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Ruta de Senderismo - Cómo es el Sendero de La Mena de Macenas, Mojácar

Si te apetece descansar un poco del sol y playa de Mojácar y deleitarte con el paisaje costero almeriense, el Sendero de La Mena te ofrece una de las rutas ideales para disfrutar de un agradable amanecer o atardecer paseando junto al mar.

Este camino sencillo discurre por las primeras estribaciones de Sierra Cabrera, mientras sale al encuentro de antiguos restos mineros, sube hasta la Torre del Pirulico y se para delante del Castillo de Macenas, habiéndose parado durante el trayecto en varios miradores y observatorios.

El recorrido viene marcado por el antiguo camino que unía los pueblos de Mojácar y Carboneras y que era usado por los trabajadores vinculados a las minas de hierro de La Mena de Macenas durante el siglo XIX.

Cómo es el Sendero de La Mena de Macenas

👉 Inicio de ruta: el coche lo puedes dejar en el Paseo Marítimo de Mojácar o en la explanada de tierra rojiza que da acceso a la Playa Puerto Marina. 

En temporada alta, aparcar aquí puede ser complicado, por lo que te recomiendo que llegues temprano. La ruta se inicia al principio del Paseo, cerca de la Playa Venta del Bancal. A mano izquierda te aparecerá un cartel explicativo con el sendero. Excepto la subida al Observatorio, casi toda la ruta es prácticamente llana. 

El sendero comienza atravesando la Rambla de Alfaix. Desde allí sale un caminito que asciende por los acantilados y va siempre paralelo al mar. Es muy sencillo. Basta con seguir la señalización y las barandillas de madera que hay en este tramo.



Pronto llegarás a los restos de antiguas explotaciones mineras de hierro que hubo aquí en el siglo XIX. Su mayor auge fue en 1880 cuando se tiene constancia de la existencia de tres minas en Sierra Cabrera, entre Sopalmo y la Adelfa. El mineral bajaba en carros por la Rambla de Macenas hasta la playa, donde se cargaba en los barcos. Hoy estos restos sirven de refugio para murciélagos y aves rapaces.

Un poco más adelante verás unas llamativas formaciones rocosas conocidas como la Piedra del Nazareno. Según cuenta la leyenda, un día estaban almorzando unos mineros en este punto cuando una gran roca se desprendió y cayó justo al lado de donde estaban sentados. Los mineros echaron a correr hacia la playa de Macenas y, al volverse para ver lo que había ocurrido, pensaron que la roca que se había caído tenía forma de Nazareno. Como la piedra no había matado a ninguno de ellos, pronto se le atribuyó un milagro.

Un suave descenso te llevará a la Playa de Macenas, donde descansa un castillo del siglo XVIII, que servía para la vigilancia de la costa. Se accedía a él por una puerta de altura con escala de cuerda. En la planta inferior se guardaban el polvorín, la intermedia se utilizaba como cocina y habitación, y en la azotea descansaban los cañones. Se sabe que en 1830 estaban a su cargo un cabo y tres torreros y que en 1873 ya habían construido al lado una casa cuartel de carabineros. El castillo fue usado por la Guardia Civil, quienes la dotaron de una puerta en la planta baja que aún conserva.

Desde esta construcción, continúa el recorrido bordeando la costa hasta la Torre del Pirulico. Esta torre vigía se comunica visualmente con la Torre del Rayo y forma parte del sistema defensivo costero que existía desde Adra hasta Mojácar, construido en época Nazarí (s. XII – XIV). Tiene la peculiaridad de tener un hueco en la base que atraviesa la torre permitiendo comunicarla con el acantilado y el mar. A 7 metros de altura se encuentra una puerta-ventana por la que se accede a su única planta, desde la que se saldría a la cubierta. Actualmente puedes subir a ella por unas escalerillas.

