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Opinión de la Cafetería El Bosc de les Fades – Barcelona

 

Había escuchado lo bonito que era este sitio y tenía muchas ganas de ir. La verdad es que no me decepcionó nada. Me impresionó más de lo que esperaba. La cafetería está situada en un lugar privilegiado. En una de las calles laterales que parten de la parte baja de Las Ramblas hay un arco anunciando el Museo de Cera y la cafetería. No hay pérdida. A través de un callejón saldrás directamente a la puerta del museo y, justo a la derecha, en frente, a la cafetería-pub.

Estaba llena de gente cuando fui, como ya me habían asegurado. Nada más entrar la atmósfera es mágica. Luz muy tenue, árboles, hojas y plantas por todos lados. Da la impresión de que estás sumergido en el centro de un gran bosque. La música también ayuda a experimentarlo. El local se divide en varias partes decoradas cuidando hasta el más mínimo detalle.

1. El bosque encantado: un gran salón lleno de árboles que sirven de mesas altas para tomarse algo. Alrededor de los árboles hay mesitas y al final está la barra. Todo el techo está decorado con las ramas y las hojas de los árboles. La luz proviene de lámparas con forma de candiles.



2. Luces y sueño: al otro lado de la barra sale el camino hay otra habitación. Ésta está mucho más iluminada y simula la habitación de un niño: una cama, juguetes, un guiñol y una figura de una mujer volando que cuelga del techo. Justo delante se encuentran las mesas de café.




3. La cueva mágica: al otro lado del salón central hay una parte muy, muy oscura. En ella te adentrarás en la cueva de las hadas: una fuente, plantas por todos lados, árboles monstruosos… Aquí no hay mesas, está demasiado oscuro. Es sólo para ambientar tu visita.



4. Un alto en el camino: en frente de la barra, sale un camino que te lleva a otra zona más oscura aún. Una chimenea y adornos por las paredes, con mesitas de café y altas. El techo lleno de lucecitas, como si fueran estrellas.


Si sigues el rastro de las estrellas y abres la puerta, llegarás a la tienda. Ya estás en un espacio totalmente distinto. Está llena de cosas curiosas, originales y, generalmente caras. Prefiero quedarme en la zona del café. Sirven cafés, combinados y diversos platos. Aunque nadie vigila y había mucha gente que sólo entraba para verlo y hacerse unas fotos.

Los precios de El Bosc de les Fades no son excesivamente caros:



Cómo llegar a El Bosc de les Fades:
  • Barrio Gótico de Barcelona, al final de Las Ramblas, en frente del Museo de cera. Passatge de la Banca, 5
  • Metro: Drassanes, L3 
  • Teléfono 933 172 649
  • Email: info@museocerabcn.com
  • Horario: de 10’00 a 01’30 y los fines de semana hasta las 02:00
  • http://museocerabcn.com/es/bosc.html


Qué ver en Barcelona en un día (y medio)


Aprovechando mi visita al Salón del Manga deBarcelona, me paseé por la ciudad para disfrutar un poquito de ella. Y me llevé una gran sorpresa. Bonita, cosmopolita, acogedora, limpia, toda de llena de turistas y donde hay más carteles en inglés que en catalán. Eso sí, las visitas son caras, caras.

Qué ver en Barcelona en un día (y medio)

1. La Sagrada Familia: mi primera parada fue, cómo no, a la Sagrada Familia. No hagas el canelo y compra las entradas por internet. Allí es impensable. La cola daba la vuelta a la plaza y eso que eran las 9’00. Además, están limitadas. Por lo que puedes pasarte toda la mañana haciendo cola para nada. Eso sí, prepárate el bolsillo.



Con la entrada por internet en mano, se accede directamente y no hay que esperar apenasSi el exterior es hermoso, el interior es impresionante. Antes de marcharte no te olvides de:

●  Visitar el museo. Está justo en la entrada principal. Antes de pasar la puerta, baja por la rampa de la izquierda y accederás al museo todo lleno de bocetos, maquetas, fotos y mucho material interesante sobre su construcción.

● Visitar la cripta. Se puede acceder gratuitamente. Justo donde está el empleado que te permite el acceso si has comprado la entrada allí mismo hay unas escaleras que llevan a esta iglesia. Lo raro es que sea gratis.

●  Hacer las mejores fotos desde el parque de en frente.

💶  Precio:
- Sagrada Familia y visita a torres: 19’30€
- Sagrada Familia: 14’80€ 
🕑  Horario:
- De 9’00 a 18’00
- Cripta: de lunes a sábado, de 9’00 a 10’00 y de 18’00 a 21’00
Cómo llegar:
🚇  Metro: L2 y L5 Sagrada Familia
🚌  Autobús: 19, 33, 34, 43, 44, 50, 51, B20 y B24

2. La Casa Milá y la Casa Batlló: maravillas arquitectónicas, sin dudarlo. Desde la Sagrada Familia hay unos escasos 20 minutos andando. El único problema es su precio: 20’50€ CADA UNA. Obviamente, lo dejé para otra futura visita a Barcelona, porque me pareció una sangría. Pero me detuve ante las fachadas de ambos edificios para admirar su arquitectura. 



