Cada año tiene lugar en Madrid la fiesta del Mochitsuki Taikai, 餅つき大会. Esta fiesta se organiza para celebrar el inicio del año nuevo y lo hacen preparando y comiendo mochis. Los mochis son pastelitos hechos con pasta de arroz hervido, que luego es amasado en un mortero.
La celebración tuvo lugar otro año más en La Casa de Mónico
y estuvo organizada por la Asociación de la Comunidad Japonesa de Madrid. Tras
hacer más de una hora de cola al fresquito, me pude hacer con la entrada (no
las hay anticipadas).
Una vez comprada, se pasa al salón principal para comprar
los puntos. Cada punto cuesta 1€ y te dan un folleto con los precios de los
productos, para que te hagas una idea de los puntos que quieres comprar. Eso
sí, hay que comprar rápido, porque todo se agota en nada de tiempo.
Mientras se espera a que empiece el acto, se puede ir
comprando en los puestos de mochis, mirando la tiendecita de artesanía (que
este año iba dedicada a las víctimas del tsunami) o comiendo gratis de unos
aperitivos muy españoles (tortilla de patatas, queso, jamón…) que ponen en unas
mesas grandes en el centro, como si fuera la copa de espera de una boda.
El evento comenzó a las 13:00 y a las 13:30 tuvo lugar el
pregón de la fiesta, dado por el presidente de la asociación y el saludo del
Embajador de Japón en España, Satoru Sato.
Presidente de la Asociación: Yosuke Yamashita. |
Embajador de Japón: Satoru Sato. |
A partir de entonces había que elegir: o seguías disfrutando
del evento o te ibas a hacer la interminable cola para la comida, porque el
restaurante habría un poco antes de las 14:00.
Después del saludo
del Embajador, tuvo lugar el coro de los alumnos del colegio Japonés de Madrid
que enseñaron al público a cantar la Canción de Año Nuevo con un Karaoke y, por fin,
la ceremonia de Kagami-Biraki.
El Kagami-Biraki (romper el espejo) consiste en romper un
Kagami mochi (dos mochis redondos y un daidai, una naranja agria japonesa, con
una hoja pegada encima). Se le llama espejo porque se parecía a un tipo antiguo
de espejo de cobre utilizado durante la era Muromachi, entre los siglos XIV y XVI.
Este kagami se rompe como ofrenda a las divinidades sintoístas. El Embajador, el Director del Colegio Japonés
y dos japoneses más, rompieron el Kagami mientras todo el mundo contaba hasta tres para
celebrar el año nuevo.
A continuación, el Embajador fue mostrando cómo se
realiza el mochi de manera tradicional. Él pegaba martillazos en el mortero
mientras una chica iba dándole vueltas a la pasta de arroz y mojándola, aún a
riesgo de llevarse un martillazo…
Terminada la demostración del mortero, nuevamente había que
elegir: o seguir viendo el evento, o seguir haciendo cola para la comida, o
comenzar a hacer cola para los talleres de caligrafía y de masajes Shiatsu, que
cada uno costaba 2 puntos y había que reservarlos a la entrada.
El evento continuó con un baile tradicional de los alumnos
del colegio, el Hanagasa-ondo y con la proyección de un video muy cortito sobre
la preparación del mochi y todas las empresas que habían participado con sus
donaciones.
Y aquí… otra vez a elegir, esta vez comenzaban las rifas. En
estas rifas se sorteaban productos de merchandising de las empresas
participantes.
La celebración prosiguió con una demostración de Hane-Tsuki,
un juego tracional de Año Nuevo Japonés, muy parecido al bádminton, en el que
cuando pierdes te van poniendo en la cara tiritas negras o te las van pintando.
Antes de terminar, vino el desfile de Shishi-Mai, la danza
del león, al son del taiko y el Shinobue. Como marca la tradición, el león se
bajó del escenario y fue mordiendo la cabeza de la gente para darles salud y prosperidad
durante todo el año.
El acto acabó con un concierto de Koto y un concurso para explicarnos qué es el Osechi (comida típica de año nuevo, servida en cajitas parecidas a los bento) y para las 16’00,
cada uno a su casa.
Por todo el salón había también de ejemplos de ikebana y, en la entrada, preciosos kadomatsu, unos adornos que se colocan a ambos lados de la entrada de los comercios durante el Año Nuevo para indicar al Toshigami el lugar por donde debe entrar para llevar felicidad.
Desventajas:
▪ La gran cola que hay que esperar en un lugar muy húmedo y
con mucho frío.
▪ La inmensa cantidad de gente que acude al evento, hace que
estés apretujado todo el rato y vayas pasando de una cola a otra sin disfrutar
de nada.
▪ El recinto no es pequeño, pero no está preparado para tanta
gente.
▪ Una vez que se realiza la cola única del restaurante, cuando
llega tu turno, hay varios puestos. Decidirte por uno de ellos implica tener
que volver a hacer la cola única para visitar el puesto de al lado.
▪ La comida está buenísima pero se acaba en nada, los mochis
sí que suelen durar más.
▪ La superposición de actividades hace que no disfrutes del
acto en sí y te pases la gran parte de la mañana haciendo cola helados de frío.
▪ No hay entradas anticipadas. Cuando se ha superado el aforo
previsto se cancela la venta de entradas. VE PRONTO.
Cómo llegar a La Casa de Mónico
▪ En autobús: números 284, 654, 655, 657.
▪ 5€ la entrada. Menores de 12 años: gratis.
Precios del Mochitsuki 2014
▪ Participar en la rifa cuesta 3€ más.
▪ A partir de las 15’00, la entrada cuesta 3€. Pero a esta
hora, o ya estará el aforo completo o la comida se habrá acabado, casi con seguridad.
▪ En Japón se celebra el 11 de enero, en España suele
coincidir con el fin de semana más cercano a esa fecha.
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Fecha del Mochitsuki
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