Ruta de Senderismo - Cómo llegar al Desfiladero de La Yecla

Entre las comarcas burgalesas de Arlanza y Sierra de la Demanda tienes este espacio natural protegido, muy próximo al Cañón del Río Lobos y a la localidad de Santo Domingo de Silos, de la que la separan unos tres kilómetros.

Aquí, rodeado de una impresionante colonia de buitres que no dejarán de volar sobre tu cabeza, el Arroyo El Cauce ha ido horadando en la masa caliza de las peñas de Cervera durante millones de años una estrecha garganta de unos mil metros de largo, cien de alto y tan sólo unos pocos de ancho.

Su facilidad de acceso y la sencillez de la ruta han hecho que el recorrido por el desfiladero sea uno de los más realizados de la zona. Además, en este parque natural se localizan los más extensos y mejor conservados sabinares del mundo, llegando algunos ejemplares a superar los dos mil años de vida.

👉Inicio de ruta: aunque hay gente que realiza la ruta desde el propio pueblo de Santo Domingo, en mi caso la hice andando desde la cercanía del aparcamiento. Para llegar allí tienes que salir de Santo de Domingo de Silos por la BU-910 y continuar por ella durante unos tres kilómetros, hasta que veas el punto kilométrico 41 y el puente de La Yecla. Puedes dejar el coche a la derecha de la carretera.

Si estuviera lleno, como es lo más habitual, pasa el túnel y verás un amplio aparcamiento frente a un muy buen restaurante.

Desde el restaurante basta con seguir caminando unos metros por el arcén de la carretera hasta el túnel. Justo antes de llegar a éste, tienes unas escaleras que bajan hacia la garganta.


Allí una serie de puentes y pasarelas te guiarán sobre cascadas pequeñitas y pozas, siguiendo el cauce del arroyo. Hasta puedes ver los cangrejos de agua nadando por este angosto y bello pasaje.



Cuando hay mucha gente se hace difícil el camino debido a su estrechez, pues hay tramos que apenas tienen dos metros de ancho. Pero merece la pena recorrerlos y disfrutar de este sobrecogedor paisaje al que casi nunca llegan los rayos del sol.

Desde uno de los tramos de las pasarelas puedes asomarte a ver un trozo de la carretera que discurre entre los dos túneles excavados en la roca.

Al final de las pasarelas el camino sube hasta el primer túnel de arriba. Allí tienes dos opciones: volver por donde has venido o, si hay mucha gente, hacerlo por la carretera atravesando los dos túneles.

⚠️ ¡Cuidado!  Si vas en invierno las pasarelas pueden estar heladas y escurrirte.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  menos de 2 km (ida y vuelta).
                              🏃  Dificultad:  muy sencilla.
                              🏃  Duración: media hora.
                                 🏃  Recorrido circular: no.

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Cómo llegar a la Necrópolis de Cuyacabras

 

Quintanar de la Sierra tiene en sus alrededores varios de los yacimientos más representativos de las necrópolis del Alto Arlanza, como el de Revenga o el de La Cerca. A menos de 5 km de este pequeño pueblo tienes el despoblado de Cuyacabras, que muchos han identificado como la antigua Villa Godomar

A pesar del paso del tiempo y del expolio continuado de materiales, aún puedes ver restos del lugar en el que se asentaban los muros de las casas del poblado. Éste se componía de una decena de casas que estaban organizadas en torno a una iglesia que tenía su propio cementerio. Estas casitas eran de plantar rectangular y tenían de una a tres habitaciones, contando además con cuadras y corrales. Sus habitantes pudieron ser cristianos que tuvieron que huir a las montañas para escapar de las invasiones árabes. La población altomedieval fue abandonada a mediados del siglo XIII.

El yacimiento lo integran una iglesia situada en la parte superior de una gran roca, a la que se accede por una escalera de ocho escalones labrados en la piedra. Sobre el suelo del presbiterio, se descubrieron dos oquedades para encajar el altar. El más antiguo indica que el oferente sólo podía oficiar la misa de espaldas a los fieles.