Continué mi viaje por el Paseo de Gracia, una de las principales avenidas de la ciudad, conectando el Ensanche con la Plaza de Cataluña. Merece la pena pasear tranquilamente mirando la cantidad de edificios modernistas que hay a ambos lados del paseo: una de las calles más caras de España.

Desviándome un poco, me fui hacia el Barrio Gótico. Mi objetivo era visitar la Catedral de Barcelona.



3. La Catedral de Barcelona: la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia data del siglo XIII. Fue construida sobre una antigua catedral románica, edificada sobre una antigua iglesia visigoda y ésta sobre una basílica paleocristiana. Así que historia no le falta.

Aunque de estilo gótico, su maravillosa fachada es del siglo XIX. Se reconstruyó con motivo de la Expo de Barcelona de 1888. En su claustro siempre hay trece ocas blancas en honor a los 13 años de edad que tenía Santa Eulalia cuando la ejecutaron.


De sus cinco puertas, la más imponente es la principal. De estilo neogótico, tiene un gran arco gótico con arquivoltas, presidida por una escultura de Cristo y, en ambos lados de la puerta, las imágenes de los apóstoles. En el pórtico hay 76 esculturas de ángeles, profetas y reyes.


No dejes de mirar hacia arriba para descubrir las gárgolas que hay por todo el tejado. Representan animales fantásticos, aunque la más llamativa es la de un elefante. Las más antiguas son las que están en la parte del ábside al lado de la puerta de San Ivo, de principios del siglo XIV. Según la tradición, las gárgolas son brujas que cuando pasaba El Corpus Christi escupían y eran castigadas con quedarse petrificadas como figuras monstruosas para escupir el agua de los tejados de la catedral.

💶  Precios:

●  De lunes a sábado: de 8’00 a 12’45 y de 13’00 a 17’00: GRATIS
●  Domingos y festivos: de 8’00 a 13’45 y de 17’15 a 19’30: GRATIS
●  Visita al coro: 2’80€
●  Visita a los terrados: 3€
●  Restos de horarios: se pagan 6€ pero la visita incluye todo lo que está cerrado en el horario gratuito.
●  La entrada da acceso al museo, al coro y a los terrados.
Atravesando el Barrio Gótico paseando por sus calles, y haciendo una parada en la plaza de Sant Jaume, donde está el  Ayuntamiento, llegué a mi próximo destino:


4. La Catedral del Mar:   la Basílica Menor de Santa María del Mar es otro ejemplo de arquitectura gótica catalana. Es del siglo XIV y pocos turistas la visitaban tanto como ahora, que está de moda por el libro de Idelfonso Falcones.

La leyenda cuenta que la iglesia se construyó con el dinero y el trabajo de todos los habitantes de la Ribera, especialmente los trabajadores del puerto. Su trabajo se vio truncado en el terremoto de 1428 cuando se derrumbó el rosetón y mató a varias personas.

Su austeridad contrasta con la idea que normalmente se tiene del gótico. Es preciosa y merece la pena visitarla. Y, algo extraño, aún es GRATIS.


5. Las Ramblas y el Mirador de Colón: dejé atrás el Barrio Gótico para recorrer Las Ramblas hacia el puerto. Centro neurálgico de la ciudad, el bullicio es constante. Por ella pasaba la Riera d’en Malla hasta que desembocaba cerca de la Plaza de la Merced. En el siglo XV, el agua fue desviada y se construyeron varios conventos en la zona, que acabaron siendo quemados y desamortizados en 1835.

Durante el paseo puedes disfrutar de edificios importantes, como el Teatro del Liceo y, en una paralela, el Mercado de La Boquería, el más grande de Cataluña.



Las Ramblas desembocan en el Mirador de Colón. Obra inaugurada en 1888 para la Expo, fue dedicada a Colón porque eligió Barcelona para desembarcar de su viaje a América. En su interior hay un ascensor de 51 metros de altura, que atraviesa toda la columna de hierro hasta llegar al mirador.

💶 Precio: Realmente me parece una estafa. 4’5€ me clavaron por subir. La cola se hace insufrible en un espacio tan pequeño. Hay que subir de 3 en 3, con lo cual todo es más lento. Y, una vez arriba, no se ve casi nada por culpa de los adornos de las ventanas. Hay poquísimo espacio para moverse mientras la gente no para de dar empujones para intentar hacerse una foto. Se hace una visita incómoda.