Visitada la torre, tienes varias opciones para continuar:

👉 Puedes continuar recto: paralelo al mar hasta llegar a la Playa del Sombrerico para dirigirte hacia un mirador que hay al final de ésta, sobre un peñón à después puedes volver por donde has venido o subir al Observatorio.

👉 Puedes dirigirte hacia la derecha y subir al Observatorio: en este caso, después puedes bajar y visitar la Playa del Sombrerico o darte la vuelta por donde has venido.

Para llegar al Observatorio, el sendero se aleja del mar y comienza su ascenso hasta un Mirador, donde se encuentra el punto de mayor altura de la ruta. La larga cuesta acaba en una pequeña explanada que ofrece unas vistas privilegiadas y unos bancos para descansar.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  10 km
                              🏃  Dificultad:  fácil
                              🏃  Duración: 3 horas
                              🏃  Recorrido circular
       

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Ruta de Senderismo – Cómo es la senda de la Cueva del Agua de Quesada

El Monumento Natural de la Cueva del Agua, Cueva de las Maravillas o Cueva de la Virgen de Tíscar, se encuentra a tan sólo 13 km de Quesada, un pueblo serrano de escasos habitantes, pero que mantiene la esencia de la arquitectura tradicional de casas blancas propias de esta zona de Jaén. Saliendo de Quesada con dirección Baza, y tras atravesar el puerto de Tíscar, tendrás el desvío indicado en la carretera A-315, en el kilómetro 47.

6 lugares imprescindibles que ver en la aldea de Mogón, Jaén

Mogón pertenece al municipio de Villacarrillo, en la sierra de Las Villas y forma parte del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa. Cuando llegas a esta aldea lo que más llama la atención es la gran cantidad de bares y restaurantes que te vas a encontrar en un lugar que no llega a los 900 habitantes y donde muchas de las casas se han dedicado en los últimos años a segundas residencias.

Sus bares tienen un carácter especial en el mes de agosto, cuando se celebra la curiosa fiesta del Entierro del Alcalde. En ella se amortaja al alcalde de Mogón, se le mete en un ataúd y se le lleva a cuestas recorriendo los bares donde se le practica una especie de rehabilitación mientras la gente le va llorando y que no funciona hasta que no lo tiran al río. Allí tiene lugar la Resurrección.

Con una gastronomía estupenda, en la que destacan el aceite de oliva y la original gachamiga, y un entorno natural privilegiado, Mogón no te dejará indiferente.

Qué visitar en Mogón

1. Iglesia de San Vicente Mártir: iglesia bastante nueva que verás al final del Paseo de la Alameda. Las ruinas de la antigua iglesia se conservan en un cerro sobre la aldea, integradas en una cortijada. A ella se accede a través de una calzada empedrada que sube la loma.

2. Playa artificial de Mogón: también conocida como El Charco es una balsa natural formada a través de una represa en el curso del río Aguascebas, unos pocos metros antes de unirse con el Guadalquivir. En verano es la gran atracción de la zona.

3. Puente colgante de madera: si sigues caminando pasada la iglesia, te encontrarás con este puente salva el paso del Guadalquivir y une el paseo con el resto del pueblo. Las vistas del río desde su plataforma son excepcionales. Al final del puente hay un curioso ascensor que ahorra un pequeño tramo de escaleras (muy pequeño).

4. Ecoparque y sendero saludable: junto a la playa artificial existe este paseo que discurre entre un paisaje ribereño conformado por cañaverales, adelfales y sotos. Las ardillas saldrán a tu paso en cada momento. Y es que en este entorno, en la porción más elevada de la Vega del Guadalquivir, cuenta con una rica y variada fauna: ginetas, erizos, nutrias, anfibios, truchas, barbos y aves de ribera lo pueblan. Además, si te gusta pasear, existe un Senda Saludable que parte del puente y que recorre la ribera durante 2,13 km.

