Visitando El Faro de Cabo de Gata con su peligrosa Laja del Cabo


No me canso nunca de volver. Uno de mis destinos preferidos de Almería. La carretera hacia el faro ya merece la pena para disfrutar del paisaje. Allí mismo se puede dejar el coche, aunque también tienes la opción de subir andando desde la barriada de Almadraba de Monteleva.

El faro es bastante moderno. En 1863 se construyó sobre un antiguo castillo defensivo que quedó en ruinas durante la Guerra de la Independencia. El castillo de San Francisco de Paula se edificó sobre un acantilado de 50 metros de altura en el siglo XVIII para defender la costa del reino de Granada con Felipe V. Su situación se fijó sobre la zona conocida desde tiempos romanos como El promontorio de las Ágatas, por la gran cantidad de estas piedras que se encontraban en sus alrededores. Hoy sólo queda de éste el muro de la base. Sobre ella se asienta una torre de 18 metros que, en sus orígenes contenía una óptica giratoria con una lámpara de aceite de oliva.


En 1973 se convirtió en radiofaro y hoy emite destellos que se ven a 45 km de la costa. Además, tiene una sirena de 7 millas de alcance, que avisa a los barcos en los días de espesa niebla.

El faro se construyó para comunicar a los barcos de que se estaban acercando a la Laja del Cabo, un arrecife que se encuentra a una milla de éste y que ha sido famoso por ser el responsable de numerosos naufragios. El más famoso fue el de Arna, un buque de Checoslovaquia que naufragó en 1928 y que todavía está allí abajo para el disfrute de los amantes del buceo.

Los naufragios importantes de los que se tienen noticia comienzan en 1613, con el de la galera Patrona Real, y prosiguen a lo largo de la historia. En 1777 naufragó el pinque napolitano San Francisco de Paula; en 1797 se hundió un barco que llevaba al hermano del Rey de Marruecos a Melilla; en 1900 y 1904 lo hicieron dos vapores franceses…

Su importancia fue tal que, incluso... ¡la quisieron derribar con dinamita en el siglo XIX!  😟

Hoy se puede disfrutar de su figura, pero no se puede visitar por dentro.

El Arrecife de las sirenas

Desde el mirador que hay a los pies del faro, la imagen más fotografiada es la de este arrecife. Espectacular. Las formas verticales son restos de una chimenea volcánica en cuyo interior cristalizó el magma hace más de 12 millones de años.



Constituye la parte más oriental del sur de España y se cree que su nombre se debe a que antiguamente había allí una colonia de focas monje. Se dice que cuando nadan, los marineros las pueden confundir con sirenas. Desgraciadamente, hoy no queda nada de estos animales (como ya en la mayoría del Mediterráneo). 

Las cercanas aguas de playas, como la de La Fabriquilla, o calas, como la del Corralete, son un espectáculo para los que les guste el buceo y el kayak marino.








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