Alrededor del templo hay 183 tumbas excavadas en la roca y trece nichos, conformando la mayor necrópolis de este género documentada en el Alto Arlanza.  Aunque no se encontraron ningunos restos humanos, sí que se dató su origen entre el siglo IX y la primera mitad del XI.

El cementerio está compuesto por nichos laterales, tumbas antropomorfas y, sobre todo, tumbas del tipo bañera. Estas últimas eran las que se utilizaban para los enterramientos infantiles, destacando el elevado índice de mortalidad que presentaban estas edades. Todas ellas están orientadas a poniente esperando el día de la Resurrección de los muertos, cuando los difuntos se despertarían hacia oriente al estar boca arriba con la séptima trompeta que suene al amanecer.  

Dónde está la Necrópolis de Cuyacabras

Para llegar a Cuyacabras sal de Quintanar de la Sierra con dirección a las lagunas de Neila, siguiendo la BU-822 por la calle Campamento R. Diaz Vivar.

Continúa por la BU-822 hacia el Camino de las Tabladas, dejando atrás el área recreativa de La Ponderosa.

A unos 3 km coge un desvío a mano derecha. A unos 500 metros te encontrarás un lugar para dejar el coche, justo delante de un cartel informativo.

Desde allí sale un camino bien marcado que te llevará al yacimiento en menos de 5 minutos. El conjunto se encuentra en un lugar maravilloso, en medio del bosque y protegido por robles y pinos.

Para conocer más sobre las necrópolis del Alto Arlanza, puedes visitar el centro de interpretación que hay en Palacios de la Sierra.


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Cómo llegar a la Necrópolis de Revenga

A unos 5 km de Quintanar de la Sierra tienes un conjunto arqueológico sorprendente de 132 tumbas antropomorfas excavadas en la roca. Se cree que son del siglo IX, pero no se sabe a ciencia cierta, ni tampoco quiénes las hicieron.

El conjunto en sí abarca una superficie de 2.000 m² y originalmente contaba con una iglesia de la hoy se puede intuir su planta e incluso dónde se encontraba el baptisterio. También se han encontrado grabados prehistóricos donde se situaba el atrio. Todas las tumbas están orientadas hacia el templo y estaban cubiertas por una losa rectangular que las tapaba.

Lo que más llama la atención del lugar es la gran cantidad de tumbas infantiles que hay repartidas por la roca.

Aunque peor conservadas, el yacimiento presenta además cuatro huellas de dinosaurios terópodos tridáctilos de hace más de 65 millones de años.


Dónde está la Necrópolis de Revenga

Para llegar al yacimiento sal de Quintanar de la Sierra y continúa por la carretera CL-117.

A unos 5 km verás la Ermita de Revenga y el albergue (casona comunal del siglo XVIII). Los municipios de Canicosa de la Sierra, Quintanar de la Sierra y Regumiel de la Sierra comparten jurisdicción sobre este terreno desde 1581. Cada año, uno de ellos administra los bienes y propiedades comunales y se encarga una tradicional romería: la pingada del mayo.

Un poco más adelante tienes el desvío hacia la Casa de la Madera y una amplia explanada para dejar el coche. Puedes aparcar aquí y visitar el original museo que actúa como Centro de Recepción de Visitantes y que tiene una increíble terraza-mirador.

El yacimiento está a 300 metros. Puedes ir en coche o dando un tranquilo paseo entre pinos y burritos. Está bastante bien señalizado y el camino es muy amplio.

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Visitando el Monasterio de San Pedro de Arlanza

Entre Covarrubiasy Hortigüela puedes ver uno de los monasterios más bonitos de todo Burgos. El río Arlanza rodea las ruinas de este histórico lugar fundado por los condes de Lara, Gonzalo Téllez y su Doña Lambra, en el año 912. Aunque la verdad es que a día de hoy no se sabe muy bien a quién le debemos este convento.

Se supone que en esta zona había una pequeña ermita dedicada a San Pelayo o San Pedro el Viejo que tuvo gran importancia desde la Edad de Hierro y más aún, con los romanos. Se cree que después esta ermita fue sustituida por un santuario tardovisigodo para permitir el culto de los muchos anacoretas que vivían en cuevas de los alrededores, por los cañones calizos del Arlanza y que formaban un grupo de ermitas dispersas. Estos anacoretas, en algún momento del siglo X, deciden abandonar sus cuevas y convertirse en monjes de un monasterio.