5. Cascada de Chorrogil: el paraje en el que se encuentra se conoce como la Cañada del Avellano, junto al pantano de Aguascebas y en el que las aguas del arroyo caen sobre unas paredes formadas por tobas. Allí, por un sendero bastante sencillo, llegarás a conocer una de las cascadas más espectaculares de Las Villas, con un salto de agua de más de 45 metros de altura. 👉 Más información.

6. Paraje de la Osera: a unos 8 km de Mogón se halla la cascada más alta de Andalucía y la segunda de España, la Cascada de la Osera, con una caída de 130 metros de altura. A su paso por el paraje, el río va conformando otras cascadas menores, hasta contar seis espectaculares. En los alrededores hay una gran colonia de buitres leonados. Existe el Sendero La Osera, con un grado de dificultad alto, que lleva hacia ellas.


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6 lugares imprescindibles que ver en Guarromán

De curioso nombre, el pueblo de Guarromán se fundó en 1767 como parte del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, que se llevó a cabo durante el reinado de Carlos III y que pretendía poblar las grandes extensiones despobladas existentes en el curso del Camino Real de Andalucía para favorecer la seguridad del tráfico de personas y mercancías en una época en la que el bandolerismo se había convertido en un gran problema.

Con motivo de este proyecto, Pablo de Olavide fundó este enclave con el nombre de Muzquia, en honor al político de la época Múzquiz, en el mismo lugar en el que ya existía la Venta de Guadarromán. Guadarromán, de donde deriva su nombre actual, proviene de la castellanización del árabe Uādī-r-Rommān (río o arroyo de los granados).

Sus primeros pobladores fueron colonos traídos de Centroeuropa, sobre todo alemanes. En recuerdo de éstos se crean cada día los dulces tradicionales más famosos de Despeñaperros: los alemanes. En la localidad podrás probar estos manjares, así como visitar una de las queserías más afamadas de la provincia y que cuenta con varios primeros internacionales, Quesos y Besos.

Además, en Guarromán podrás asistir a celebraciones muy originales, como la Fiesta de los Colonos (el último domingo de octubre), en la que se hace sonar ocho veces la campana de las generaciones (una por cada generación que ha transcurrido desde la fundación); o el Pintahuevos (el domingo de Resurrección).

Para terminar, no dejes de visitar sus aldeas (El Altico, Martín Malo, Aldea de los Ríos y Zocueca), ni de conocer su amplio patrimonio minero a través de multitud de rutas de senderismo que hay distribuidas por sus alrededores.

Qué ver en Guarromán

1. Palacio del Intendente: este palacio hoy reconvertido en hotel se encuentra en la Avenida de Andalucía. En su fachada aún conserva un reloj solar coronado por una cruz y que daba la hora a las diligencias que llegaban a la Parada de Postas. Su construcción data de 1807.

2. Plaza de Nicolás Kerche: para los habitantes de Guarromán esta plaza tiene un gran simbolismo, pues está dedicada al primer guarromanense que nació en el poblado. Su nacimiento fue el día 26 de octubre de 1767, fecha que se conmemora cada año celebrando la Fiesta de los Colonos el domingo más próximo a su cumpleaños.

3. Pósito de labradores: actualmente sirve como biblioteca pública, pero sus orígenes son de 1789, cuando lo edificaron con sillares de arenisca los maestros mayores de las Nuevas Poblaciones, Jacinto de Garaña y Silvestre Gómez.

4. Monumento al Sagrado Corazón de Jesús: en el Paseo de Guarromán destaca esta figura, que fue subida a su pedestal por la Compañía Minera de La Cruz en 1950. La estatua refleja la devoción de Carlos III por este santo, patrón del pueblo.

5. Iglesia de la Inmaculada Concepción: fue construida en piedra y arenisca roja en el siglo XVIII siguiendo el modelo de las edificaciones coloniales de la época. En su interior está enterrado el General de División  François Gobert, quien murió debido a las heridas recibidas en Mengíbar durante la Guerra de la Independencia.

