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Los niños mendigos de Angkor
Angkor Asia Camboya Información útil Camboya Patrimonio de la HumanidadHace unos años, cuando escuchabas hablar de Angkor a alguien que ya había ido, era inevitable que hablaran de los mendigos. De que no te dejaban en paz, de que algunos eran incluso violentos, de que era una pena como estaba todo lleno de estas pobres gentes, de que no sabían cómo ayudarles…
Por suerte, la situación está cambiando bastante y
ya no es tan usual encontrarse con niños mendigando en Angkor. Las autoridades
y las ONGs, sobre todo éstas, están
trabajando a fondo para hacer que cada vez más niños vayan a las escuelas y no
estén en la calle. Esto no quiere decir que no te encuentres con casos que
te ponen los pelos de punta.
Los adultos (padres o cuidadores) emplean a niños,
porque dan más pena, para pedir a los turistas. Piden dinero o comida. Hay que
saber que nada de esto irá a parar a los niños. Todo será para el adulto que se
esconde entre los árboles, al que se lo darán en cuanto te des la vuelta,
para evitar represalias.
Las últimas medidas que están llevando a cabo los
vigilantes de Angkor incluyen la idea de quitarles a estos niños todo lo que le
hayan dado los turistas. Los tienen vigilados, saben dónde están y, en cuanto
consiguen alguna limosna, llega el vigilante y se la quita.
Aunque parezca cruel, lo que quieren es que les
llegue a los adultos el mensaje de que allí no van a conseguir nada con los
chavales. De este modo, están consiguiendo que muchos no utilicen ya a menores
para estos menesteres y sus posibilidades de asistir a clase, aunque bajas,
empiezan a aumentar.
Todo esto hay que tenerlo en cuenta cuando
visites los templos. Yo sólo vi a dos de estas
criaturas. Uno de ellos era un chico de unos 9 años, que hablaba un poco de
inglés. Intentaba iniciar un poco de conversación con los turistas y, cuando ya
había captado su atención, entonces les pedía limosna.
La segunda niña, daba una penita increíble. Una nena
de unos 5 años, sola en medio de un camino. Allí se abrazaba a todo el que
pillaba y lo miraba con cara de pena para que le dieran comida. Pero no dejaba
de mirar más allá, hacia unos setos donde se escondería el que la vigilaba.
Fue horrendo ver cómo dos españoles (¡tenían que
ser!) se pararon a hacerse fotos con ella, a abrazarla, y a darle chocolatinas
ante los ojos atentos de uno de los guardias de Angkor. Pero, ¿no habían
avisado por todas partes de que eso es malo? Están en las guías de viaje, está
en cualquier página de Internet sobre Angkor, los dicen los guías, avisan los vigilantes, en los hoteles… pues nada. Me puse… uffff.
➤ ¡Cuidado con los monos de Angkor!
Camboya: 12 Consejos para visitar los Templos de Angkor
Angkor Asia Camboya Información útil Camboya Patrimonio de la Humanidad Templos
1. Elege bien la ropa que vas a llevar
La humedad es agobiante y se suda mucho pero, por otro lado,
tendrás el problema de los bichos. Por lo que es mejor evitar la manga corta y
los pantalones cortos, sobre todo al amanecer y al atardecer. Es importante llevar
una ropa que transpire bien.
Para entrar a algunos templos no puedes llevar faldas cortas
(a veces tampoco dejan pantalones cortos), sombreros, camisetas de tirantes, ni
escote. Lleva algo para taparte en la mochila y solucionado. No avisan de esto
en ningún sitio y, después de llevar un buen rataco esperando en la cola, es
una faena que te echen para atrás. De todos modos, fuera del complejo, en los
mercadillos de las entradas hay todo tipo de kits para los templos, pues saben
que hay mucho despistado y se aprovecha.
La llovizna puede arruinarte el día. No olvides echar en
la mochila un paraguas o un chubasquero y una funda impermeable para la cámara,
por si acaso.
2. Decide bien tu medio de transporte
- No hay transporte público. Por tu cuenta debmos seguir la carretera del Museo de Angkor todo recto hasta llegar a las taquillas.
- Tuk tuk: se pueden contratar en los hoteles o en cualquier calle. Se acuerda con el conductor qué quieres visitar (el recorrido corto o el largo) y, en función de eso, se regatea. En la calle los puedes encontrar más baratos que en los hoteles. Lo normal es que cobren unos 15$ por el recorrido corto y se pague al final del trayecto, para que no te dejen tirado mientras visitas un templo y te esperen a la salida.
- Bicicleta: es la manera ideal. Si hubiera tenido tiempo, lo hubiera hecho así. Hay que estar en buena forma, pero es bastante accesible. El recorrido corto tiene un trayecto de 25 km. El terreno es llano y la carretera está bastante bien conservada. Muchos hoteles ofrecen bicis gratis. De todos modos, alquilarlas sale bastante barato.
- A pie: no se puede. Las distancias entre los templos son tan grandes, que es imposible hacerlo. Entre un templo y otro suele haber un mínimo de tres kilómetros, más 5 kilómetros de ida desde Siem Reap a las taquillas y otros tantos de vuelta, caminar entre los templos… es inviable.
- Visitas organizadas: por los hoteles o por cualquier agencia de viajes que contrates. Utilizan minivan, o coches privados (si pagas más). Pero, realmente, no merecen la pena. Se pierde el encanto de ver el paisaje en condiciones. Y, además, van como hormiguitas siguiendo al guía, rápido, rápido, sin poder detenerse mucho en ningún sitio.
