Qué ver en Sepúlveda en una mañana


Punto de partida para visitar las Hoces del Río Duratón,
Sepúlveda es un pueblo pequeñito, pero con encanto. Habitada desde el siglo V a. C. se cita como villa por primera vez con Alfonso III.


Una parada rápida te permite pasear por sus calles y cuestas, visitar la iglesia de El Salvador, la Plaza Mayor (donde está el Palacio del Conde de Sepúlveda), y el Museo de los fueros (también sede de la oficina de turismo).

Antes de irte, dirígete a la iglesia de Santiago, hoy convertida en Centro de Interpretación de la Naturaleza del parque natural. Allí podrás coger información sobre las Hoces. La planta de arriba se puede visitar por un euro y contiene información sobre el parque, la restauración de la iglesia y la arquitectura sepulvedana. 

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