6. Santuario de Zocueca: en la aldea de Zocueca se halla este santuario construido durante los siglos XVII y XVIII sobre una antigua ermita en la que se veneraba a la Virgen de Zocueca durante la Reconquista. Este primitivo templo fue levantado por los cristianos mozárabes en el año 1150 para agradecer a la Virgen que Alfonso VII ganara los campos de Bailén. Durante el último domingo de septiembre se celebra una gran romería cuya tradición se remonta a 1922, cuando los campesinos de San Vicente llevaron a la patrona desde la Iglesia de la Encarnación de Bailén hasta Zocueca dándole las gracias por haber salvado sus huertas de una plaga de langostas.

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Cómo es el Área Recreativa de La Aliseda y su antiguo balneario

A tan sólo cinco kilómetros de Santa Elena, el paraje de La Aliseda te ofrece un precioso rincón en el que desconectar en plena naturaleza en las estribaciones de Sierra Morena y al lado del Parque Natural de Despeñaperros.

La fama curativa de sus aguas se remonta a la antigüedad, cuando se construyó en este entorno la calzada romana que acabaría convirtiéndose en Camino Real que unía Madrid y Cádiz. Aunque no se sabe a ciencia cierta, muchos reconocen en ella La Fresneda, lugar en el que murió Alfonso VII de Castilla y León en 1157.

El paraje consiguió tener renombre gracias a las políticas de colonización de Sierra Morena llevadas a cabo durante el reinado de Carlos III, que seguían las indicaciones del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena encomendado a Pablo de Olavide.

Aunque su población ya ha desaparecido, aún quedan en ella el Área Recreativa de La Aliseda, el Puente de los Suspiros, el Puente de la Aliseda, la Fuente Herrumbrosa y los restos de un gran balneario al que acudieron grandes personalidades de los siglos XIX y principios del XX.

👉¿Cómo llegar a La Aliseda?

Basta con tomar las salidas 258 ó 266 en la A4 y seguir por la carretera JA-7100. Está señalizada.

Área Recreativa La Aliseda

El enclave de La Aliseda está situado a la orilla del río de La Campana, que fluye desde Despeñaperros ocupando un valle en el que abundan plantas aromáticas y árboles como el pino, la encina, el castaño o el alcornoque. Un lugar destacado lo tienen los alisos, del que el paraje toma su nombre, y las setas en temporada.

Hay una amplia zona de aparcamiento, aunque ésta se llena rápidamente durante los festivos y fines de semana, por lo que te recomiendo que vayas pronto. El acceso es gratuito.

Los vecinos de Santa Elena acuden a este lugar cada mes de mayo para celebrar la Romería de San Isidro. A ella llegan con carretas y tractores, trayendo al Santo en un emotivo festejo.

Junto al río hay repartidas varias mesas de picnic, barbacoas y una zona de juegos. Al final de ésta se encuentra la Fuente Herrumbrosa, detrás de una antigua norita que en la actualidad se utiliza como terraza del bar de la zona recreativa. Gracias a la existencia de piritas de hierro, las aguas de este manantial son ferruginosas y estaban ligadas a las del antiguo balneario que existía en las inmediaciones. Un poco más arriba, encontrarás la Fuente de San José, desde la que se abastece el área recreativa.

Antiguo Balneario La Aliseda

En el siglo XVIII los trabajadores de una finca que se encontraba en este paraje descubrieron un manantial al que llamaron Fuente Agria. Sus burbujas se hicieron famosas por los alrededores extendiendo la creencia en sus poderes curativos. Estas propiedades llegaron a oídos del Marqués de la Rambla, quien en 1730 mandó construir una casa y una fuente allí.