Tras bajar del mirador y hacer una parada para comer, paseé un poquito por la zona del puerto, atravesando el puente, en la zona del Port Vell, donde está el famoso centro comercial Maremagnum.



6. El Barrio Chino: desde allí, mi paseo por el Barrio Chino fue corto, tan sólo una excusa para comenzar el ascenso a Montjuïc. Lo poco que vi del barrio me dejó seca. Nada de lo que tradicionalmente había oído. Realmente, hoy diría que la parte baja se debería empezar a llamar Barrio Moro. Eso sí, os podéis encontrar varias pastelerías árabes baratas y muy llamativas.

Dejando atrás el famoso Gato del Raval, de Botero, me fui hacia  Montjuïc. Se puede acceder a la cima en teleférico, pero yo elegí la opción más barata: andando.


7. MontjuÏc – La montaña judía: excelente mirador para contemplar la ciudad, nada que ver con el incómodo Mirador de Colón. El ascenso andando no se hace pesado.



En la antigüedad sirvió como puesto de vigilancia militar por su altura y excelentes vistas al mar. En él puedes encontrar diversos puntos de interés, para los que debes tener el bolsillo bien lleno:

●  Castillo de Montjuïc: antigua fortaleza que hoy sirve de museo militar. 5€  Web.
●  Pueblo Español: creado para la Expo de 1929, representa rincones de España 12€ Web.
● Museo Nacional de Arte de Cataluña: desde su puerta se obtienen excelentes vistas de la Fuente de Montjuïc. Zona ideal para ver el espectáculo nocturno. 12€ Si se quiere subir a la terraza-mirador: añadimos 3€ más. Web.
●  Fundación Joan Miró: ver sus obras nos sale por 7€. Web.
● Jardín botánico: con más de 2000 especies de plantas. Se ubica en el antiguo basurero de la ciudad. 3’5€ Web.
Anillo Olímpico: construido para los Juegos Olímpicos de 1992. Con la Torre de Telecomunicaciones de Calatrava presidiendo este espacio.
También puedes usar los cuatro tramos de escaleras mecánicas que parten de la Avenida Reina María Cristina y llegan hasta el Anillo Olímpico y una cinta transbordadora en el puente que cruza la calle Rius i Taulet.

👉 Total a gastar en Montjüic:  sin filigranas, recorriendo lo básico y con entradas normalitas (nada de visitas guiadas, ni audioguías): 42’5€

👉 Si, además, quieres subir en el teleférico, tendrás que añadir a tu presupuesto 10’80€  Web.

Mi visita terminó, como el día anterior, viendo el espectáculo de la Fuente Mágica. Eso sí, esta vez desde un sitio mejor: las escaleras del Museo Nacional de Arte de Cataluña.



8. El Parque Güel: para el día siguiente, antes de coger el tren, dejé la visita al Parque Güel. Otra clavada: 7€. Magnífico, pero pequeño para el precio que cuesta. Las entradas, mejor comprarlas por internet para ahorrarse colas. Eso sí, son muy estrictos con el horario asignado.


Después de andar mucho, encontrarme en un paso de peatones al actor Josep María Pou (con su guión en la mano) y disfrutar de productos típicos, como los panellets, me fui con la impresión de que me quedaba taaanto que ver allí, que algún día tengo que volver para descubrir más lugares de esta bonita ciudad, tan cuidada.




Opinión del Hotel Boutique Casa Kessler Barcelona


Un alojamiento muy exclusivo y nada caro en el centro de Barcelona. Casa Kessler se anuncia como hostal, como hotel y como hotel boutique; muchos nombres que definen a este lugar tan curioso de tan sólo 3 habitaciones dobles, 4 dormitorios compartidos y un excelente apartamento.

Lo primero que llama la atención cuando entras es el edificio en el que está situado: un piso Art Nouveau, elegante y antiguo. Con portero propio, un ascensor típico de películas de época,  y conservando los murales de los techos y los suelos originales de mosaicos hidráulicos totalmente reformados.


El hotel ocupa el bajo y el piso segundo del edificio. En el bajo están las zonas comunes y varias habitaciones. La recepción está frente a la puerta antigua, y rompe con todo el esquema de lo visto en la entrada. Todo renovado y excepcionalmente decorado, con un estilo propio.

Siguiendo el pasillo desde la recepción, llegamos a la cocina. Allí encontrarás siempre café gratis y se pueden utilizar todas las instalaciones: cafetera, tetera, lavavajillas, menaje y frigorífico.


Al final del pasillo hay un acogedor salón, una terracita cubierta y una terraza chill out para el verano. Unos sitios ideales para sentarse a desayunar, leer, o descansar un rato.



La decoración es lo más llamativo. Un ejemplo, mira qué lámparas tan originales.





