Para poder
visitar la DMZ te tienes que poner en contacto con las múltiples empresas
autorizadas por la ONU y por el Gobierno Coreano para realizar estos tours.
Existen diversos
tours organizados para visitar la Zona Desmilitarizada. Su precio más o menos
es el mismo, aunque tienes que mirar muy bien el itinerario de cada uno para saber
exactamente qué se visita. Por ejemplo, lo más interesante, que es la JSA no
está disponible siempre, ni tampoco la visita a los túneles. Además, la zona
puede quedar cerrada al público por motivos políticos y/o militares en
cualquier momento y, en ese caso…no se devuelve el dinero.
Para mi visita contraté la excursión combinada JSA Panmunjom & DMZ the 3rd Tunnel con la
empresa tourdmz. Para hacerlo busqué muchas opciones en internet y tuve que
esperar hasta un mes antes para que me confirmaran que la ONU les daba el
permiso para la fecha en la que yo estaba disponible. No todos estos lugares se
pueden visitar todos los días.
Recibí toda la
información necesaria en mi email y no tuve que pagar nada hasta el día de
salida. Ese día me dirigí a las 7’40 al punto acordado: el Hotel President
(16 Eulji-ro Jung-gu Seoul) 3rd floor “TOUR DMZ” desk. En la planta baja del
hotel, nadie sabía nada, ni siquiera podían hablar inglés. Así que me fui directamente
al ascensor y los encontré en la 3ª planta. Allí había bastante cola de gente
esperando. Pagué con la tarjeta de crédito, confirmaron que mi vestimenta era
adecuada para la visita y me indicaron dónde estaba mi autobús: un vehículo
lleno de adornos por dentro y bastante hortera.
1. Joint Securiry
Area (JSA) Panmunjom
Mi autobús se
llenó de turistas, la guía nos dio una botella de agua a cada uno y comprobó
que todos llevábamos el pasaporte. A continuación, nos fue dando información en
inglés sobre nuestro tour.
Nada más que
el viaje hasta la frontera ya merece la pena. Hay más de 50 km de vallas que
impiden el paso de una Corea a la otra, torres de vigilancia, soldados,
cámaras…
Nuestra primera
parada fue en la famosa JSA. Si eliges un tour en el que no venga incluida esta
visita, no será tan interesante. Antes de entrar, soldados estadounidenses y
coreanos nos revisaron a todos el pasaporte en el mismo autobús. A continuación,
el autobús pudo pasar y dejarnos en la entrada de un gran edificio.
Otro soldado
estadounidense nos recibió y nos guió hasta una sala de conferencias en la que
proyectaron un vídeo y nos hicieron una presentación de la zona. Tuvimos que
firmar un documento en el que ponía que éramos conscientes del lugar en el que
estábamos, del peligro que suponía y de que ellos no se hacían responsables de
lo que nos pudiera ocurrir allí.
Panmunjom se
hizo famoso por utilizarse para las negociaciones que tuvieron lugar entre las
dos Coreas y para firma el fin de la guerra en 1953, para el que tuvieron que
realizar 765 reuniones. El edificio que nos dejan visitar es el Área de
Seguridad Conjunta, con las construcciones azules que están en mitad de la
línea de demarcación militar. Justo ahí, en el área conjunta, es donde se pueden
reunir los representantes de ambos países. La puerta de acceso a Corea del
Norte está fuertemente vigilada por un guardia. Es el único momento en el que
pisaremos suelo norcoreano. Soldados norcoreanos y surcoreanos con gafas de
sol, para impedir que se vean sus ojos, vigilan todos los movimientos de los
turistas. La sala cuenta con tres micrófonos que graban todo lo que se dice
allí las 24 horas del día. Estar allí es bastante inquietante. Es como si hubiera
mucha tensión, como si la guerra fuera a estallar de nuevo en cualquier
momento.
Fuera de los
barracones azules, en ambos extremos, frente a frente, se miran las caras todos
los días los soldados de ambas Coreas, cada uno en su línea fronteriza.