Existen dos documentos fundacionales que atestiguan su origen, aunque ninguno de ellos es muy fiable. El primero habla de Gonzalo Téllez y Doña Lambra como fundadores del lugar, acompañados de Muniadora y Ramiro González. Si te suenan estos nombres, es que conoces la Leyenda de los siete Infantes de Lara. Por las fechas, éste tendría algo más de veracidad.

El segundo, otorga su fundación a Fernán González en el mismo año, 912. La leyenda cuenta que estaba persiguiendo a un jabalí por la zona y se metió en una ermita. Allí encontró a los ermitaños Pelayo, Silvano y Arsenio y les prometió construir un monasterio si lograba la victoria contra los moros en la batalla de Hacinas.  Este último documento fundacional parece ser que fue una falsificación que se hizo en 1150.

También se dice que en el siglo XII los cuerpos de Fernán González y Doña Sancha fueron trasladados desde Santa María de Lara a este lugar para que descansaran. Aunque actualmente se exhiben en la Colegiata de Covarrubias.

Realmente con quien más importancia ganó el monasterio fue en el siglo XI gracias a todo lo que invirtió en él Fernando I, el primer rey castellano. A partir del siglo XIII empieza a perder importancia, quedando en la ruina con la Desamortización de Mendizábal, cuando se vendió a particulares y todos sus tesoros fueron vendidos y repartidos por todo el mundo.

Lo que ves ahora cuenta sus largos siglos de historia. Un gigante junto al Arlanza que ha sobrevivido a grandes incendios, a servir como cantera para obras públicas, a inundaciones y a proyectos que lo hubieran hecho desaparecer bajo las aguas, como la creación del pantano de Retuerta. En el siglo XIX la gente hasta raspó los altares para hacerse con el oro de sus dorados y se hicieron voladuras en sus rocas para cimentar la carretera que unió Hortigüela con Covarrubias. Bueno, supongo que los romanos se echarían las manos a la cabeza de igual modo, si hubieran visto cómo se utilizaban los restos su calzada romana para la construcción original del monasterio 😕

La parte más antigua de este complejo la tienes que buscar en la zona de la Ermita de San Pelayo, sobre una pequeña peña a la que puedes subir andando. El coche lo puedes dejar en el aparcamiento que hay justo en frente del monasterio. Se dice que aquí se ubicaba la cueva donde Fernán González se encontró con los eremitas.

En 1080, Fernando I construyó una gran iglesia y un monasterio románicos ya en esta parte más baja del valle, junto al río, aprovechando los muros laterales de un antiguo templo prerrománico. En el siglo XII se levantó un claustro románico del que sólo quedan restos de la sala capitular. Un siglo después se alzaría la torre actual con fines defensivos.

Durante los siglos XV y XVI se fueron haciendo grandes modificaciones para ponerlo más a la moda gótica y tardogótica de la época, incluyendo algún elemento herreriano en el siglo XVII, como el claustro actual.

Con la Desamortización el monasterio se abandonó y muchos de sus elementos se repartieron por el mundo. Así, hoy puedes ver muchos de sus códices en el monasterio de Santo Domingo de Silos, una de las puertas de su iglesia en el Museo Arqueológico Nacional, el sepulcro de Mudarra en la Catedral de Burgos y algunas de sus pinturas murales en sitios tan lejanos como el Fogg Art Museum de la Universidad de Harvard o el Museo Metropolitano de Nueva York.

Actualmente puedes visitarlo por fuera libremente. Si quieres entrar a su interior consulta sus horarios. En cualquier caso, la entrada es gratuita.

👉 Más información.


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6 lugares imprescindibles que ver en Sasamón y Olmillos de Sasamón

 

Sasamón y Olmillos de Sasamón son dos pueblos burgaleses separados por 2’5 km el uno del otro. Se encuentran en la zona occidental de Burgos, cerca de otros pequeños municipios preciosos, como Castrojeriz o Melgar de Fernamental. A pesar de su riqueza monumental y de que forman parte de la Ruta en coche del río Arlanza, no son muy visitados.