Yo contraté el apartamento. Para llegar a él cogí el ascensor de época hasta la planta 2. A través de unas puertas inmensas, se llega a la entrada. El apartamento cuenta con un amplio cuarto de baño, una habitación con dos camas individuales abajo y una cama de matrimonio arriba, otra habitación con una cama de matrimonio.



También tiene un salón con una gran tele y una cocina totalmente equipada (microondas, horno, vitrocerámica, cafetera, kettle, frigorífico, fregadero y un montón de cacharros). Todo impecable.


La cocina también tiene una barra con dos sillas de bar que dan al salón.

Los balcones dan a una calle con bastante bullicio, están animados, pero no molestan porque está todo muy bien insonorizado.

En el hotel el personal fue muy amable. Nos permitieron dejar el equipaje en una habitación cerrada con llave horas antes del check in y después del check out. También tienen mucha información turística y su situación es inmejorable: a 25 minutos andando desde la estación de tren Barcelona Sants y desde la Plaza de España, a 25 minutos de la Sagrada Familia, a 25 minutos de Las Ramblas… y cerquísima del Paseo de Gracia.

Sólo un detalle: aunque no lo ponga en el apartamento las toallas y las camas las hacen cada dos días por su política ecológica. Lo de las toallas lo entiendo, pero lo de no hacer las camas no sé qué tiene que ver. De todas formas, todo estaba totalmente cuidado y limpísimo. 👀 Muy recomendable.

💲 Precio: Hay mejores ofertas en Booking.com que en su página web. 

   CASA KESSLER BARCELONA   
C/ Ensrique Granados, 30
08080 Barcelona
935 285 742


En el Salón del Manga de Barcelona


El mayor salón de manga de España se viene realizando en Barcelona desde 1995 y ya ha cambiado de sede tres veces porque cada vez acude más gente ¡Las entradas se han llegado a vender en la reventa por 300 euros! Y es que este año ha batido record: 130.000 visitantes en 50.000 m2.

Este año también se celebraba en la Feria de Barcelona, en plena Plaza de España. Ubicación excepcional si se va en tren. Yo fui en el AVE  desde Madrid y mereció la pena, porque evitas el jaleo del aeropuerto, que pilla muy retirado.

Lo primero que tienes que hacer al llegar para disfrutar del salón: apuntarte a todas las actividades con aforo limitado para que no te quedes fuera.

Lo segundo, sea la hora que sea, es pasarte por los puestos de comida. A las 14’00 es imposible pillar cosas, las colas son enormes y cuando llegas al puesto ya no queda casi de nada. La verdad es que me impresionó la cantidad de puestos de comida que había. Y a precios razonables. Mochis, yakitoris, cerveza Sapporo y Asahi, takoyakis… incluso había kakigoris que estaba haciendo un japonés.

En la Plaza Univers, justo a la entrada, no pararon  las actuaciones: concursos de Cosplay, Anime Song Contest, bailes y actuaciones. La más reseñable fue la de Loverin Tamburi, una banda que está de gira mundial y ha parado en Barcelona. http://www.loverintamburin.com/ Y también varias exhibiciones de artes marciales.

El Pabellón 1 contó con un montón de actividades. En la planta baja, al final, se situó el taller de cocina, con degustaciones, catas a ciegas de ingredientes japoneses (incluso de sake)…

En el salón de actos se realizaron un montón de conferencias y presentaciones de las novedades de varias editoriales y del Estudio Ghibli. También hubo encuentros con autores como Takeshi Obata o Ken Niimura, acompañados del famoso traductor Marc Bernabé. Y un sitio reservado al airsoft.



En medio del salón, todo estaba dedicado a Pokémon. El espacio, de 750m2, estaba lleno de Nintendos 3DS y 2DS para probar las novedades Pokémon y participar en algunos torneos de videojuegos y cartas.

En la planta baja del Pabellón 2 se desarrollaron los talleres de manga y de cosplay, un taller de aerografía y varias clases magistrales de expertos invitados. También hubo un espacio dedicado al J-Pop y otro de juegos japoneses.

La planta 2 era la más japonesa de todas: Espacio del espíritu de Japón, dedicado a las tradiciones, cultura y terapias naturales japonesas. Aquí fue donde más disfruté: exposiciones de ikebana, de jardines zen, espacios de meditación (aunque en el que yo me metí no me gustó nada), varias conferencias, talleres de comida macrobiótica, de cómo ponerse un kimono, de masajes…







Por último, en la sala de proyecciones se pudieron ver varias películas en español, catalán y en VOSE.

Lo único que no me gustó fue la organización de las firmas: por sorteo y encima te firmaban en un papel oficial del salón, nada de posters, ni dibujos. Y algunos dejaban hacerse fotos y otros no.



En general, una experiencia muy positiva.

Y, a la salida, no te olvides de quedarte a ver el espectáculo de luces y música de la Fuente de Montjuïc. 


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