Sus descendientes le cambiaron los terrenos a José Salmerón y Amat, nacido en Almería y afincado en Úbeda, a cambio de su palacio en esta ciudad. Don José se trasladó a La Aliseda con la idea de trabajar en las cercanas minas de La Carolina, pero pronto se dio cuenta de la fama que antiguamente habían tenido las aguas sobre las que se asentaba su casa. El entorno ofrecía más de veinte manantiales, con aguas de distintas propiedades.

Así, en 1907 construyó un distinguido balneario y un hotel en la Fuente de la Salud o de San José, con cien habitaciones, sala de baile, comedor de lujo, salón de tertulias y una capilla con cripta. Además, en frente levantó unas pequeñas casitas que dedicó al alquiler y un lagar en el que elaboraban vinos.


El lugar se hizo realmente famoso a los pocos años de estar abierto. Prueba de ello es la gran cantidad de personalidades que en él se alojaron, como Carlos de Borbón, María Luisa de Orleans (abuela de Juan Carlos I), Práxedes Mateo Sagasta o Niceto Alcalá Zamora. Aún se conservan varios de los retratos dedicados por muchos personajes de la alta sociedad de la época que donaron a la familia alabando el balneario y el libro de oro de La Aliseda, con las firmas de los más prestigiosos que pasaron por allí.

Su actividad se paralizó en los años treinta, cuando los descendientes de Salmerón acabaron vendiendo la finca y desmontado los edificios para vender sus materiales y así pagar las deudas que tenía. Del antiguo balneario hoy sólo queda un monolito de un metro de altura y los restos de un antiguo estanque, posiblemente la Fuente de San José.

Antes de llegar al área recreativa, hay un desvío que nos lleva a la zona del antiguo hotel, del que se mantienen en pie los restos de su portada y varias casillas delante de éste. Algunas de estas casillas están en ruinas y otras parecen que tienen cierta actividad. En la explanada que hay frente al hotel muchas familias se reúnen también para pasar un día de campo cuando la zona pegada al río está llena.

Rutas de Senderismo por el paraje de La Aliseda

El entorno del valle proporciona varias oportunidades para realizar senderos de gran valor natural y corto recorrido. Aquí te dejo alguno de ellos:

1. Sendero de la Campana: es el más concurrido. Consiste en una ruta circular, de 1 km de longitud y que se recorre en menos de una hora. El camino parte del puente de piedra que hay frente al aparcamiento del área recreativa, tomando la pista que está a la izquierda de la zona arbolada que va paralela al río.  👉 Más información. 

2. Molino del Batán: el sendero mide 5’8 km y se tardan unas 2 horas en completarlo (sólo ida). El inicio está en el caserío de Miranda del Rey. Hay que pasar la aldea sin dejar la carretera hasta encontrar un cruce a 150 m, lugar donde se inicia el camino. Desde La Aliseda también parte una senda que te llevará al antiguo molino.  👉 Más información.

3. El Empedraillo: la ruta sigue el trazado de una antigua calzada romana desde Miranda del Rey. A lo largo de ella podrás disfrutar de alguna cascada y de las vistas del pantanillo del Arroyo del Rey. En estas tierras fue donde acamparon y lucharon los ejércitos en la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. Es circular y su longitud es de 8.3 km.  👉 Más información.

4. Llano de las Américas: por una senda de unos 3 km se llega a este Centro de Interpretación dedicado especialmente a Despeñaperros, la Cascada de la Cimbarra y el Monumento Natural de Los Órganos.  👉 Más información. 



5 lugares imprescindibles que ver en Lucainena de las Torres

En el interior de la provincia de Almería, Lucainena de las Torres destaca como uno de los Pueblos más bonitos de España. Su origen, así como su nombre, parece que deriva de un tal Lucanius que habitaba una villa romana situada en este lugar. Más tarde pasó a manos de los árabes y cambió su nombre por Locaynena. Es en esta época musulmana cuando la villa es rodeada con una muralla y con seis torres que guardaban a otra torre principal en la que se refugiaban los habitantes de los asedios. Por ello era conocida como Lucainena de las Siete Torres, llegando a nuestros días como Lucainena de las Torres.

