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14 Souvenirs típicos de Laos - ¿Qué comprar de recuerdo?


1. Lámparas artesanales de papel: las hay en todos los puestecillos del mercado nocturno. Se pueden comprar de dos tamaños distintos: pequeñitas y un poquito más grandes. Están hechas totalmente a mano, hasta los dibujos. Y son muy fáciles de llevar en la maleta porque se pliegan. Un regalo original y bonito que me traje de allí. Su precio fue menos de 5 euros.

2. Café: en Laos se producen dos tipos de café: Robusta y Arábica. El Robusta se usa para el café normal y el café con leche condensada y el Arábica, de más calidad, se usa para el espresso. Se puede comprar al peso, molido o sin moler. Lo más original es comprarlo en unas bolsitas con unos bonitos dibujos laosianos. A menudo el café de aquí se llama Pakxong porque crece en los alrededores de esta ciudad en la Meseta de Boloven.

3. Té: el té que se consume en Laos proviene de las variedades de té verde y té negro. El más común es el Oolong. Su característica principal es que tiene un fuerte sabor a hierba, es como más arenoso. También se pueden comprar en estas bolsitas, al mismo precio que las de café.



4. Zapatillas de casa: el triunfo de todo el mercado. Todo el mundo compraba zapatillas súper calentitas (a pesar del calor húmedo que hacía en agosto), grandes y con motivos de elefantes. Un regalo muy original y útil en invierno.



5. Camisetas: las más vendidas son las de la Beer Lao y las que tienen el alfabeto laosiano.
6. Bolsos: hechos a mano y muy coloridos, a precios ridículos.


7. Seda: todavía sigue siendo una industria familiar y casera en la mayoría de las ocasiones. Los diseños tradicionales varían mucho de una región a otra. Es mucho más barato acudir a un taller tradicional que visitar cualquier tienda. Es fácil ver a las artesanas tejiendo en las puertas de sus casas. En Whisky Village, donde hacen el lao lao, hay un montón de tiendas baratas dedicadas a todo tipo de tejidos artesanales.


8. Obras talladas: éstas van desde lo más mundano hasta los motivos más espirituales. Hay de todos los tipos: de madera, piedra e incluso hueso.  Se pueden comprar auténticas pipas para fumar opio, grandiosamente talladas, en cualquier parte del mercado de Luang Prabang.


9. Joyería: los artículos de oro y plata auténticos también son más baratos aquí que otros países cercanos, como Tailandia. La mayoría de los artesanos provienen de las tribus del norte, expertos en su tallado para atraer la riqueza y para darlos como dote. El oro de Laos tiene una pureza del 99’99%.


10. Cuadernos, tarjetas y block de notas hechos de hojas de morera: las moreras en esta parte del mundo son conocidas como Saa (Saa paper). 100% ecológicas.


11. Cosas hechas con restos de bombas: Laos es el país que ha sufrido más bombas per cápita de la historia. Desde 1964 hasta 1973, más de 270 millones de bombas cayeron en el país, la mayoría provenía de las ya prohibidas bombas racimo. Un 30% de ellas nunca explotaron. Y hoy siguen siendo un problema. Con el metal de las bombas, los artesanos se están dedicando a hacer piezas de bisutería, cadenas y hasta cucharas. La iniciativa está siendo fomentada por muchas ONGs para ayudar a las víctimas y a sus familias.


12. Muñecos hechos por las mujeres Akha, una zona remota en la provincia de Phongsali.

13. Muñecos de elefantes: un clásico de Laos, el antiguamente llamado “País del millón de elefantes".

14. En el centro de recuperación de elefantes de Sayabouli también puedes comprar otros souvenirs originales y por una buena causa.





Laos: Cómo llegar del aeropuerto al centro de Luang Prabang


El aeropuerto de Luang Prabang

El Aeropuerto Internacional de Luang Prabang (LPQ) está a 4 km de la ciudad. Es súper pequeño. Sólo tiene una terminal: la misma para vuelos domésticos e internacionales.

Los retrasos son muy usuales. Tenlo en cuenta si quieres hacer enlaces. Yo casi pierdo mi escala en Vientián.