Una vez vista
la línea divisoria, pasamos a recorrer dentro de la Freedom House, una especie
de museo con un montón de paneles informativos sobre la guerra, videos y
objetos. Lo más famoso es el tronco del árbol que hace referencia al Incidente
del Hacha. En 1976, dos soldados estadounidenses fueron asesinados por los
norcoreanos mientras estaban talando un árbol que impedía ver bien desde una
torre de vigilancia. Los norcoreanos se escudaron diciendo que es que había
sido plantado por Kim Il-Sung. En honor a uno de estos soldados muerto, Arthur
Bonifas, el puerto militar de la ONU, ubicado a 400 metros al sur de la
frontera, se bautizó como Camp Bonifas.
Fuera, nos
dejaron un rato para hacer fotos a los lugares permitidos y para visitar la
Freedom House Pagoda.
En el autobús
nos informaron de que el Puente de No-Retorno no nos lo podían enseñar ese día por
estar haciendo maniobras militares. Por lo que nos montamos de nuevo en el
autobús y vimos de lejos Propaganda Village, la ciudad de Kijong-dong, en la
que no vive nadie. Un montaje creado por Corea del Norte para hacer ver a los
surcoreanos que su calidad de vida es óptima. Las fachadas de las casas sólo
están pintadas por la zona que se ve desde el sur y todas las luces de los
edificios se encienden por la noche a la vez. Una pantomima. Desde la frontera
se puede ver un mástil de 160 metros de altura que sujeta una gran bandera, superando
así los 100 metros del mástil surcoreano.
Nuestra siguiente
visita fue una pequeña tienda en Paju, donde paramos todos para ir al servicio
(en la JSA no se puede) en la que vendían productos y souvenirs de la zona, como
estas bolitas de chocolate y soja.
2. Imjingak Park
De nuevo, el
autobús nos llevó a Imjingak Park (Freedom Bridge). Un poblado que se construyó
en 1972 para los desertores de Corea del Norte. Allí se puede ver el Puente de
la Libertad, desde el que se intercambiaron 13.000 prisioneros de guerra en
1953 y un tren que quedó abandonado tras la guerra.
Es un sitio
bastante curioso, montando en plan parque temático, al que vienen a pasar el
día muchos surcoreanos durante los fines de semana. En la planta alta del edificio
principal hay un observatorio desde el que poder ver Corea del Norte.
3. Comida
tradicional coreana
En mi tour
venía incluida la comida (la bebida no). Nos llevaron a una pequeña casita que
por fuera no tenia muy buena pinta, pero por dentro todo estaba genial y muy
bien organizado. Disfrutamos de un gran festín.
4. Tercer túnel
Después de la comida llegamos al Tercer Túnel. Si en algún momento se nos había olvidado que esto era una auténtica turistada, aquí está este túnel para recordárnoslo. El túnel se descubrió en 1978 y tiene 1635 metros de largo, 1’95 de largo y 2’1 de ancho. Se mete 435 metros al sur de la frontera.
En total se han descubierto cuatro túneles excavados por los norcoreanos, aunque se piensan que pueden ser muchos más. Los hacían con la intención de movilizar a sus tropas hacia Corea del Sur de manera rápida y atacar por sorpresa en caso de guerra.
Para hacer la visita nos montaron en un trenecito y nos bajaron a ver el túnel. Hacer fotos durante esta visita está prohibido. Allí nos dijeron que cada vez se encuentran más desertores norcoreanos jóvenes que vienen por el túnel en busca de una vida mejor y para ver si existe un mundo igual que el que aparece en las revistas clandestinas que consiguen de los chinos. El último que llegó, cuando le preguntaron el motivo de su llegada, dijo “Vengo por hambre”. Se te ponen los pelos de punta.
Después de la comida llegamos al Tercer Túnel. Si en algún momento se nos había olvidado que esto era una auténtica turistada, aquí está este túnel para recordárnoslo. El túnel se descubrió en 1978 y tiene 1635 metros de largo, 1’95 de largo y 2’1 de ancho. Se mete 435 metros al sur de la frontera.
En total se han descubierto cuatro túneles excavados por los norcoreanos, aunque se piensan que pueden ser muchos más. Los hacían con la intención de movilizar a sus tropas hacia Corea del Sur de manera rápida y atacar por sorpresa en caso de guerra.
Para hacer la visita nos montaron en un trenecito y nos bajaron a ver el túnel. Hacer fotos durante esta visita está prohibido. Allí nos dijeron que cada vez se encuentran más desertores norcoreanos jóvenes que vienen por el túnel en busca de una vida mejor y para ver si existe un mundo igual que el que aparece en las revistas clandestinas que consiguen de los chinos. El último que llegó, cuando le preguntaron el motivo de su llegada, dijo “Vengo por hambre”. Se te ponen los pelos de punta.