Sus años de mayor apogeo son en el siglo XIX y principios del XX, cuando se realizan diversas explotaciones mineras que atraen a muchos trabajadores, aumentando así su población. Hasta su cierre definitivo durante la crisis de la minería en 1942, desmantelando las instalaciones mineras y ferroviarias.

Toda esta historia y bagaje cultural quedan reflejados en sus gentes, monumentos y callejuelas de un pueblo a la sombra de una peña. Lo llaman el pueblo de la flores y es que en cada rinconcito es posible encontrar macetas adornando el municipio. Al pasear por este pequeño lugar podrás visitar sus antiguos lavaderos públicos, asomarte a sus miradores admirando la Torre de El Molinillo y el barranco de Juagarí, darte un paseo por la Vía Verde aprendiendo un poco más de su pasado minero y disfrutar de alguna de sus delicias gastronómicas en sus tiendas y restaurantes. 

Qué ver en Lucainena de las Torres

1. Vía Verde: en la parte baja de Lucainena aparece esta ruta, bien señalizada, que sigue parte de la línea de ferrocarril que unía este pueblo con Aguamarga. El sendero (de 5 km) llega hasta Polopos, cerca del cortijo El Saltador y recorre restos mineros de las explotaciones que se llevaron a cabo en la zona a principios del siglo XX. El recorrido comenzaba en los hornos de calcinación, seguía por la estación de tren y discurría por el valle, laderas y barrancos hasta llegar a Aguamarga, donde se encontraba el embarcadero. En el inicio de ruta hay un aparcamiento señalizado y una caseta informativa.


2. Iglesia de Nuestra Señora de Montesión: en la parte alta del pueblo se alza esta iglesia del XVIII construida en estilo neoclásico. La iglesia original se remonta a 1505, cuando se levantó sobre una antigua mezquita. Desgraciadamente ésta fue destruida y saqueada por el pirata Omar-Al Askenn. La que podemos ver hoy es fruto de muchas remodelaciones sufridas a lo largo de los años. De planta de cruz latina, destaca por su sencillez.

3. Mirador el Poyo de la Cruz: justo delante de la iglesia, puedes disfrutar de este precioso balcón que te ofrece unas impresionantes vistas del valle.

4. El Peñón: nada más acercarte al pueblo te llamará la atención esta peña situada sobre el caserío y que la resguarda del sol en verano. La leyenda cuenta que los descendientes de los moriscos expulsados de Lucainena contaron a antiguos emigrantes retornados de Orán que bajo el peñón había tesoros de incalculable valor. Esta historia siguió recordándose en el pueblo hasta que en la década de 1940 un pastor se quedó dormido en la ladera apoyándose sobre una piedra. Se levantó con dolor de cabeza y pensó que debajo de ella había un tesoro. Se puso a excavar y halló una olla de barro llena de monedas de oro que fue arrojando por el peñón porque, según él, haciendo esto le dolía menos la cabeza 😕 Escuchado su relato, los vecinos del pueblo se acercaron al lugar y comprobaron que lo que decía el pastor era cierto, repartiéndose el tesoro entre sus habitantes. La Guardia Civil se enteró de la noticia y peinó la zona para recuperarlo, aunque no encontraron ni una sola de las monedas.

5. Hornos de Calcinación: por una senda que está anunciada en diversos lugares del pueblo, se llega en pocos minutos a los antiguos hornos de calcinación, compuestos por ocho de estas construcciones de planta circular, que datan de 1900. Están realizados con muro de mampostería y revestidos con ladrillo refractario en el interior. Dentro cabían hasta 50 toneladas de mineral calcinado, transformando el carbonato de hierro en óxido. El mineral era llevado hasta ellos en vagonetas y, más tarde, era cargado en las vagonetas del ferrocarril.

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