Sasamón tiene su origen en la antigua población celtíbera de Segisama (la más fuerte), desde donde César Augusto dirigió las guerras contra los cántabros y astures. Posteriormente pasó a ser una importante población romana y en la Edad Media se convirtió en sede episcopal. Toda esta extensa historia ha dejado un gran patrimonio monumental y un pueblo lleno de casas solariegas y otras edificaciones importantes, como dos puentes medievales sobre el río Brullés.

Hoy el pueblo se ha hecho famoso por sus productos lácteos, especialmente sus quesos de oveja y sus cuajadas, que puedes comprar en los negocios de Sasamón y en su gasolinera.


Qué ver en Sasamón y Olmillos de Sasamón

1. Iglesia de Santa María la Real: como es bastante común en la comarca de Odra-Pisuerga, la localidad cuenta con una iglesia de proporciones enormes que destaca sobre un pueblo pequeño. En concreto, el de Sasamón es el tercer templo más grande de la provincia de Burgos. El edificio actual se construyó sobre una iglesia primitiva en el siglo XIII. Tiene elementos románicos, pero su estilo predominante es el gótico. Además de sus espectaculares portadas, dentro puedes ver muchos tesoros, como un retablo neoclásico de diego de Siloé.

Si entras por la puerta de San Miguel, te encontrarás con una zona del templo convertida hoy en el Museo Medievum. En él se cuenta la vida de los habitantes de Sasamón a través de la historia, sirviendo también como Centro de Interpretación de las Cuatro Villas de Amaya (Castrojeriz, Melgar de Fernamental, Sasamón y Villadiego).

2. Restos de muralla: durante el siglo XV, Sasamón fue rodeado por una gran muralla de la que hoy sólo queda un pequeño paño unido a una puerta de entrada formada por una torre almenada. La podrás ver a la entrada del pueblo

3. Ermita del Humilladero o de San Isidro: la puedes ver a la entrada de la villa. Es un pequeño templo del siglo XVIII que guarda en su interior el que dicen que es el mejor crucero de toda España. Originalmente se encontraba en una vía romana y sus tallas imitan a un árbol. Mide más de seis metros de altura.

4. Arco de San Miguel de Mazarreros: merece la pena salir del centro de Sasamón y dirigirte por la carretera BU-610 durante un kilómetro en dirección a Sotresgudo para poder admirar este impresionante arco que aparece en mitad de los sembrados de cereales. En este lugar existió antaño el monasterio benedictino de San Miguel de Mazarreros, del que hoy sólo queda una hermosa portada de transición del románico al gótico y un calvario formado por tres cruceros. Una leyenda local afirma que desde este lugar existe un pasadizo que llega directamente hasta la Iglesia de Santa María.

5. Casa Museo de Salaguti: realmente original hasta la propia entrada. Para llegar a él tienes que seguir por la carretera BV-V-6402 en dirección a Cítores del Páramo. El museo se encuentra a 3’4 km de Sasamón. En él se exponen las obras de Carlos Salazar (Salaguti), pintor y escultor de la localidad.

6. Castillo de Olmillos de Sasamón: a dos kilómetros al sur de Sasamón puedes admirar uno de los castillos mejor conservados de Burgos. Su construcción se debe a Pedro de Cartagena, procedente de la familia de judíos conversos "Los Leví", quien en el siglo XV mandó levantarlo como fortaleza desde las que controlar sus tierras. El castillo fue pasando de mano en mano hasta que en 1812, los guerrilleros Santos Padilla y Melchor Cossío le prendieron fuego en venganza por el apoyo que algunos nobles le estaban prestando a las tropas francesas. Hoy ha sido restaurado y convertido en hotel-restaurante. 👉 Más información. 


