Desde tiempos fenicios, las salinas de Cabo de Gata han
continuado su explotación industrial llegando, hoy en día, a las más 40.000
toneladas de sal al año. Su recogida se realiza al final de cada verano.
Sus 400 hectáreas se inundan de agua gracias un sistema de
canales que va paralelo a la costa y que está comunicado con los estanques que
hay en la base de unos acantilados marinos y, también, a las ramblas que
finalizan en la zona aportando agua de lluvia.
Su valor medioambiental es mucho mayor. En ella viven más de
cien especies de aves acuáticas. Entre las que destacan los flamencos rosados,
cuya cifra supera los 3000 ejemplares durante el verano, disminuyendo a unos
500 durante el invierno. Actualmente el área está vallada para ahuyentar a los
jabalíes que merodeaban por allí.
Observatorios
El primero de ellos lo encuentras yendo hacia San Miguel de
Cabo de Gata, justo antes del desvío hacia Almadraba de Montevela, hay un
observatorio desde donde poder disfrutar de sus vistas. Está habilitado para
poder aparcar delante.
El segundo, en la carretera que va ya a Almadraba de
Monteleva, un poco antes de llegar a la iglesia de esta pedanía y en frente de
uno de los accesos a la Playa de Cabo de Gata.