Dentro hay unas cuantas tiendas de recuerdos, muy básicas. Un ATM, y algunas casas de cambio. Es mucho mejor esperarse a llegar ala ciudad para cambiar dinero, saldrá más rentable.

Si llegas tarde y las casas de cambio están cerradas, siempre podrás cambiar en el puesto de reserva de taxis. Pero a un cambio nada bueno, se aprovecharán de tu desesperación.

Dentro del aeropuerto hay carteles escritos a mano que avisan por todos lados de que no hay WIFI, para que la gente deje de preguntar, supongo.

Los servicios, mejor ni pisarlos. Aunque en la planta de arriba están pasables. 

El visado se obtiene nada más bajar del avión, y sólo se puede pagar en dólares.

Cómo llegar al centro de Luang Prabang 

No hay autobús, ni metro, ni tren. En el puesto que hay a la salida reservan taxis y minivan. Allí se paga y ellos te paran el taxi. Se puede ir en:
  • Taxis y minivan: 50.000 kip (tarifa plana). Puede que lleve a más turistas aprovechando el viaje y cobrándoles otros 50.000 kip.
  • Tuk tuk: estos carromatos cuestan 40.000 kip. Está justo cuando sales del aeropuerto, esperando en la entrada, pero no hay mucho. Lo más habitual son las minivan. No se suele negociar su precio.
  • Andando: aunque parezca cachondeo, tanto a la ida, como a la venida, vi a varios viajeros con sus mochilas, que hacían los 4 km andando por la carretera. El paisaje es impresionante. Todo virgen. 







Cómo es la gente de Laos


La gente que me he encontrado a lo largo de este corto viaje por Laos ha sido la más amable con la que me he topa en toda Asia. Una sociedad educada, paciente, que hace todo lo posible por agradarte. Dicen que sí a todo lo que les preguntes, aunque no te hayan entendido. Lo cual, a veces, esto da lugar a unas situaciones muy incómodas en las que te sientes observado por una persona sonriente esperando a que reaccione (por ejemplo, si le has preguntado que si tiene agua caliente y que si te la puede traer), porque se ha quedado parado diciéndote que sí, pero no se mueve, ni hace nada. Curioso.

El estrés es malo

La paciencia y el estoicismo es algo que he visto en todos los laosianos. El estrés está mal visto por su religión. Mostrar emociones intensas no está bien visto tampoco y tienen una fuerte creencia en el karma, que es lo que determina su destino. Tampoco le dan mucha importancia al trabajo duro o a los rezos. Creen que demasiado trabajo es malo para el cerebro, que no hay que pensar demasiado las cosas. Al estar ya todo determinado por el karma, no se preocupan por el mañana. Para nosotros puede que se vea como si no tuvieran ninguna ambición.

Esta actitud de estar libre de preocupaciones y aceptarlo todo sin más, me quedó muy patente en el Centro de Conservación de Elefantes, donde tuve la oportunidad de pasar una velada muy agradable con uno de los guías. Éste me empezó a hablar de su matrimonio de un modo tan estoico, que asombraba. Me contó que le encantaba trabajar en el centro, pero que echaba de menos un montón a su hijo pequeño. Le pregunté que si se pasaba mucho tiempo sin verlo y me dijo que sí porque, aunque viviera en Luang Prabang (que está a 3 horas de autobús), él y su mujer se habían separado. Su mujer se había ido a vivir con sus padres y él lo había aceptado así. Lo asombroso fueron las razones que me dio de por qué aceptaba esto: su matrimonio no había funcionado por la falta de experiencia de ambos. Porque no estaba aún preparados para formar una familia (¡tenía 36 años!). Así que si algún día estaban mejor preparados, lo intentarían otra vez. Pero que había que ser feliz y si el destino lo había querido así, él lo aceptaba con felicidad.

Esta falta de preocupaciones y diligencia a veces puede perturbar al viajero, que no entiende… ¡cómo hacen las cosas con esa pachorra! Y ya si se ponen a mirar el Facebook… apaga y vámonos. Han tardado siglos en atenderme en muchos sitios porque estaban enganchados al ordenador.

