Portugal: Cómo es el viaje en barco por los Arribes del Duero desde Miranda do Douro



La mejor manera de disfrutar de los Arribes del Duero es realizar el Crucero Ambiental que recorre los grandes acantilados por los que discurre este río que sirve de frontera natural entre España (Zamora) y Portugal (Trás-os-Montes).

Para poder hacer esta excursión lo mejor es reservarlo cuanto antes a través de su página web. Hay sólo uno o dos viajes al día y los pasajes se acaban rápido cuando es temporada alta y fines de semana.

El barco sale de la Estación Biológica Internacional del Duero, a poca distancia del puente que une España con Portugal. No tiene pérdida, porque está anunciado por todos lados y, además, aparece en Google Maps señalizado. Esta empresa privada desarrolla su actividad principal en las cuatro áreas protegidas integradas en la Red Mundial de la UNESCO como Reserva Transfronteriza de la Biosfera “Meseta Ibérica”: en España, los parques naturales de Arribes de Duero y Lago Sanabria; en Portugal, los parques naturales Douro Internacional y Montesinhos. Al parecer, su financiación viene de proyectos ecoturísticos propios en cooperación con acciones de voluntariado internacional.


Una vez dejado el coche en el aparcamiento, puedes aprovechar para sacar algunas fotos en el mirador y bajar la cuesta hasta la entrada. En el recinto de la Estación puedes informarte sobre sus proyectos medioambientales y de preservación de la fauna. Incluso tienen una piscina en la que cuidan a nutrias que forman parte de un programa de actividades con niños con autismo o parálisis cerebral.


El barco que te espera está insonorizado y climatizado, tiene una capacidad para 120 personas, una cubierta panorámica de cristal y un laboratorio a bordo.

La guía es excepcional. De padre español y madre portuguesa, ella es hija del río, para evitar suspicacias familiares. La gran mayoría de turistas que viajan en la embarcación (cuando yo fui éramos todos) son españoles. El paseo se adentra por uno de los tramos más bonitos del río. Llega a la altura de la localidad de Vale de Águila y da la vuelta para llegar de nuevo al embarcadero. Como hace el mismo recorrido, lo que no veas a la ida, lo verás a la vuelta. De todas formas, intenta coger ventanilla para obtener unas mejores vistas.


La ida se hace casi en su totalidad sentado en el interior. La guía va contando todo lo que vas travesando y los animales que te encuentras por el camino. Si tienes suerte puedes ver águilas, buitres, cigüeñas negras, alimoches o nutrias.



Mientras el barco avanza lenta y silenciosamente, sacan una pantalla en la que hacen demostraciones de los estudios que están llevando a cabo en el río. Por ejemplo, cuando yo fui, recogieron muestras de agua y lo analizaron en el microscopio mostrándonos la variedad de microorganismos que vivían en una sola gota de agua. Fue espectacular.




A la vuelta, se puede subir a la cubierta y ver todo el paisaje desde arriba y en silencio, para no molestar a la fauna que habita en el cañón.




Una vez que vuelves al embarcadero, delante de la tienda de productos regionales abren unos barriles de distintas variedades de vino de Oporto para que te sirvas los vasitos que quieras, acompañados de unas galletitas de la tierra.


La visita merece mucho la pena y se aprende mucho sobre un paisaje tan espectacular como son los Arribes. Cuando acabes, puedes pasarte por la localidad de Miranda do Douro para irte de tiendas, conocer a su Menino da Cartulinha y probar sus especialidades gastronómicas, como la bola doce, la posta mirandesa y el bacalao.

🚢 Precio del Crucero Ambiental: 9€

🚢 Duración del viaje: 1h 30'

🚢 Dónde se compra la entrada: www.europarques.com



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