5. Dora Observatory
Este es el observatorio desde el que mejor se ve Corea del Norte. En la terraza del edificio hay una serie de binoculares de gran alcance desde los que ver Propaganda Village y la frontera.
6. Estación de Dorasan
La visita acabó en la antigua estación de tren que unía Corea del Norte y Corea del Sur y que hoy permanece cerrada. Su interior es igual que cualquier estación que esté actualmente en funcionamiento, con sus lavabos, sus tornos, sus indicadores de trenes… Pyeongyang tan sólo está a 205 km y se espera que algún día pueda el tren unirla con Seúl.
En un stand puedes comprar una postal en la que te ponen un sello conmemorativo y un billete de tren para ir a su interior. Pasas el billete por el torno y puedes llegar hasta el mismo andén.
Llegamos al Hotel President cerca de las seis de la tarde, con un día muy aprovechado.
⬥ Se tiene que ir en todo momento con el pasaporte encima.
⬥ No se puede llevar puesto:
○ Vaqueros con agujeros, ni despintados.
○ Ropa militar.
○ Pantalones cortos.
○ Minifaldas.
○ Sandalias, ni ningún tipo de zapatos abiertos.
○ Tacones.
○ Pantalones de cuero.
○ Camisetas sin mangas.
⬥ No se puede hacer fotos a los edificios de Corea del Norte.
⬥ No se puede hacer fotos a los lugares que nos marquen los soldados.
⬥ No se puede hacer caso de ningún militar de Corea del Norte.
⬥ No se puede hablar, gritar, señalar o insultar a ningún militar de Corea del Norte.
⬥ No se puede salir de los caminos marcados.
⬥ Los tours se llenan muy pronto, por lo que te aconsejo hacer la reserva con mucha antelación.
⬥ Si la visita se cancela por motivos político-militares, no se devuelve el dinero.
⬥ Precio de la visita conjunta JSA-Tercer Túnel: 130,000 KRW por persona (comida tradicional coreana incluida).
⬥ Empresa: http://www.tourdmz.com
Este es el observatorio desde el que mejor se ve Corea del Norte. En la terraza del edificio hay una serie de binoculares de gran alcance desde los que ver Propaganda Village y la frontera.
6. Estación de Dorasan
La visita acabó en la antigua estación de tren que unía Corea del Norte y Corea del Sur y que hoy permanece cerrada. Su interior es igual que cualquier estación que esté actualmente en funcionamiento, con sus lavabos, sus tornos, sus indicadores de trenes… Pyeongyang tan sólo está a 205 km y se espera que algún día pueda el tren unirla con Seúl.
En un stand puedes comprar una postal en la que te ponen un sello conmemorativo y un billete de tren para ir a su interior. Pasas el billete por el torno y puedes llegar hasta el mismo andén.
Llegamos al Hotel President cerca de las seis de la tarde, con un día muy aprovechado.
Cosas a tener en cuenta cuando visitas la DMZ
⬥ Se tiene que ir en todo momento con el pasaporte encima.
⬥ No se puede llevar puesto:
○ Vaqueros con agujeros, ni despintados.
○ Ropa militar.
○ Pantalones cortos.
○ Minifaldas.
○ Sandalias, ni ningún tipo de zapatos abiertos.
○ Tacones.
○ Pantalones de cuero.
○ Camisetas sin mangas.
⬥ No se puede hacer fotos a los edificios de Corea del Norte.
⬥ No se puede hacer fotos a los lugares que nos marquen los soldados.
⬥ No se puede hacer caso de ningún militar de Corea del Norte.
⬥ No se puede hablar, gritar, señalar o insultar a ningún militar de Corea del Norte.
⬥ No se puede salir de los caminos marcados.
⬥ Los tours se llenan muy pronto, por lo que te aconsejo hacer la reserva con mucha antelación.
⬥ Si la visita se cancela por motivos político-militares, no se devuelve el dinero.
⬥ Precio de la visita conjunta JSA-Tercer Túnel: 130,000 KRW por persona (comida tradicional coreana incluida).
⬥ Empresa: http://www.tourdmz.com
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