El estilo de vida comunitario

El sueldo medio de un laosiano es de menos de 100$ al mes. Esto ya es, en muchos casos, un privilegio. Hoy sigue siendo uno de los países más pobres de Asia, aunque están viendo cómo el turismo bien llevado, sobre todo el ecológico, puede traerles buenos beneficios. Con un sueldo tan bajo, lo normal es que tres o más generaciones de una misma familia compartan techo y se reúnan durante las comidas para hablar sentados en el suelo, sobre unas esterillas.

La vida comienza antes de las 6’00 de la mañana. A estas horas los monjes suelen hacer sus procesiones para recoger las ofrendas. Después se desayuna unos fideos o algo ligero y se van a trabajar. El trabajo consiste en la plantación o cosecha de los cultivos, generalmente de arroz. Sólo hay una cosecha al año, por lo que el resto de los meses son muuuuy tranquilos.

La bebida por excelencia es la beer lao, una de las cervezas más baratas de Asia, y el lao lao, un licor casero de arroz fermentado que tiene varias graduaciones. Se lo beben como el agua…


La petanca les encanta (no esperaba menos de un pueblo tan poco estresado). Es más, fueron ganadores de la medalla de oro en la categoría masculina y otro de plata en dobles, durante los Juegos del Sureste Asiático de 2005. Y siempre suelen quedarse en buenas posiciones.

Pero el fútbol también se está extendiendo y mucha gente conoce a Messi, a Ronaldo, al Barça, al Real Madrid… Es una buena manera de iniciar una conversación cuando dices que vienes de España.

La vida en familia

Los roles están muy bien definidos: los hombres pescan, cazan, hacen tareas típicamente masculinas; las mujeres recolectan frutos, cosen, cogen leña, cuidan la casa…  En las zonas más turísticas, esto está cambiando y muchos se están dedicando a la hostelería, con unos roles no tan marcados, aunque siguen estándolo.


Los niños afortunados que pueden ir a la escuela acuden a un recinto comunitario, con uno o dos maestros.  En ciudades como Luang Prabang o Vientian hay escuelas muy parecidas a las europeas. Los alumnos de secundaria tienden a dormir fuera de casa porque hay muy pocos institutos repartidos por todo el país y no sale rentable recorrer esas largas distancias por unas carreteras tan hostiles. Esto supone un gran gasto para las familias, por lo que muy pocos pueden estudiar más allá de una precaria educación primaria.

Los padres prefieren invertir sus ahorros en que estudien idiomas, sobre todo inglés. Esto se ve un acierto seguro de cara al futuro, porque así podrán dedicarse al turismo. De hecho, hasta en pueblos remotos hay gente que sabe hablar un inglés básico. En Luang Prabang casi todo el mundo dedicado al turismo habla un poco de inglés, aunque no es capaz de escribirlo, ni de leerlo.

Los niños budistas de Laos

Alrededor del 60% de los laosianos son busdistas theravadas. Hay muchos vegetarianos y otros que son vegetarianos sólo ciertos días a la semana. El objetivo de su vida es alcanzar el Nirvana, librarse de esta vida de sufrimiento condicionada por el karma.

En Laos, los monjes no lo son de por vida (aunque también los hay). A lo que se aspira es a que todos los hombres sean monjes, al menos, una vez en su vida. Por eso, la sociedad y el Gobierno (pese a ser Comunista) promueve que los niños que acaban de terminar la educación primaria se conviertan en monjes durante tres meses o más, antes de empezar la secundaria o de seguir trabajando. Normalmente, este tiempo coincide con la Cuaresma Budista, durante la temporada de lluvias.


Las familias adquieren méritos para alcanzar este nirvana o reencarnarse en una vida mejor cuando sus hijos, menores de 20 años, son admitidos como novicios, cuando realizan plegarias, ofrendas, dándoles comida a los monjes, realizan donaciones a los templos, meditando… No hay un día fijo para ir a los templos, pero se suele ir asiduamente, al menos, una vez a la semana.