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6+1 lugares indispensables que ver en Castrojeriz

El pequeño pueblo de Castrojeriz es una parada indispensable si estás haciendo el Camino de Santiago Francés. Éste lo cruza longitudinalmente a lo largo de más de 1.500 metros, conformando la travesía más larga de toda la ruta jacobea. Los peregrinos la conocen como la ciudad larga.

Además del Camino de Santiago, por él también pasa la ruta de Las cuatro villas de Amaya, junto con Villadiego, Melgar de Fernamental y Sasamón. Su importancia es tal, que la villa entera está considerada Bien de Interés Cultural.

Junto al río Odra, un poco antes de su unión con el Pisuerga, la organización de Castrojeriz gira en torno a una calle-camino, sobre la que se van situando diversos edificios notables y que acaba coronada por las ruinas de un antiguo castillo del siglo IX. En el siglo X consiguió obtener el primer fuero otorgado en Castilla y en el que decía que cualquier campesino que tuviera un caballo se convertía automáticamente en infanzón, caballero villano.

Qué ver en Castrojeriz

1. Castillo: en este lugar se han encontrado restos de una fortaleza celtíbera, romana y visigoda, pero los que ves ahora corresponden a un castillo que se cree fue mandado construir por el conde Muño, o Nuño Núñez, quien lo defendió a finales del siglo IX contra los árabes. En él fue asesinada en 1359 la reina Leonor de Castilla, hija de Fernando IV de Castilla y esposa de Alfonso IV de Aragón, por orden de su sobrino, Pedro I.

2. La Puerta del Monte: en la zona baja verás los restos de una de las antiguas murallas que protegían Castrojeriz. Aquí se encuentran la mayoría de bares y restaurantes.

3. Iglesia de San Juan: esta iglesia gótica, construida entre los siglos XIII y XVI, presenta un doble sistema de contrafuertes que le dan un aspecto de fortaleza. Originalmente perteneció a los Templarios y más tarde a la orden de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio. De ella llama la atención una torre de carácter militar, cuya base es románica y que está coronada por cinco pináculos. En el interior puedes ver su artesonado mudéjar, su claustro románico y el sepulcro de Juan de García Gallo.

4. Iglesia de Nuestra Señora del Manzano: el edificio actual comenzó a construirse en 1214, por orden de la reina Berenguela de Castilla, madre de Fernando III el Santo. La puedes ver bajo el castillo. Un enorme templo que en el pasado ostentó el rango de colegiata. Dentro se encuentra el sepulcro gótico de Leonor de Castilla.

5. Iglesia de Santo Domingo: el templo es del siglo XV, pero hoy en día está desacralizado y alberga el Centro de Interpretación del Camino de Santiago IACOBEUS.

6. Monasterio de Santa Clara: el original fue fundado por Alfonso X el Sabio en 1264, pero en 1326 lo trasladaron a su emplazamiento actual por petición popular. Desde entonces ha sido habitado por una Comunidad de Hermanas Clarisas que se dedica a la repostería y a la lavandería industrial. Lo puedes encontrar junto a la carretera que une Castrojeriz con el Monasterio de San Antón.


Ruinas del Monasterio de San Antón

El monasterio está a 2 km del pueblo. Para ver sus ruinas tienes que salir de Castrojeriz con dirección a Villaquirán de la Puebla. Es el primer monumento que se encuentran los peregrinos cuando van de camino a Castrojeriz.

Sus tierras estuvieron antiguamente ocupadas por el palacio y huerta de Pedro I de Castilla. Su fundación como monasterio cisterciense se remonta a 1146, cuando Alfonso VII lo fundó para albergar a los antonianos que cuidaban a los peregrinos que llegaban enfermos y que iban haciendo el Camino de Santiago, sobre todo a los que iban afectados de ergotismo (la llamada fiebre o fuego de San Antonio). Esta enfermedad se producía por una intoxicación por hongos presentes en los cereales y que podía producir quemazón, e incluso gangrena en las extremidades.

El hospital fue sede de la Encomienda General de la Orden de San Antonio en los reinos de la Corona de Castilla y Portugal, de la que dependieron más de veinte encomiendas menores compuestas por casas, monasterios y hospitales.