- Elefantes: darse una vuelta por las entradas de los templos en elefante sale barato. Pero no lo aconsejo. Los pobres están en unas condiciones pésimas. Los tratan mal, están esclavizados y, cuando no sirven ya para llevar a turistas, los abandonan sin más en mitad del bosque. Están totalmente explotados. Si quieres montar en elefante, visita otros sitios en los que te garanticen que están haciendo todo lo posible por su conservación, como Elephant Conservation Center, en Laos.
- También se pueden contratar helicóperos (muuuy caros) y globos aerostáticos. En tu hotel te lo pueden gestionar.
3. Elege el tipo de entrada que más te convenga
Depende del tiempo del que dispongas, así puedes comprar
los tickets para:
- 1 día: 20$
- 3 días: 40$
- Una semana: 60$
4. No te pierdas
Hay mapas del complejo en todos los hoteles. Tienes que saber que, si vas por tu cuenta, las taquillas para comprar las
entradas están siguiendo la carretera que parte del Museo de Angkor, en Siem
Reap. Se encuentran a 3 km de la ciudad y a 2 km de los templos.
Si no vas por esta carretera, luego será mucho más difícil,
porque te encontrarás en la entrada de los templos, pero no tendrás los
tickets. Así que te obligarán a dar media vuelta en dirección a las taquillas.
5. Lleva bastante agua
Con tanta humedad, se pierde mucho líquido y será necesario
hidratarse bien. Allí puedes comprar agua, pero a un precio muy superior al
de Siem Reap.
6. Ten cuidado con los monos
Aunque parezcan encantadores, intentarán quitarte todo lo que les llame la atención, incluidos los móviles y las cámaras. Su perdición es
la comida y te pueden morder. Ten en cuenta que pueden trasmitir enfermedades
como la rabia.
7. Ve con calma
Si vas en tuk tuk, lo alquilarás por recorrido, no por
horas. Tenlo en cuenta para no pegarte el atracón de templos, sin disfrutar
de nada.
8. El antimosquitos es esencial
Aunque la zona esté mejorando en cuanto a malaria, es
necesario ir cubiertos. Angkor está lleno de zonas húmedas, ideales para los
mosquitos. Goibi Extreme me fue muy bien para evitar las picaduras.
9. Piensa en los horarios
Los templos abren de 5’00 hasta las 17’30. El amanecer y el
anochecer son preciosos de ver, pero están saturados de gente y, al final, es
casi imposible hacer ninguna foto. Si no quieres amargarte con miles de
turistas con sus trípodes, evítalos.
10. Cuidado con los mercadillos
11. No fomentes la mendicidad
La mendicidad está siendo reducida a marchas forzadas en
Angkor. Las imágenes de decenas de niños pidiendo en los templos ya no es tan
usual. De todos modos, si veis a niños mendigando, no les des nada. Ni caramelos,
ni comida. Normalmente todo va a parar a manos del adulto que los espera detrás
de cualquier árbol y les obliga a seguir pidiendo. De este modo, estos niños
nunca irán a la escuela y seguirán siendo pobres.
12. Cuidado con el sol
Aunque pueda parecer que no hace sol porque esté nublado, hay que llevarse una
gorra y protección, porque te puedes quemar igualmente.
➤ ¡Cuidado con los monos de Angkor!
Comprando en los Mercadillos de Angkor (timándonos)
Angkor Asia Camboya Información útil Camboya Patrimonio de la Humanidad TemplosEn la entrada de los templos siempre hay puestecitos en los que encontrar los mismos souvenirs que en la ciudad, pero a un precio mayor. El regateo es indispensable y, si no les parece bien lo que ofreces, no te lo venden y te dan la espalda.
El problema principal es cómo llaman al público.
Por ejemplo, en un puestecillo de pinturas una mujer sale a tu paso
voceando “¡Pinturas a un dólar! ¡Pinturas a un dólar!” Al escuchar esto, el
inocente viajero se interesa por el puesto y lo que vende. Allí hay pinturas
preciosas que la mujer te intenta colocar. Cuando ya estás sacando el dinero,
te dice el precio real: 10 dólares.
¿Cóoooomo? ¡¿No eran a un dólar…?!
Entonces la mujer dice que no, que esas son mejores
(todas las que hay en el puesto) y que valen más, que la que vale un dólar es
una pequeñita que tiene debajo del puesto, ni siquiera a la vista. Y así es
cómo… no compré nada en Angkor. Me lo hicieron con las pinturas, con las
figuritas y con los pañuelos. Después de tres veces, ya pasé.
Y lo mejor es que te ven las pintas y ya saben que
eres español o italiano y te empiezan a hablar en tu idioma.
¡Cuidado con los monos de Angkor!
Angkor Asia Camboya Información útil Camboya Patrimonio de la Humanidad Rincones naturales TemplosParecen encantadores, pero aprovechan el más mínimo descuido para robar lo que puedan. Cámaras, móviles, bolsas, mochilas, comida… Todo les sabe a poco. Aparecen de los techos de los templos, o corriendo entre la hierba y donde más los podemos encontrar es en la entrada del impresionante Angkor Wat.
La táctica que más me impresionó: dos monitas dando
de mamar a sus crías mientras un montón de turistas nos agolpamos para sacarles
fotos y grabarlas. Entretanto, un mono grande nos observa desde la distancia
y…¡empieza a correr hacia nosotros!
Como todos estamos embelesados mirando a las monas, él aprovecha para agarrar lo que pilla y luego repartirlo con los demás. Estrategia que usan todos los días para coger comida. Sin palabras.
Hay que tener cuidado con ellos y no empezar a forcejear. Su mordedura puede transmitir enfermedades como la rabia y arruinarnos nuestro viaje.
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