Mi vuelo salió con retraso (empezábamos bien el viaje). Había problemas con Amsterdam por lo que todos los vuelos estaban retrasados. En vez de a las 13:00 salimos casi a las 15:00. Tenía un agobio a cuestas impresionante, porque tenía que hacer la conexión en Schiphol hacia Tokyo y no sabía si me iba a dar tiempo.
Volé con la KLM en turista y
fue bastante bien. El vuelo duró 2 horitas justas y la comida no estuvo nada
mal. Pero, al llegar a Schiphol, tuve que salir corriendo como nunca, perdida, porque es
enorme. Ponte tú a buscar la terminal adecuada sólo 15 minutos antes de que
salga tu vuelo.
Al
llegar a Narita, después de la odisea sufrida y tras 14 horas de vuelo en total,
todo eran nervios y emoción. Al bajarme tuve que pasar los controles de las
maletas. Un japonés no muy amable me preguntó en japonés si llevaba drogas
o armas, - No -, luego me lo volvió a
preguntar en inglés, - No -, y parece ser que no le debió parecer suficiente
cuando con mala cara me sacó un folleto con armas y drogas de diversas clases
y me fue señalando una por una 😕. Nada, no se quedó satisfecho, así que…
acabó abriendo la maleta para comprobar si era cierto. (¿¡!?) Me hicieron
una foto y me tomaron las huellas y… ya estaba oficialmente en Japón.