Cómo es la visita al Museo Lázaro Galdiano

Si estás en Madrid, una de las visitas obligadas es hacer un recorrido por las casas museos de la ciudad. Todos ellos se encuentran en palacetes y no suelen estar tan masificados como las grandes pinacotecas del Paseo del Arte.

Hoy forma parte de la “Ruta 5 museos, otro Madrid”, que engloba al Museo Cerralbo, el , el Museo Sorolla, el del Romanticismo, el Museo Nacional de Artes Decorativas y el de Lázaro Galdiano; todos ellos ubicados en antiguos palacetes y edificios que merecen la pena visitar tanto como sus colecciones.

Este último se encuentra ubicado en el prestigioso barrio de Salamanca y alberga una gran colección de más de 12.000 objetos que fueron acumulados por José Lázaro Galdiano, un empresario y editor navarro que destacó como hombre de negocios, coleccionista de arte y bibliófilo.

El edificio del museo

Lázaro Galdiano eligió establecer su residencia en el palacete de Parque Florido, una construcción que estuvo en manos de tres arquitectos importantes de la época: Urioste, Kramer y Borrás, quienes fueron haciéndose cargo sucesivamente de este proyecto controvertido. Y es que parece ser que las exigencias de Lázaro eran difíciles de aguantar.

Parque Florido debe su nombre a su esposa argentina, Paula Florido. Se construyó con planta rectangular, alrededor de un patio cubierto, al que está adosado un pórtico y una torre. Su interior fue totalmente decorado y cuidado hasta el mínimo detalle con techos pintados por Eugenio Lucas Villamil. Rodeando al edificio hay un precioso jardín que se puede visitar gratis, sin necesidad de entrar al museo.

Al morir Lázaro Galdiano en 1947, el edificio y toda su colección de arte fue donado al Estado, junto con la sede de su editorial La España Moderna y una biblioteca de 20.000 volúmenes. Actualmente el museo está administrado por la Fundación Lázaro Galdiano, quien lo abrió al público en 1951.

La visita

A lo largo de sus cuatro plantas hay expuestas 4.820 piezas de arte. Una de las cosas más llamativas con la que te encontrarás durante tu visita será el ascensor, que está provisto de unos curiosos asientos antiguos.

Planta Baja: después de pasar por las taquillas, la visita comienza en la antigua zona de servicio, donde estaban las cocheras y el almacén. Las primeras salas presentan la figura de Lázaro Galdiano como coleccionista, bibliófilo y editor.

A continuación, podrás pasar a la increíble Cámara del Tesoro, que cuenta con una de las mejores colecciones europeas de platería civil y joyas, desde el siglo III a.C. hasta finales del XIX. Todo ello acompañado de valiosas pinturas que muestran la predilección que Lázaro tenía por el arte español, con autores como Zurbarán.

Primera Planta: aquí podrás disfrutar de pinturas de Goya, Velázquez, El Greco, Murillo y Madrazo, entre otros. Esta primera planta era la zona noble del palacio y conserva su decoración original. En el patio central se ubicaba el Salón de Baile, hoy techado con una preciosa cristalera.

A lo largo de sus nueve salas hay distribuidas piezas de arte español que van desde el siglo XV hasta el XIX, entre las que destacan El Aquelarre de Goya (pintor favorito de Lázaro) y una colección de tablas góticas de los siglos XV y XVI.

Segunda Planta: está era la zona privada de los señores y hoy muestra una gran selección de obras de las escuelas pictóricas europeas más importantes (El Bosco, Stuart, Van Orley…), además de una amplia colección de bronces, esmaltes, relojes, mobiliario, cerámica o platería civil.

Una de las salas más hermosas del museo es la de miniaturas. Un exquisito conjunto de iluminaciones, pequeños retratos y miniaturas, único en su género expuesto en nuestro país.

Tercera planta: estaba planta ubicaba la habitación de invitados, las cocinas y los dormitorios del servicio. Aquí hoy se encuentra el Gabinete del coleccionista, en el que se exponen en vitrinas y cajones que puedes abrir y cerrar una gran variedad de piezas relacionadas con las armas, monedas, textiles… y una excelente exposición de marfiles.

El recorrido se completa con la visita al jardín. En su configuración participó un ilustre paisajista de la época, Alfonso Spalla, quien mezcló los estilos propios del jardín francés y del jardín inglés en un estilo mixto. En él podrás ver ejemplares de cedros, acantos, magnolias… mientras disfrutas de la colección de esculturas que lo acompaña, como una excepcional figura de Galatea y diversos bustos de emperadores. Sin duda, un plan magnífico para pasar una agradable mañana en la capital.