Con sus poco más de 3500 habitantes, El Pardo te ofrece una
oportunidad excepcional para una escapada tranquila, rodeado de naturaleza,
sin tener que alejarte mucho del barullo de la capital madrileña.
A tan sólo 20 minutos del centro de Madrid puedes disfrutar
de animales salvajes, paisajes bonitos, palacios y gastronomía. Su encanto
cautivó hasta al mismísimo Goya, quien vivió en la antigua Casa de Postas
durante muchos años. Un planazo para una escapada de fin de semana.
1. Apuntarse a una visita guiada para recorrer El Palacio de El
Pardo: sin duda, es lo más reconocido de esta localidad. Construido en 1405 por
Enrique III de Castilla, originalmente fue una Casa Real para descansar durante
sus cacerías en la zona. Sobre la casa, Enrique IV mandaría edificar su castillo,
y Carlos I lo acabaría transformando en palacio.
Tras varias modificaciones, ha servido de residencia a
diversas personalidades a lo largo de los años, como la Familia Imperial Austriaca durante su destierro o Francisco Franco. Hoy se sigue utilizando para
actos oficiales y para alojar a los jefes de estado, diplomáticos y otras
personalidades importantes, que visitan nuestro país.
Durante la visita, siempre guiada, el personal que trabaja
para Patrimonio Real explica una muestra de las salas que tiene el palacio
(200 estancias). El estado de conservación es exquisito, ya que está todo
elegantemente restaurado. Está lleno de obras importantes, como varios tapices
de Goya, lámparas de La Granja,
lienzos de Ribera…
La visita comienza en el patio de Carlos I, que hoy se
encuentra cubierto para celebrar en él banquetes y ceremonias. A continuación,
se sube a la primera planta (el palacio tiene 4 niveles) y allí se pueden ver
varias estancias decoradas en época de Carlos III, todas llenas de tapices de
la Real Fábrica con motivos de Goya. Después se pasa a la zona de los invitados,
el despacho, un comedor oficial y una de las salas donde se alojan los
visitantes de Palacio (se ve desde una barrera, muy moderna, tipo pequeño
chalet). La visita acaba con las estancias de Franco: su despacho, su horroroso
dormitorio, un salón con sus trajes y condecoraciones, su televisión y su
cuarto de baño. Todas estas zonas estuvieron cerradas en 2010 por la Ley de
Memoria Histórica. Antes de acabar, se visita la Capilla
Real con su lienzo de Ribera.
Son interesantes los datos curiosos y algunos chismes que
cuenta el personal, como que para los banquetes y demás comidas que se realizan
aquí, contratan los servicios de catering del Hotel Ritz de Madrid.
Es una pena que no se puedan visitar más salas, o ver otras
secciones del palacio, como su pista de tenis. Aun así, podrás disfrutar del
paseo durante una hora más o menos. Tampoco se pueden hacer fotos.
👉 Más información.
2. Adentrarse en La Casita
del Príncipe: hay mucha gente que por despiste se queda sin verla. La misma
entrada que adquieres en el Palacio, sirve para visitar este bonito lugar
(aunque no lo avisen por ningún lado). A escasos metros, siguiendo las
indicaciones de la carretera, se llega esta Casita. Se visita rápido,
acompañada de una guía. Aunque por fuera no impresione mucho, por dentro es una
delicia. Juan de Villanueva la construyó en 1784 como pabellón de caza para
Carlos IV y Mª Luisa de Parma (quien acabaría odiando este lugar gracias a la
fatal convivencia con su suegro), inspirándose en las Casitas de Arriba y
Debajo de El Escorial. El frío y la humedad se aprecian durante toda la visita.
Dentro hay nueve estancias: El vestíbulo principal está
decorado a base de estucos. La Sala de Terciopelo está recubierta de sedas
francesas de la época y rematada con un fresco de Maella que representa La
protección de la Monarquía a las Bellas Artes. La Sala Pompeyana está decorada
con sedas de color ocre con motivos pompeyanos, al igual que las sillas. La
Sala de Sedas Lionesas muestra decoraciones con aves y ramas. El Comedor
contiene un impresionante fresco de Bayeu y consolas con sus patas talladas con
forma de cabeza de carnero. El Gabinete de Fábulas muestra una decoración
inspirada en las fábulas de Esopo. Por último, se visita la Sala Amarilla, en
la que Vicente López pintó un enorme fresco con motivos en tonos amarillos y
ocres para que concordase con el tapizado de las paredes y sillas.
