Cuáles son los dulces típicos de Cantabria



Cantabria es una región de gran tradición repostera. La calidad de la leche de la región, junto con su gastronomía tradicional, que busca siempre la sencillez, han dado lugar a dulces tan afamados como sus sobaos o sus quesadas pasiegas. Pero, Cantabria cuenta con muchas otras especialidades para los más golosos. Aquí te dejo una muestra de las que más me gustan:

▪ Quesada Pasiega: leche de vaca cuajada que se acompaña de mantequilla y harina de trigo, huevos y azúcar. Se suele aromatizar la mezcla con limón rallado y canela en polvo.

▪ Sobao Pasiego: uno de los más famosos es el sobao de El Macho. Te aconsejo que compres los que están hechos con mantequilla, están muchísimo más sabrosos y te ahorras el aceite de palma que pueda llevar la margarina.


www.casaelmacho.com

▪ Polkas de Torrelavega: se elaboran con hojaldre y glasa real.
www.confiteriablanco.com

▪ Sacristanes de Liérganes: un hojaldre hecho con harina, mantequilla, sal y azúcar. Tiene forma de lazo y su origen está en los obradores de Torrelavega.

pasteleriabergua.es

▪ Pantortillas de Reinosa: tienen forma plana y redonda o ligeramente elíptica, hecha de una masa de hojaldre con una capa de azúcar caramelizada en su mitad superior. Dice la tradición popular que solamente en el clima y condiciones de Reinosa puede elaborarse la pantortilla, y que en ningún otro lugar se consigue prepararlas de la misma manera.


▪ Canónigos lebaniegos: postre formado por una natilla coronada con un merengue horneado.


▪ Palucos de Cabezón de la Sal:  es un dulce elaborado con coco, azúcar, miel y huevos, entre otros ingredientes, que hoy se puede comprar en pastelerías como La Gallofa.

lagallofa.wordpress.com

▪ Crema montañesa: un postre muy parecido a la crema catalana.


▪ Corbatas de Unquera: Son unos hojaldres recubiertos de una costra de azúcar y almendra, con forma de corbata. Cuenta la leyenda que las inventó un pastelero para aprovechar sobras de hojaldre.

www.altrades.es


▪ Miel de brezo: una de las más famosas es la marca Fuente del Corzo, producida por Apícola Tejedor. Esta miel en general, tiene un color más oscuro cuando está en estado líquido, y clarece al cristalizarse

www.apicolatejedor.com




Hasta aquí mi selección de dulces típicos de Cantabria. Si conoces alguno más, no dudes en comentarlo y lo añado a la lista. ¡Gracias de antemano!  ;)


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Productos típicos que comprar en Cantabria


Después de disfrutar de sus increíbles paisajes y de sus gentes, Cantabria ofrece una amplia gastronomía de gran calidad. Aquí te dejo un ejemplo de los productos típicos que podrás comprar en las tiendas de cualquier sitio turístico, como en la multitud que hay en el casco histórico de Santillana del Mar.


1. Quesos: Cantabria cuenta con tres quesos con denominación de origen:

▪ Queso de Cantabria: es un queso hecho con leche de vaca frisona, y lo caracteriza su textura parecida a la nata.
www.consorcioquesos.com

▪ Queso de Liébana: también llamados quesucos. Son pequeños y de pasta semidura.

casasruraleslosllares.com

▪ Queso Picón Bejes-Tresviso: es un queso azul que se produce en el valle de Liébana. Antiguamente se vendía envuelto en hojas de plátano, hoy viene envuelto en papel de aluminio dorado. Con él se hacen salsas para acompañar diversos guisos, como el solomillo con salsa de queso picón.

lacasadelosquesos.com


2. Carnes y embutidos

▪ Carne de Tudanca, de Monchina y de Pardo-Alpina: éstas son las razas de ganado vacuno nacido, criado y sacrificado en Cantabria, alimentado con pastos naturales.


▪ Chorizo de Potes: destaca su sabor ahumado característico debido a la utilización de leña de encina durante su proceso de elaboración, durante 25 días, combinando ventilación y ahumado
www.casawences.es

▪ Borono: similar a la morcilla, pero sin embutir dentro de la tripa de cerdo.

www.gourmettierruca.com


3. Productos de la huerta

▪ Cocido montañés: guiso compuesto por alubias blancas y berza, acompañadas con chorizo, costilla, morcilla y tocino. Se puede comprar en bote.


▪  Cocido lebaniego: guiso compuesto por garbanzos pequeños de Potes, patatas y berza, acompañado de chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón, ternera y relleno, una masa hecha de miga de pan, huevo, chorizo y perejil.  Se puede comprar en bote.