Los niños en el wat aprenden los tres aspectos principales de la existencia:
  • Dukkha: sufrimiento, insatisfacción, enfermedad.
  • Anicca: impermanencia, transitoriedad.
  • Anatta: insustancialidad, inexistencia de un alma inmutable.
Se practica la lectura y la escritura, se aprende a ser paciente, a meditar, se reza, se realizan labores como plantar en el huerto o cocinar… Todo ello va formando la personalidad laosiana estoica y paciente de la que hablaba antes.


Esta visión relajada de la vida ya la vieron los franceses cuando llegaron a Laos, y quedó reflejada en una de las frases más llamativas que leí sobre Indochina:

En Vietnam plantan el arroz, en Camboya se ocupan de trabajarlo y en Laos miran cómo crece.

Viajar a Laos: Enchufes

🔌 Los enchufes en Laos son de 230 V y 50Hz. Los tipos de enchufes que podemos usar son las letras:
 A – B – C – E – F.

🔌 Las clavijas de tipo F son las más normales en España, por lo que las más me sirvieron sin ningún tipo de adaptador.


🔌 Si en tu país el voltaje se encuentra entre 220V – 240V (como en España, Reino Unido, Australia y la mayoría de los países de Asia y África) no necesitarás adaptador porque los fabricantes suelen tener en cuenta estas mínimas diferencias.

🔌 Por el contrario, si en tu país el voltaje está entre 110V y 127V (como en USA, Canadá y la mayoría de América del Sur), sí que necesitarás un conversor o un transformador de tensión.

🔌 Para asegurarte, basta con mirar la etiqueta del aparato que quieras conectar. Si en el input pone 100-240V, 50/60Hz, se puede utilizar sin problemas. 

Laos: Dónde contratar excursiones en Luang Prabang


La manera más sencilla de visitar los alrededores de Luang Prabang es contratando una excursión organizada en las decenas de agencias de viaje de la ciudad. Hacerlo por tu cuenta puede resultar un poco jaleoso. Y es que la gente aquí habla inglés, pero básico, y muchas veces es difícil la comunicación. De este modo, apañárselas con los transportes puede ser una ardua tarea.

Por el precio que cuestan es mucho mejor ir a una agencia que te lo tramite todo por una pequeña comisión, a veces ridícula.

Toda la calle principal (Tourist Street) y su continuación hacia el mercado nocturno (Sisavangvong Road, Night Market Street, Chao fa ngum Road…), está llena de pequeñas agencias. La mayoría ofrecen lo mismo, pero puedes encontrar grandes diferencias de precio. Tendrás que ir mirando más de una para saber cuál te conviene más. Por ejemplo, a mí me cobraron 120.000 kip por una excursión a las Cuevas de Pak Ou que incluía un tuk tuk hasta el embarcadero, paseo en barco de 2 horas (ida), parada en el pueblo donde hacen lao lao, visita a las cuevas y vuelta al embarcadero (1’45h en barco). Me salió 1’5€ más caro que si lo hubiese contratado yo sola, sin agencia, pero, además, incluía tuk tuk.

Normalmente, con que vayas el día de antes a contratar la excursión, es suficiente. En ese momento se acuerda lo que quieres realmente (que quede todo por escrito), se paga y te dan un recibo. A la mañana siguiente te presentas en la agencia a la hora acordada y les das este mismo recibo.

No esperes rapidez. Aquí la diligencia no existe y, si has quedado a las 8 de la mañana con ellos, no pasa nada si acabas saliendo a las 9. Toooodo va muy despacio en Laos. No se estresan.

En estas agencias puedes contratar cualquier tipo de servicio turístico. Los más usuales son:
  • Excursión a las Cuevas de Pak Ou.
  • Excursión a las Cascadas de Tat Sae.
  • Excursión a pueblos tradicionales.
  • Excursión al Centro de Rescate de Osos de Tat Kuang Si.
  • Paseos en elefante.
  • Visitas a centros de elefantes.
  • Reservas de autobuses, tuk tuk, transporte al aeropuerto.
  • Extensiones de visado.
  • Asistencia a talleres de cocina laosiana.
  • Visitas turísticas a centros artesanales.
  • Visitas turísticas a campos de arroz.