De todo Pingyao, el mejor sitio donde comí fue el Sakura, un pub que tiene dos edificios dentro de la zona amurallada y cuenta con otras sucursales en otras ciudades chinas.
Las chicas fueron
muy amables, sabían inglés perfecto y la comida estaba buenísima. Además, siempre
tenían ofertas. Tuve la oportunidad de celebrar allí el día de San Valentín en pleno agosto y en Happy
Hour.
El festival Qixi七夕
o Qiqiao 乞巧節, (festival del doble siete) se celebra en China
el séptimo día del séptimo mes lunar. La celebración surge de la mitología
china donde una leyenda de hace más de 2600 años cuenta como dos amantes, Zhinü
y Niuland, se querían mucho pero los dioses no le permitieron su amor y fueron
desterrados a orillas opuestas del río plateado. Tan sólo una vez al año,
durante el séptimo día del séptimo mes lunar, una bandada de urracas formaba un
puente para que ambos se vieran.
Esta historia, con sus muchas variantes, estaba
reflejada en el cielo. Zhinu representaba a Vega, la mayor estrella de la
constelación Lira; y Niuland representaba a Altair, la estrella más brillante
de la constelación del Águila. El río plateado simboliza la Vía Láctea, que
separa a ambas constelaciones. Zhinü permanece para siempre a un lado del río, tejiendo
tristemente su telar, mientras
Niulang la ve desde lejos, y cuida de sus dos hijos (las dos estrellas que lo
rodean de la constelación del
Águila).
Pero una vez al año, todas
las urracas del mundo se compadecen de ellos y vuelan hasta el cielo para
formar un puente sobre la estrella Deneb en la constelación de Cygnus, permitiendo que los
amantes puedan reunirse por una sola noche, en la séptima noche de la séptima
luna.
Tradiciones chinas de San Valentín
Durante este día, las
jóvenes solteras hacen su ofrenda de fruta, flores, té y polvos cosméticos. Tiran
la mitad de los polvos al techo y la otra mitad se la reparten para que les dé
la belleza de Zhinü.
En este día todas las
jóvenes muestran sus artes domésticas y rezan para encontrar un buen esposo.