4. Pescados y mariscos

▪ Conservas: Laredo Santoña y Castro Urdiales acaparan el 80% de la producción nacional de conservas de anchoas, pero también cuentan con buena fama las conservas de sardinas o bonito, entre otros.

www.anchoasdeluxe.com

▪ Pescados como el cabracho, el bocarte, la merluza; y mariscos como los chipirores (conocidos en Cantabria como maganos) están presentes también en las mesas cántabras.

www.eldiariomontanes.es


5. Bebidas típicas de Cantabria

▪ Aguardiente de Orujo de Liébana: tiene denominación de origen propia y su elaboración se remonta a la actividad viticultora de los monasterios de esta comarca en la Alta Edad Media. La Fiesta del Orujo se realiza cada año el segundo fin de semana de noviembre en Potes, capital de la comarca de Liébana


▪ Vinos cántabros: Cantabria produce once vinos que integran la denominación de origen Vinos de la Tierra, en la que se agrupan dos indicaciones geográficas: la de Costa de Cantabria y la de Liébana.


▪ Sidra Somarroza: comercializada a partir del 2010 por una pequeña empresa familiar, hoy cuenta con un montón de premios que avalan su calidad.

sidrasomarroza.es

▪ Ginebra de Cantabria Picos de Cabariezo: elaborada artesanalmente con agua de Los Picos de Europa y botánicos destilados en la alquitara tradicional lebaniega
vinosylicorespicos.es

▪ Vodka de Cantabria Siderit: pese a su corta historia la destilería Siderit vende 250.000 unidades al año de ginebra, vodka y vermut a más de 35 países.


destileriasiderit.com

▪ Leche de Cantabria: la marca El Buen Pastor es la más común que podemos encontrar en los supermercados y tiendas locales.

elbuenpastorsl.es




Hasta aquí mi selección de productos típicos de Cantabria. Si conoces alguno más, no dudes en comentarlo y lo añado a la lista. ¡Gracias de antemano!  😉


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11 lugares imprescindibles que ver en Santander en un día


Después de dar vueltas y más vueltas para encontrar aparcamiento en Santanderaquí te dejo los que son para mí sitios imprescindibles que visitar en esta maravillosa ciudad, tan limpia y tan bien cuidada, que apetece pararse a hacer noche y estar más días paseando por ella.

Qué ver en Santander

1. La Península de La Magdalena: la península que controla el acceso a la bahía de Santander es un amplio espacio verde lleno de vida. A la entrada de este gran parque, verás un plano con todas las atracciones que hay en ella, hasta un minitren que la recorre.

En lo alto de un bonito bosque de pinos se alza el Palacio de la Magdalena. El pueblo de Santander se lo regaló a Alfonso XIII y Victoria Eugenia, con motivo de su boda. Su construcción comenzó en 1908 y fue pagada por suscripción popular. Los reyes lo utilizaron como residencia de verano hasta 1930. En 1977 volvió a manos del Ayuntamiento y hoy se puede visitar por dentro por 3€. Recientemente se ha hecho famoso por servir de escenario para la serie Gran Hotel  


2. El Minizoo de La Magdalena: a los pies del palacio hay un lugar en el que se pueden ver pingüinos, focas y leones marinos. Es pequeño y últimamente no ha estado exento de polémica.


3. El Puerto Chico: este barrio está compuesto por un conjunto de calles próximas al puerto, que fueron sede de la antigua población marinera cuando aún no se había trasladado al Barrio Pesquero.

4. El Monumento a los Raqueros: los Raqueros eran niños pobres que frecuentaban los muelles de la ciudad a finales del XIX y principios del XX y que malvivían robando a los paseantes o cogiendo las monedas que los pasajeros de los barcos arrojaban al mar para que ellos las sacasen buceando.


5. La Plaza Cañadío: con la Iglesia de Santa Lucía en un lateral, es uno de los epicentros del tapeo de Santander. Está llena de bares, terrazas y pubs.

6. El Funicular del Río de la Pila: está situado en la calle del Río de la Pila, en la parte antigua de Santander. Cuenta con tres paradas y abre de 6’00 a 00’00. Desde la tercera parada se obtienen unas vistas panorámicas excelentes de la ciudad. Subirse en él es gratuito.


7. La Plaza Porticada: la Plaza de Pedro Velarde fue construida en estilo neoclásico herreriano tras el gran incendio que en 1941 asoló el centro histórico de Santander. Durante la última remodelación llevada a cabo en el 2006, encontraron restos de la antigua muralla medieval y de búnkeres y refugios antiaéreos de la Guerra Civil. Hoy hay un Centro de Interpretación de la Muralla cuya visita es gratuita.