Los restos que hoy ves pertenecen al siglo XIV. El Camino de Santiago pasa por debajo de dos impresionantes arcos del pórtico del siglo XVI que protegía la entrada a la iglesia. Aún puedes admirar dos alacenas que se utilizaban para dar de comer a los peregrinos que llegaban a deshoras al templo, así como una iglesia con escudos reales en su pórtico y en las claves de las bóvedas y que demuestran que estuvo bajo la protección real.

Su ruina comenzó a finales del XVIII, cuando la orden de los antonianos fue disuelta, y se consolidó con la Desamortización del XIX.

Hoy se ha convertido en un albergue de peregrinos que cuenta con un bar en frente (El cátaro) y con curiosos carteles.


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Si estás realizando la Ruta del Vino de la Ribera del Duero y tienes ganas de disfrutar de la naturaleza haciendo un poco de senderismo sencillo, Villalba de Duero te da la oportunidad de visitar uno de los mejores humedales que hay en la provincia de Burgos.

Esta villa se sitúa en la margen derecha del Duero y está regado por el canal de Aranda, que parte de Guma y recorre su margen atravesando los ríos Arandilla y Bañuelos. Muchos de sus 700 habitantes trabajan en empresas de Aranda de Duero, por lo que poco a poco Villalba se está convirtiendo en uno de sus pueblos dormitorio.

Muy cerca del pueblo se encuentran los Humedales del Carrascal, un conjunto de lagunas formadas sobre unas antiguas graveras, que hoy se ha convertido en un gran atractivo natural.

Cómo es la ruta de los Humedales del Carrascal

👉Inicio de ruta: desde Villalba de Duero, toma el camino de Eras de Abajo en dirección sur, hacia la ribera del río. Allí mismo puedes dejar tu coche, justo donde se acaba la carretera y comienza una pista. El inicio está bien señalizado. Al comienzo de la pista te encontrarás con varios huertos, construcciones agrícolas y sembrados.

En la primera oportunidad que tengas gira a la derecha para adentrarte en la Cañada del Montecillo, cubriéndote con las sombras de chaparras, sabinas, chopos y pequeñas encinas.


Aquí el sendero se vuelve más estrecho y va alternando entre algunos lugares con sombra y otros a pleno sol.

Continuando la ruta sin desviarte, pronto llegarás a la central hidroeléctrica de La Recorba, que aún sigue en funcionamiento. La electricidad que general se utiliza para llevar el agua hacia el canal del Alcantarillón y así abastecer a los cultivos de regadío.



Prosigue el camino marcado que va girando a la derecha y se va llenando de choperas, viñedos y almendros. En una de estas altas choperas el sendero gira a la izquierda hacia el monte El Carrascal, donde tendrás un respiro bajo las sombras de unos hermosos pinos. Entre las encinas hay escondidas galerías y trincheras construidas durante la Guerra Civil. Algunas de ellas se han usado actualmente para producir setas cultivadas.

Cuando la senda se vuelva más ancha, habrás llegado al Camino de la Aviación, que va girando a la derecha rodeando el alto del Carrascal e iniciando el camino de regreso buscando ya los grandes humedales. Pero antes te encontrarás con un montón de preciosos viñedos.


Pasados los viñedos, verás los Humedales del Carrascal. Su nombre proviene del carrascal, como se llama a las matas arbustivas de la encina, que las familias aprovechaban como leña. Para ello antiguamente a los vecinos se les daba una parcela o suerte, de la que podían sacar su leña para el invierno.

Los humedales de Villalba tienen su origen en antiguas graveras que han sido naturalizadas y ahora están llenas de flora y fauna, constituyendo un rico ecosistema. La obra la llevó a cabo la empresa Gerardo de la Calle, para lo creó una serie de lagunas conectadas entre sí, con islas artificiales dentro para facilitar el cobijo y la cría de especies.

Finalmente, la vereda Carroa te llevará de nuevo a Villalba por un camino ya más ancho, pero sin sombras.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  10 km.
                              🏃  Dificultad:  sencilla.
                              🏃  Duración: 2 horas.
                                 🏃  Recorrido circular.
                              🏃  Sendero sin apenas desnivel.


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