En frente del palacio, cruzando la carretera, están sus
antiguos jardines neoclásicos.
3. Dar un paseo recorriendo el pueblo: formado principalmente
por descendientes del personal al servicio del Palacio, trabajadores de
Patrimonio Nacional y militares, hoy constituye el distrito de Fuencarral-El
Pardo, el más extenso de Madrid y el de menos densidad de población. Durante
tu paseo, podrás descubrir la Casa Infantes, el Convento de las Monjas,
la Iglesia del Pardo, la Plaza llena de restaurantes…
4. Visitar la Sala Histórica de la Guardia Real: en este museo puedes hacer un recorrido histórico que comienza en la fundación de la Guardia
Real en 1504 y llega hasta la actualidad. Está lleno de uniformes, fotos,
armas, condecoraciones y vehículos históricos. Aquí está el único modelo que se
conserva en el mundo del Mercedes Benz 540-G-4 W31, de tres ejes, fabricado en
1934 y que Hitler regaló a Franco.
5. Subir al Cristo del Pardo: tras la empinada cuesta, que
puedes hacer andando o en coche, se sube al Convento de los Padres Capuchinos.
Construido en el siglo XVII, hoy se encarga de la formación de más de doscientos
seminaristas en sus dependencias. Dentro guarda el Cristo del Pardo, una
escultura del siglo XVII realizada por Gregorio Fernández, que se encuentra en
el interior de una urna costeada por Franco. Delante del edificio hay un amplio
aparcamiento.
6. Dar en paseo por la Ribera del Manzanares hasta llegar al
bosque del Monte del Pardo. Allí hay aparcamientos y una gran variedad de
animales, como cisnes, jabalíes y ciervos. Especialmente importante es la berrea, durante los meses de octubre y noviembre.
7. Solicitar una visita al CEHIPAR, el Canal de Experiencias
Hidrodinámicas de El Pardo: fundado por la Armada Española en 1928, aquí se
investigan los aspectos hidrodinámicos de la construcción naval militar,
pesquera y deportiva. Cuenta con la piscina más larga de España, en la que se
prueban los cascos de los barcos.
8. Pasear por los jardines de Quinta de El Pardo: cedida a
Felipe V por su Montero Mayor, el Duque de Arco, fue residencia de Manuel Azaña
cuando se dio el Golpe de Estado de 1936. 👉 Más información.
9. Disfrutar de su gastronomía: en este lugar hay un montón de
bares y restaurantes donde poder comer los platos típicos de la zona basados en
la caza (carne de gamo, jabalí, conejo, perdiz…).
10. Tomarte un dulce en un lugar con historia: La Marquesita es
la pastelería más famosa de El Pardo. Cafés y excelentes dulces y bombones se
sirven en este lugar desde 1926. El local se encuentra ubicado cerca de la Casa
de las Postas, lugar en el que se alojaba Goya. 👉
Más información.
Cómo llegar a El Pardo
🚇 Cómo llegar a El Pardo en metro
El Metro de Madrid no da servicio al barrio. Se consideran estaciones de acercamiento:
▪ Moncloa (líneas 3 y 6, barrio de Argüelles, distrito de Moncloa-Aravaca) a la que se llega directamente mediante el autobús 601.
▪ Peñagrande (línea 7, barrio de Peñagrande) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.
▪ Barrio del Pilar (línea 9, barrio del Pilar) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.
▪ Begoña (línea 10, barrio de La Paz) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.
🚍 Cómo llegar a El Pardo en autobús
▪ El barrio sólo posee dos líneas de autobuses de la empresa Alacuber:
Línea | Terminales |
601 | Moncloa - El Pardo - Mingorrubio |
602 | Hospital La Paz - El Pardo - Mingorrubio |
Si queréis ver más fotos como éstas, podéis encontrarlas en mi tablero de Pinterest.