8. El Mercado de la Esperanza: justo detrás del Ayuntamiento está el mercado de abastos más importante de Santander. Su construcción data de 1904 y hoy cuenta con dos plantas en las que hay distribuidos ochenta puestos. Fuera del mercado hay un mercadillo de frutas y verduras los martes, viernes y sábados; y los lunes, miércoles y jueves, hay otro de ropa y bisutería. Horarios del Mercado de la Esperanza: de lunes a viernes, de 8’00 a 14’00 y de 17’00 a 19’30. Los sábados sólo abre por la mañana. El Ayuntamiento ofrece visitas gastronómicas guiadas por el Mercado que cuestan 10€.


9. La Catedral de Santander: la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción se empezó a construir a finales del siglo XII sobre un antiguo monasterio. Actualmente está formada por dos iglesias góticas superpuestas.
▪ La iglesia baja (la parroquia de Cristo) se conserva totalmente. Durante los años ochenta encontraron en su suelo restos de un primitivo asentamiento romano. En la cámara del horno romano estaban guardadas las cabezas de los mártires Emeterio y Celedonio, sacrificados en Calahorra en el siglo III. Sus cráneos fueron traídos por los que huían del dominio musulmán.
▪ La iglesia alta fue edificada en el siglo XIII perdió mucho de su patrimonio en el incendio de 1941 y tuvo que ser restaurada y ampliada.
▪ El claustro, de planta trapezoidal, se construyó durante la primera mitad del siglo XIV. Por las puertas de su muro occidental se accedía al gran Hospital del Sancti Spiritus y a la iglesia para peregrinos de Santiago.
▪ Horario de la Catedral de Santander: de lunes a viernes, de 10’00 a 13’00 y de 16’30 a 19’00. Los sábados abre hasta las 20’00 y los domingos y festivos abre de 10’00 a 13’30 y de 17’00 a 21’00. La entrada es gratuita.


10. Un Viaje en barco por la Bahía de Santander: la empresa Los Reginas S.L. realiza excursiones marítimas por la bahía por 10€, que suelen durar en torno a una hora. Además de este tipo de viaje, también puedes coger un barco que lleva a los pueblos de Pedreña y Somo, justo al otro lado de la Bahía. 


11. La Playa de El Sardinero: para terminar, puedes ver el atardecer en la playa más famosa de Santander. En esta zona disfrutarás de su paseo marítimo y de bonitos palacetes, como la Casa Pardo, el Gran Casino o el Hotel Real.


Si te has quedado con ganas de más y tienes aún tiempo, o quieres pasar otro día más en la capital, aquí te dejo otras ideas:

● Faro de Cabo Mayor: desde la zona del Sardinero puedes atravesar el parque de Mataleñas y llegar al faro, desde el que obtendrás unas bonitas vistas. En su interior hay un centro de arte.

●  Museo Marítimo Cantábrico: la entrada cuesta 8€ y en él podrás ver muestras de objetos relacionados con los barcos, mapas, patrimonio marítimo o historia natural.

● Centro Botín: la entrada también cuesta 8€. El edificio se encuentra integrado en los Jardines de Pereda y fue construido por Renzo Piano, ganador del primeo Pritzker. Promovido por la familia Botín, está destinado a la exposición en investigación artística.

● El Anillo Cultural: es un área que abarca siete centros expositivos y una ruta, cuyo objetivo principal es acercar la cultura a sus visitantes. En esta web puedes ver los centros que integra, así como el precio de sus entradas: https://anillocultural.com/



Qué ver en Liérganes, uno de los pueblos más bonitos de España



En la comarca cántabra de Trasmiera, Liérganes aparece como un pueblo precioso y tranquilo atravesado por el río Miera. De hecho, su nombre proviene de éste: Lie erga annes, lugar junto al río. Hoy pertenece a la red de Pueblos más bonitos de España.

El centro del pueblo está lleno de casas de arquitectura tradicional, contando con algunos palacetes y algunas muestras de arquitectura renacentista, clasicista, barroca e indiana, que representa todas las fases por las que ha pasado el pueblo a lo largo de su historia.





Una de las callejuelas te llevará al Puente Mayor o Romano, del siglo XVI, construido con piedras extraídas del propio río Miera para unir la comarca de Trasmiera con las Asturias de Santillana. Cerca hay un molino y la estatua del Hombre Pez.

Justo en frente se haya el Ecomuseo Fluviarium, cuya entrada cuesta 6€ y a determinadas horas se puede ver cómo dan de comer a las nutrias (yo no tuve tanta suerte).

Desde este paraje hay unas vistas maravillosas de “Las Tetas”, nombre con el que los lierganenses han bautizado a los Picos Cotillamón y Marimón.


