en silencio y vestidos de naranja. Se levantan a las 4’00 para rezar y meditar.

La gente se empieza a poner en fila también para observarlos y rezar. Esta es una manera de contribuir a su karma, creen que les dará felicidad y una vida apacible. Las mujeres se arrodillan, los hombres pueden estar de pie. Hay gente por mitad de la carretera que alquila el sitio donde te puedes poner a rezar tú también si quieres participar. Les pagas, te sientas de rodillas y te dan una cesta con bolas de arroz glutinoso que luego les puedes dar a los monjes para que las metan en sus bolsas.

Lo que recogen los monjes constituye su comida diaria y lo que sobra se lo dan a los más necesitados. A simple vista parece una tradición centenaria preciosa, tranquila y en silencio. Muy mística. Pero, desgraciadamente no. El turismo ha hecho mella y está convirtiendo esto en una feria. Hay más turistas que locales dándole comida de todo tipo a los monjes. La gente se para en todos sitios a hacerles fotos, incluso delante de ellos (no hay que olvidar que hasta es un agravio mirarles a los ojos…), las vendedoras de arroz van a gritos intentando alquilar los sitios para que te arrodilles, alquilando paraguas…


Y, lo que más me impresionó: de arroz nada. La mayoría del arroz se lo dan a las señoras que se ponen en las esquinas de las aceras con unas cestas muy grandes y ellos se queda con… ¡chucherías! Sí, la gente les da chocolatinas, gusanitos, patatas fritas… Los más jovencitos (no dejan de ser niños), tiran el arroz y guardan con ansia el chocolate, aplastándolo en sus bolsas para que quepa más. Una pena. Si ésta es su comida diaria…¡les va a dar colesterol y les va a subir el azúcar!


Me encontré entre encantada de estar donde estaba, delante de una tradición tan centenaria y mística, y decepcionada por el comportamiento de los turistas y de los monjes. Un sentimiento muy agridulce.


Cuando vi gran parte de la procesión me di una vuelta por el pueblo y regresé a desayunar al “maravilloso” cutre-hotel. Después del incidente con el desayuno, me dirigí a la agencia de viajes para iniciar mi camino hacia las Pak Ou Caves.


Laos: Visitando los Templos Wat de Luang Prabang IV


Zona de Wat Visoun

1. Wat Wisunarat: fundado por el rey Visoun en 1513. Dentro hay una amplia colección de Budas dorados con largos brazos que llaman a la lluvia.

2. Wat Aham: hace más de 200 años, este templo fue la residencia del patriarca supremo del budismo laosiano. Dentro hay murales sobre el budismo y cuentos moralizantes (sin traducción).


3. That Makmo: estupa hemisférica cuyo nombre signifa estupa-sandía.



Zona sur del centro de Luang Prabang

1. Wat Manorom: se encuentra fuera de las antiguas murallas de la ciudad. Se cree que es el templo más antiguo de Luang Prabang. Contiene un Buda de 6 metros de altura, creado en 1372.

2. Wat Pha Mahathat: sus relieves exteriores muestran historias sobre vidas anteriores a Buda.


3. Wat That Luang: aquí se incineraba a los miembros de la realeza laosiana. Tradicionalmente se piensa que los fundaron unos misioneros enviados por un emperador indio, pero no se sabe a ciencia cierta.


4. Wat Ho Xiang: junto al Wat That, en una pequeña colina al suroeste del monte Phousi, está esta magnífica escalinata llena de guardianes naga a ambos lados.  En la cima hay un pequeño templo.



Laos: Visitando los Templos Wat de Luang Prabang III (Zonas de Xieng Mouane y de la Península Superior)


Zona de Xieng Mouane:

1. Wat Xieng Mouane: un gran monasterio de 1879 que contiene un taller donde enseñan a los jóvenes monjes pintura, escultura en madera y otras habilidades creativas para que se ocupen, más tarde, del mantenimiento de los demás templos de la ciudad.

2. Wat Pa Phai: en su fachada de madera con detalles dorados hay un fresco tailandés-laosiano que representa escenas de la vida en Laos a finales del s. XIX.

3. Wat Choumkhong: con un impresionante jardín, este templo toma su nombre de una estatua de Buda creada con el metal fundido de un gong.


Zona de la Península superior:

1. Wat Xieng Thong: constituye el monasterio más significativo de Luang Prabang.  Construido en 1560, hoy cuenta con más de 20 estructuras, incluyendo pagodas, pabellones y residencias. En él se coronaban a los reyes de Laos.


2. Wat Pakkhan: un templo sencillo en frente de la villa colonial que alberga las oficinas de la Unesco.


3. Wat Souvannakhili: más parecido a una mansión que a un monasterio.


4. Wat Sensoukaram: muestra una de las fachadas más bonitas de los templos de la ciudad. Está toda recubierta de rojo rubí con revestimiento dorado. 


Laos: Visitando los Templos Wat de Luang Prabang II (Zona del Palacio Real)



Para visitar estos templos basta con pasearse por la zona centro de la ciudad, donde se reúnen todos los turistas. 

1. Wat Ho Pha Bang: se encuentra justo en el recinto del Palacio Real. Es una de las imágenes más fotografiadas de la ciudad y alberga el Pha Bang, el gran Buda que da nombre a Luang Prabang.


2. Wat Mai Suwanna Phumaham: muy cerca del Palacio Real, siguiendo por la misma calle, verás este elegante templo. Data de 1821 y hoy es sede del líder del budismo laosiano.


3. Colina Phu Si: esta colina de 100 m de altura está en el centro de Luang Prabang. Se cobra una entrada simbólica para ascender por su gran escalinata. En el trayecto te encontrarás con varios monumentos:



- That Chomsi: está en la cima de la colina. Es una estupa blanca desde la que se ve toda la ciudad, el río y un magnífico paisaje. A su lado hay un cañón antiaéreo de la época de la guerra.


- Wat Pa Huak: un antiguo templo sin reformar que contiene un Buda montado en un elefante de tres cabezas, típico de la mitología hindú.


- Wat Siphoutthabat Thippharam: famoso por albergar la auténtica huella de Buda, enorme.


- Wat Thammothayalan: a su alrededor a una colección  de Budas dorados colocados entre las rocas.