Continuando hasta casi el final del pueblo, aparece un sendero cuesta arriba por el que, en pocos minutos, llegarás a la Iglesia de San Pantaleón. Éste es un edificio gótico del siglo XIV. El templo es bonito, pero las vistas desde el columpio que hay a la entrada lo son más.




La Leyenda del Hombre Pez de Liérganes

Según la leyenda, Francisco de la Vega Casar, que sí que se sabe que existió realmente, se perdió en el río Miera durante la víspera de la noche de San Juan, en 1674. Se supone que desapareció en el Cantábrico y que, años más tarde, lo encontraron en la bahía de Cádiz.

Francisco había perdido la razón y el habla. Lo único que logró articular fue “Liérganes”. Por ello fue enviado a su pueblo natal en el que vivió con su familia durante nueve años, tras los cuales volvió a desaparecer en el río.


Otra variante de la leyenda cuenta que apareció en Cádiz convertido en tritón.

Junto al paseo del Hombre Pez, se encuentra esta placa recordándolo:

Su proeza atravesando el océano
del norte al sur de España,
si no fue verdad mereció serlo.
Hoy su mayor hazaña
es haber atravesado los siglos
en la memoria de los hombres.
Verdad o leyenda,
Liérganes le honra aquí y patrocina
su inmortalidad.

¿Qué comer en Liérganes?

El pueblo cuenta con algunos restaurantes y bares en los que se pueden degustar carnes procedentes de los pastos pasiegos, truchas del río Miera y quesos. También hay alguna que otra pastelería en la que poder comprar los dulces típicos de Liérganes:
  • Los sacristanes: un hojaldre hecho con harina, mantequilla, sal y azúcar. Tiene forma de lazo y su origen está en los obradores de Torrelavega.
  • Los corazones: una pasta con sabor a canela.


En las pastelerías de la zona también se pueden comprar otros productos que han surgido más recientemente, como son las rocas del Río Miera, los coquitos del Miera, las losas del Valle de Miera o las tetas de Liérganes. Aquí las puedes comprar online.  





Mi visita a Cabárceno, cuestión de mala suerte...



Llevaba años queriendo visitar Cabárceno, una enorme extensión de tierra cántabra, de 750 hectáreas, en la que conviven decenas de especies de animales. Sin duda, es uno de los imprescindibles de Cantabria.

La visita se hace en coche propio o en bici, andando es imposible debido a su extensión. No sólo es bonito el parque por sus animales, sino por el sitio en el que está: todo rodeado de impresionantes paisajes de los que disfrutar desde los miradores, así como también desde los viajes en teleférico que vienen incluidos en la entrada. 



Mi primera decepción fue a la entrada. La había comprado por internet y tuve que esperar más de 40 minutos para poder entrar en el parque. Y eso que fui recién abierto. La cola de coches era interminable, todos arrancados, allí contaminando. Debería haber otro sistema para gestionar el tema de las colas que ayude al medioambiente. No así.

La segunda decepción vino de mano del público asistente. Las normas están claras y a la vista de todos. Pero, al menos cuando yo fui, la gente se las saltaba a la torera y no parecía tener consecuencias.

En el parque no se puede ir a más de 20 km/h: vi a coches ir a muuuucho más de eso, incluso delante del personal de allí, y conduciendo como les daba la gana. De hecho, al  ir andando a uno de los miradores (yo había dejado el coche en el parking del mirador), estuvieron a punto de pillarme unos que venían en dirección contraria.

Los miradores tienen parkings habilitados en los que se supone que se tiene que dejar el coche, para acercarse andando a los animales y, así (entiendo yo) molestarles lo mínimo posible. Pues no, la gente aparcaba donde les daba la gana, para andar lo mínimo indispensable. Si podía ser, cuanto más cerca de los animales, mejor.

En los tiempos que corren, pensaba que ya habíamos superado lo de “No dar de comer a los animales”. Pues tampoco. Una de las veces, que ya estaba yo súper alterada con esto, me encaré con una madre que instaba a su hija de cinco o seis años a darle de comer gusanitos a las cebras. Se los ponía en la mano para que ella se acercase a los animales a través de la verja. Y todo para hacerle una foto. 


Lo de no molestar a los animales, tampoco parece que esté superado. Gritos a mansalva, tirar piedras para llamar su atención, intentar asustarlos… Normalmente era gente intentando hacerse fotos con ellos y niños maleducados de los que sus padres pasaban o se reían de la hazaña.

En fin, quiero pensar que sólo fue el día que fui yo y que tuve esa mala suerte. Fuera de eso, Cabárceno, sus animales y su paisaje merecen la pena. Pero, por favor, si vais respetad a los animales y a su entorno, que son lo mejor que tiene el parque. Aunque no vendría de más aumentar la vigilancia en el parque, que ya estaban hartos también los pobres de echar broncas.